La búsqueda incesante de los hombres por alcanzar los objetivos al más corto plazo le han impedido detenerse y detener la vorágine en la que se les ha envuelto, perdiendo en más veces de las que quisiéramos la capacidad de sensibilizarse, de sentir y asombrarse frente a la lectura y la pluralidad textual . Sin duda, los descendidos niveles lectores, han propiciado el exacerbado consumismo y a la enajenación en temas intrascendentes por sobre aquellos en los que parte importante del país debiera estar reflexionando y contribuyendo.
La ansiedad por concretar a corto plazo las metas autoimpuestas han provocado pérdidas invaluables en la sociedad chilena, el hábito de leer y leer a otros, por ejemplo, el placer de leer y escuchar la música , la sensibilidad frente al arte . Estos descendidos niveles de formación transversal por priorizar resultados estandarizados , han incidido por no comprender los discursos, en la lamentable pérdida de confianza en la clase política, la pérdida de confianza en los liderazgos, en los poderes del estado, en la iglesia…quienes para lograr sus propias aspiraciones actúan y han actuado con desmesurada demagogia y en comunidades en que se lee poco , estos discursos afectan las decisiones equivocas de las personas, sin embargo, los tiempos avanzan raudos e irrumpe en el mundo la tecnología y las comunicaciones a través de internet , que con textos breves, imágenes e incluso abreviaturas que se universalizan y permite hasta al más neófito lector , comprender el mensaje y por consecuencia evidenciar la pobreza en el actuar de los hombres .
Es inevitable, entonces, no detenerse a cuantificar la importancia que tiene para un país la educación de sus ciudadanos, la significación de comunidades letradas, lectoras y críticas.
Comunidades educativas que proyectan movilidad en las aulas para provocar la adquisición de diversos lenguajes que permitan a los estudiantes de los diferentes niveles educativos comprenderse, comprender el contexto en que se encuentran y la globalidad del mundo. Comprenderlo con pensamientos críticos y propositivos. Poner al servicio de los estudiantes , el acceso a diversas modalidades textuales . La lectura de las artes y la música, la lectura a través de la observación, la lectura de la geografía, la lectura del patrimonio.
Las comunidades lectoras y críticas pueden cambiar los destinos afectados de un país como el nuestro, potenciando a sus ciudadanos en la educación continua y en la progresión de sensibilizar la colectividad de las comunidades por sobre el lamentable individualismo.
Elizabeth Zepeda
Magister en Gestión Educacional