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Ex fiscal Torres se entregó para cumplir condena

justicia. 11 de los 14 condenados llegaron al penal Punta Peuco.
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El ex fiscal militar, Fernando Torres Silva, se entregó de manera voluntaria en la madrugada de ayer para cumplir su condena de 10 años por su participación en la desaparición y muerte del ex químico de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Eugenio Berríos Sagredo.

Torres Silva llegó a eso de las 01.00 horas de ayer hasta las dependencias de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, desde donde fue trasladado al penal Punta Peuco en Til-Til. En ese recinto cumplirá con la condena de diez años de cárcel sin beneficios por el delito de asociación ilícita, secuestro y homicidio de Berríos, que fue ratificada por la Corte Suprema el martes.

Hasta ayer, 11 de los 14 condenados por el crimen se presentaron de manera voluntaria en el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Punta Peuco.

Eugenio Covarrubias Valenzuela, Manuel Provis Carrasco, Pablo Rodríguez Márquez, Raúl Lillo Gutiérrez, Manuel Pérez Santillán, Marcelo Sandoval Durán, Nelson Román Vargas y los militares uruguayos Tomás Casella Santos, Eduardo Radaelli Copolla, Wellington Sarli Pose; además de Torres Silva, llegaron a cumplir con sus penas.

Sin embargo, dos de los militares condenados no se habían presentado hasta ayer, mientras que el general Hernán Ramírez Rurange, se suicidó el jueves de un disparo en la cabeza para no cumplir con la condena.

Arturo Silva Valdés (61), ex escolta personal de Augusto Personal, quien según determinó la investigación fue quien le disparó al químico en Uruguay, no llegó hasta el recinto penal.

Según informó Canal 13, Silva le habría informado a su familia que se declararía en rebeldía y que no pasaría sus últimos años preso.

Su abogado, Carlos Neira, reconoció que no ha tomado contacto con Silva desde hace tiempo. El ex escolta fue condenado sin beneficios a 15 años y un día por su responsabilidad como autor de secuestro con homicidio y 5 años y un día por asociación ilícita.

Tampoco se había presentado hasta ayer Jaime Torres Gacitúa, condenado a una pena sin beneficios de 10 años y un día por su responsabilidad como autor de secuestro y 5 años y un día por asociación ilícita.

Berríos elaboró armas químicas para la DINA y fue secuestrado en 1991 y su cuerpo apareció en Uruguay en 1995.

Familia de joven asegura que sufrió un "secuestro virtual"

engaño. El caso desató preocupación a noche del jueves. La familia contradijo la versión de Carabineros que afirmó que se trataba de un "cuento del tío".
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La familia de José Pablo Avaria Tarud (19), el joven que la noche del jueves desató preocupación por su desaparición tras sufrir una estafa, acusa que se trató de un caso de "secuestro virtual" y no de un nuevo "cuento del tío", como señaló Carabineros.

Las primeras informaciones de la noche del jueves aseguraban que el joven había sido secuestrado por delincuentes que habían entrado a robar en su casa en Lo Barnechea, en Santiago.

Sin embargo, Carabineros señaló tras encontrar al joven ileso en el Hospital Sótero del Río, en Puente Alto, que se había tratado de un "cuento del tío" conocido como "el paseo" y aunque explicaron que hubo extorsión, negaron el pago de un rescate.

Avaria recibió una llamada telefónica en la que le aseguraron que su papá había sufrido un accidente y que estaba en una clínica y que para pagar el costo debía entregar objetos de valor, que el joven sacó de su casa.

Luego recorrió varios lugares de la capital a bordo de un vehículo siguiendo instrucciones de los estafadores. Al mismo tiempo los delincuentes llamaron a la familia del joven para decirles que había sido secuestrado y extorsionarlos.

Avaria pasó por varios centros asistenciales de la zona sur de Santiago, instancia en que los delincuentes habrían tomado control del celular del joven, por lo que no pudo dar aviso a su familia de lo que sucedía.

Luego de que Carabineros descartara que se tratara de un plagio, desde la familia aseguraron que fue un caso de "secuestro virtual".

A través de una carta la madre de la víctima, Claudia Tarud, afirmó que su hijo estuvo secuestrado.

"Esto sí fue un secuestro, operado de un modo virtual a través del cual tuvieron a nuestro hijo 7 horas sometido a su voluntad, por medio de una presión y amenazas extremas que él pudo tolerar (...). Al mismo tiempo tuvieron sometido a su papá por 5 horas, negociando un rescate, dando vueltas por Santiago, amenazado de muerte", escribió Tarud.

La madre del afectado además realizó una crítica al sistema señalando que "tratar esto como un simple cuento del tío a través del cual robaron unos TV, no ayudará a nuestra sociedad a combatir este delito".

El fiscal de la zona metropolitana Oriente Augusto Sobarzo dijo que tras recibir la denuncia se actuó con los protocolos de un secuestro. "La fiscalía se sitúa siempre en el peor escenario y esa fue la instrucción que se dio a Carabineros, para que trabajara con el OS-9 y Labocar", sostuvo el persecutor.