Director reveló los secretos de la cinta "Intensa-mente"
cine. En Chile se mantuvo en el primer lugar de audiencias por siete semanas y en EE.UU. batió récords.
Es probablemente uno de los desafíos más arriesgados que ha tomado Pixar, compañía que ha transformado cada uno de sus estrenos en imperdibles de la cartelera. Y nuevamente ganaron su apuesta. "Intensa-mente", la más reciente cinta animada del estudio, logró batir varios récords, y en Chile el éxito fue tal que se mantuvo liderando el ránking de espectadores por siete semanas seguidas.
En ese tiempo, la película que protagonizan las emociones de una niña de 11 años, logró llevar a las salas nacionales de Chile a 538 mil 626 espectadores.
Emociones y metáforas
Para realizar esta cinta, el director Pete Docter investigó sobre las emociones humanas, buscando referencias para inspirarse y crear una película que pudieran disfrutar niños y adultos y que se basa en algo tan abstracto como el sentir humano y cómo eso afecta nuestras acciones.
"Al investigar para hacer la película me di cuenta de cómo estamos controlados por las emociones, incluso en las elecciones más insignificantes, como decidir entre una manzana o una galleta, son todas elecciones motivadas por las emociones", explicó el realizador a Efe tras dar una clase magistral junto al productor de "Intensa-mente", Jonas Rivera, sobre el proceso de creación de una cinta de animación.
La cinta es protagonizada por Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco, las emociones que controlan la vida de Riley, una niña que se enfrente a un cambio de ciudad, escuela y amigos a una edad complicada.
El director trabajó por primera vez en una película de Pixar en "Toy Story", que significa un hito en la historia de las compañía porque fue la primera cinta de animación que hicieron, y un verdadero éxito en la industria.
Docter explicó por qué este es el proyecto más desafiante que ha asumido Pixar. "En 'Toy Story' mirabas a los juguetes reales y tenías algo para inspirarte, sabías cómo tenían que ser, pero en este filme no teníamos referencias, no podíamos meternos en el interior de una mente, es un lugar metafórico, pero al final creo que fue una experiencia que nos cambió", explicó el director.
Y ese no es el único desafío que presentó esta película para sus realizadores, que trabajaron durante cinco años para sacar adelante el proyecto de animar emociones. La cinta además resultó como un proceso de reflexión sobre las relaciones interpersonales para quienes la hicieron.
"Creo que todas las películas en las que he participado, especialmente por lo que duran -esta han sido cinco años-, te hace meditar y pensar mucho en el asunto que tratan y en este caso nos hizo pensar en cómo pensamos, en cómo tratamos a los demás en cómo actuamos", contó Docter.
Inspiración en casa
"Intensa-mente" está inspirada en lo que el realizador observó en su propia casa, cuando notó los cambios en su hija Elie, que a los nueve años era una niña extrovertida y alegre, pero que a los 11 años comenzó a entrar en la introversión propia de la adolescencia.
"Fue una de las épocas más difíciles de mi vida", aseguró Docter, que se preguntaba "qué pasaba por su cabeza" y ahí empezó un proceso de cinco años que se tardó en hacer realidad el complejo proyecto que espera que llegue al máximo público posible. Y lo está logrando.
Y a pesar de que Docter se inspiró en su propia hija para crear esta historia, llevó a cabo el proyecto con el objetivo de que John Lasseter, el director creativo de Pixar y Disney, se divirtiera. Había que ser transversal.
La idea era que niños de siete u ocho años pudieran comprender la película, para que los de tres se divirtieran y los de 76 se emocionaran.
Pero además de ambiciones emotivas, los realizadores de "Intensa-mente" se enfrentaron a desafíos técnicos.
Con una estética colorista y luminosa, a medio camino entre Disneyland o una Apple Store, el objetivo de Docter y Rivera era lograr un aspecto menos rígido del que suele ofrecer la animación por ordenador, y suavizar sus rasgos para acercarla al espíritu de la animación manual de maestros como Chuck Jones (el creador de cortos de Looney Tune). Y es que para los realizadores de esta cinta, aún se puede hacer más para perfeccionar las animaciones. "Si te imaginas la animación como un árbol, solo hemos explorado una rama", reflexiona Docter sobre el mundo que queda por crear en el universo Pixar.
Para Pete Docter, la animación no tiene límites. "En términos de contar historias, de tipos de historias -western, horror o cualquier cosa-, también en términos de diseño y estilo. Hay un aspecto que tienen las películas de Pixar que es realmente precioso y del que estamos muy orgullosos", afirma el director de "Intensa-mente". El realizador reconoce que le gustaría ver alguna de sus ideas con actores de verdad, pero su pasión por las animaciones es muy grande. "Es como un truco de magia, ¿cómo puede pasar? Me siento muy intrigado por esa magia", dice.