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El dólar frenó su racha alcista y perdió $ 2 para cerrar en $ 679

mercado. La toma de ganancias fue uno de los factores que lo afectó.

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En una pausa en su carrera alcista de las últimas jornadas, que lo llevó a marcar máximos desde septiembre de 2003, ayer el dólar cerró la sesión con pérdidas de $ 2,8 debido a toma de ganancias, el dato de IMACEC de junio y correcciones en el corto plazo. La divisa estadounidense terminó en $ 679,6 vendedor y $ 679,10.

Eso sí, la divisa inició la sesión cambiaría con presión alcista y alcanzó $ 686,5 después de que Estados Unidos anunciara que las solicitudes de subsidios por desempleo creció menos de los esperado.

"A pesar de esto, la sobrecompra de la divisa y los datos fundamentales apuntan a una corrección en el corto plazo, ya que el IMACEC de junio superó las expectativas del mercado", afirmó José Raúl Godoy, analista de mercados de xDirect.

Según el directivo, cuando el mercado internalizó que no se registraría la fuerza necesaria en le mercado para superar los máximos, se inició una toma de utilidades al finalizar la jornada, lo que hizo caer al tipo de cambio.

Para hoy se espera el reporte de la creación de empleos no agrícolas en Estados Unidos, cifra que los mercados internacionales estarán mirando con atención, ya que podría reforzar las expectativas de alzas de tasas de interés en septiembre.

"La tendencia principal de la divisa es alcista, superando los $ 686, podría ir a buscar los $ 690, incluso $ 700", agregó Godoy.

Un informe de BCI Estudios explicó que el mercado ya internaliza el concepto de la debilidad de la economía "y no se avizoran cifras económicas que cambien la visión en lo próximo", lo que también ha presionado al dólar.

Lo anterior, agregó el documento, hace que las apuestas en contra del peso chileno por parte de extranjeros se intensifiquen.

La entidad agregó que de confirmarse el ritmo de recuperación laboral de la economía de Estados Unidos, continuarán las presiones depreciativas para las monedas emergentes.

FMI dice que las reformas afectaron a la economía

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo ayer sus proyecciones de crecimiento para la economía chilena en 2,5% para este año y 3,1% para 2016, pero hizo hincapié en que la actividad "se ha visto afectada negativamente por los costos de ajuste relacionados con el programa de reforma estructural puesto en marcha en 2014", el que debe ser implementado "de manera cuidadosa".

Según dijo el organismo multilateral en su informe anual Artículo IV sobre Chile, la caída de la inversión fija refleja "en parte una disminución de la confianza de las empresas que no puede conciliarse totalmente con los shocks externos, y probablemente se deriva de la incertidumbre generada por el programa de reforma estructural y sus costos a corto plazo".

El FMI agregó que la recuperación que ha mostrado la actividad en Chile en los últimos meses ha perdido "algo de impulso", arrastrada por la caída de la inversión y el fin del boom de la minería.

baja en la inversión

De acuerdo con los cálculos del organismo, la inversión cayó 6% en 2014, en respuesta a la caída del precio del cobre, que ha perdido 35% a mediados de 2015 de su valor desde su máximo de 2011.

El documento agrega que la inflación se ha mantenido "tozudamente alta", rozando el 6% y por encima de la meta marcada por el Banco Central de entre el 2% y el 4%, aunque ha comenzado a dar signos de ralentización en los últimos meses.

política expansiva

Frente a esta situación, agregó el FMI, el Gobierno adoptó una política macroeconómica "sumamente expansiva", especialmente en el área fiscal, y con una "fuerte aceleración de la inversión en infraestructura" que el fondo considera "adecuada".

La institución multilateral afirmó que también ha afectado a la confianza empresarial "la incertidumbre asociada al ambicioso plan de reformas estructurales".

"Si se aplican correctamente, las reformas tienen el potencial de estimular la productividad y el crecimiento a mediano plazo, pero pueden implicar costos a corto plazo".

Desde el Gobierno, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, dijo que "estamos de acuerdo con el FMI en que algunas de las reformas tienen costos transitorios que hay que minimizar".

Sin embargo, Valdés aseguró que la economía chilena "está fundamentalmente sana, adaptándose a un entorno internacional menos favorable y en particular a un precio del cobre más bajo".

En cuanto a las reformas, el secretario de Estado enfatizó que "el tema de equidad es fundamental" y que el país requiere de un cambio importante en materia laboral.