Japón no logra cerrar heridas en la región a 70 años de su rendición

E-mail Compartir

Japón conmemoró ayer 70 años del fin de la II Guerra Mundial en una jornada en la que el emperador Akihito mostró su remordimiento por las agresiones pasadas, mientras los países que las padecieron echaron de menos una disculpa consistente por parte del Gobierno nipón. En un acto en Tokio, el emperador destacó su "profunda tristeza" por las "innumerables víctimas" del conflicto y su desazón por el giro militarista que dio el país cuando su padre, Hirohito, ocupaba el trono del crisantemo.