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Ejecutaron programa "Quiero Mi Barrio"

iniciativa. Apunta a la reflexión y promover la vida comunitaria tras el 25 M.
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Tras las complicaciones que la catástrofe marzo generó en la región de Atacama, específicamente en la población de las cinco comunas afectadas por los aluviones, el Gobierno Regional reforzó el Programa de recuperación de barrios "Quiero Mi Barrio" para abordar esta situación.

Es así como se ejecutaron tres talleres de autoayuda y valoración social y comunitaria denominados "Reconstruyendo-Nos", dictados por la productora Aracataca, entidad que dispuso de profesionales, quienes trabajaron con dirigentes vecinales en acciones de autocuidado, instancias de reflexión, recomposición anímica, participación ciudadana y vida comunitaria.

Claudia Bustos, secretaria ejecutiva del programa, explicó que "estos talleres fueron diseñados para que dirigentes sociales pudieran tener un espacio y una instancia para compartir entre ellos, ya que muchas veces se ven expuestos a situaciones que les generan conflicto. En esta ocasión en particular, ellos compartieron un espacio en el que pudieron descargar parte de la angustia que sufrieron durante y después del pasado aluvión en Atacama".

Bustos puntualizó que "si bien no todos los sectores donde interviene el Quiero mi Barrio resultaron afectados, podríamos decir que si afecta ver cómo la ciudad y alrededores cambian su fisonomía de un momento a otro".

En tanto, el seremi del Minvu, Rodrigo Ocaranza, instó a los participantes a aprovechar el espacio de crecimiento personal y organizacional para potenciar "el proceso de "reconstrucción" que viven los atacameños afectados directa o indirectamente por el pasado aluvión, ya que "los procesos no están solamente enfocados a levantar físicamente una ciudad, sino también a levantar el ánimo de las personas", señaló la autoridad.

Los barrios participantes del taller fueron Estación Paipote, Juan Pablo II y Villa Arauco Colonias Extranjeras de la comuna de Copiapó; barrio Cerro Corazón de Chañaral y los sectores de Unión Torreblanca, Vista Alegre El Olivar, Mirador Carrera y Sargento Aldea de Vallenar, según precisó la repartición.

Las prohibiciones municipales que los copiapinos desconocen

sanciones. Gritar de una vereda a otra y practicar deporte en plazas y parques son parte de las causales que pueden llegar, incluso, a un parte policial. Una vecina dijo que la multaron con 50 mil pesos por colgar ropa en su balcón.
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Insólito e ilógico. Son los términos con que diversos vecinos de Copiapó se refirieron a una serie de prohibiciones estipuladas en la Ordenanza Municipal de Mantención de Áreas Verdes y Especies Vegetales en la Vía Pública, relacionadas con el impedimento de ciertas conductas ciudadanas que, incluso, pueden llegar a ser objeto de partes policiales.

El documento, que data de 1984, impone como actos sancionatorios en el Artículo 14 del Capítulo VI "De Las Plazas y Parques", el hecho de gritar en la calle, practicar fútbol o deportes, bañarse en piletas y transitar u ocupar las áreas verdes y espacios no destinados al paso del público, entre otros.

En este sentido, tanto personal de la casa edilicia de Copiapó como de Carabineros precisaron que, si bien el escrito no ha sido actualizado ni ajustado a las necesidades actuales del radio urbano, se mantiene vigente, por lo que aún es factible notificar infracciones de este tipo al juzgado de policía local. Hecho que generó sorpresa en los vecinos que fueron consultados sobre esta materia.

Prohibiciones y control

"Nuestra labor principal se aboca al cumplimiento de las ordenanzas municipales, tenemos competencia en todo tipo de ámbito que tenga vinculación con ellas", señaló Jorge Fuenzalida, director de la Unidad de Fiscalización Integrada (UFI) de la Municipalidad de Copiapó, en relación a las faltas ciudadanas que hasta la fecha serían monitoreadas y sancionadas con el pago de dinero, pese al escaso conocimiento que los habitantes tienen sobre este punto.

El representante de la UFI explicó que el procedimiento empleado en este ámbito inicia con un aviso de cortesía que, de no ser acatado, conllevaría un castigo mayor. "La modalidad es dar la posibilidad, por ejemplo, en el caso de la basura, de que las personas saquen los desechos y nosotros los notificamos con el compromiso que al día siguiente lleven la boleta del depósito. Si ellos no llegan con eso, entonces remitimos el parte al juzgado de policía local", declaró, en base a uno de los puntos recurrentes en materia de control municipal.

Otro de los puntos que trae aparejada una multa se vincula con la realización de deportes y actividades recreativas en plazas y parques de la ciudad. En este sentido, Fuenzalida destacó que "si yo permito que en ciertos espacios se juegue fútbol, por ejemplo, a lo mejor estoy impidiendo que otros tengan la posibilidad de recrearse libremente. Son temas que hay que regular de cierta manera".

Sin embargo, al ser consultado por el grado de fiscalización ejecutada en aquellos puntos que llaman la atención del escrito de Aseo y Ornato -como; sacudir alfombras, ropa u objetos desde puertas y balcones de viviendas, tender ropa en ventanas, balcones, terrazas o antejardines, efectuar gritos desde una vereda a otra y tratar de forma correcta a los clientes de ferias libres-, el funcionario de la UFI comentó que "hay muchos temas que no se abordan porque ya es un tema de sentido común, pero igual se aplica el procedimiento de rigor".

Al respecto, el capitán de Carabineros de Copiapó, Luis Sandoval, indicó que pese a la desactualización de ambos documentos mencionados, "mientras esas indicaciones estén vigentes, Carabineros tiene la facultad de proceder a la notificación y multar".

Consultada en este contexto, Rosa Ahumada, concejal por Copiapó, afirmó que ambas ordenanzas deben ser replanteadas. "Creo que hay que revisar y efectivamente modernizarlas para que sea aplicable a lo que vivimos hoy día", señaló, mientras enfatizó en algunas conductas contempladas dentro del escrito que pasarían inadvertidas, por parte del proceso de fiscalización.

"En un momento estuve viendo la situación de la plaza, por los chiquillos que practican skate, y la municipalidad estuvo dando vueltas para tratar de aplicar la ordenanza, pero hasta ahora no veo resultados. También está prohibido que la gente que vende agua hable en altavoz promoviendo la venta. No se puede hacer propaganda ni meter bulla (…)Pero si ha costado tanto tratar el tema de la Feria de las Pulgas, imagina lo que pasa con estas ordenanzas que no son muy conocidas", agregó.

reacción ciudadana

"A mi hace un tiempo me sacaron un parte de 50 mil pesos porque colgué toallas en mi balcón, y también me dijeron que no puedo tener plantas ahí. También nos hemos enterado que sacan parte por lavar el auto en la calle. Y en Santiago, en el metro, hasta por cambiarse de vagón. Es demasiado extremo", señaló Jenifer Cruz, vecina de Copiapó.

Una inquietud que es compartida por Margit Iriarte, vendedora de la Feria de las Pulgas de El Palomar. "Lo encuentro insólito porque, por ejemplo, a veces uno necesita tender la ropa fuera porque no hay espacio dentro de la casa o porque no hay sol y uno necesita que se seque. Se ve feo, pero es mucho".

Sin embargo, la pobladora manifestó su adhesión a la normativa que prohíbe los gritos en sectores públicos. "Eso se ve feo, pero es un tema que yo creo no lo van a poder regular porque la gente no hace caso", comentó.

Gubertino Díaz, también copiapino, tiene una visión distinta. "Así me enteré por las noticias. Es bueno que se multe a gente que tiene malas conductas, a quienes ejercen el comercio en la calle de forma ilegal, personas que hacen escándalo en la calle, o colgar ropa en balcones porque se ve feo", indicó.

En tanto, hay quienes hasta ayer desconocían de la materia que atañe a la comunidad. "No tenía idea. Encuentro que es un absurdo multar por cosas chicas. Lo que sí, en el tema de los gritos en la calle encuentro que no corresponde porque no se ve bien", expresó Kenia Martínez, vecina de la capital regional.