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Chile figura como uno de los países con mayor inflación de la OCDE

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La inflación interanual en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aumentó dos décimas en mayo hasta el 0,6% debido a una caída menos importante de los precios de la energía (-10% en un año, frente al -11,5% en abril), según datos publicados ayer por la entidad.

Sin embargo, la inflación subyacente que excluye la energía y los alimentos, elementos particularmente volátiles, descendió dos décimas en mayo respecto a abril, al 1,6%, en el conjunto de los 34 países de la OCDE.

Los países más inflacionistas de la organización fueron México (2,9%), Chile (4%) y, sobre todo, Turquía (8,3%).

La zona euro experimentó un alza de tres décimas de la inflación global para quedar en el 0,3%, aunque con notables variaciones en su seno: del -2,1% en Grecia al 1% en Portugal.

Entre esos extremos, Alemania registró un 0,7%; Francia, un 0,3%; Italia, un 0,2%, y España, un -0,3%.

Estados Unidos abandonó el territorio negativo al situarse en el 0% (-0,2% el mes precedente), al igual que el Reino Unido con un 0,1% (tras el -0,1%).

Japón constituyó la excepción de los grandes países de la OCDE, con un descenso de una décima al 0,5%.

Únicamente Grecia (-1,4 %) y Eslovenia (-0,1 %) tuvieron una inflación subyacente negativa en mayo entre los miembros del conocido como el "Club de los países desarrollados".

Fuera de la OCDE, entre los grandes países emergentes, la inflación en mayo subió en Indonesia (al 7,1%), en Brasil (al 8,5%) o en Arabia Saudí (al 2,1%), mientras bajó en Rusia (al 15,8%), en China (al 1,2%), en India (al 5,7%) o en Sudáfrica (al 4,4%).

En Chile, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo registró un alza de 0,2% mensual, sumando de esta forma un incremento de 4% anual. En el año acumuló un avance de 1,8%.

Entre las divisiones de la canasta que mostraron mayores alzas se encuentran Bienes y Servicios Diversos (0,7%), Salud (0,6%) y Vivienda y Servicios Básicos (0,3%).

Grecia necesitará 36 mil millones de euros extra

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó ayer que la necesidad de financiamiento de Grecia entre 2015 y 2018 se cifra en 50.000 millones de euros, por lo que incluso bajo el plan presentado por los acreedores internacionales requeriría 36.000 millones de euros más por parte de los socios europeos.

En un análisis publicado ayer, el Fondo considera la deuda de Grecia "insostenible" y asegura que la situación ha empeorado desde la llegada al Gobierno del izquierdista Alexis Tsipras al rebajarse los objetivos fiscales y ralentizarse la aplicación de reformas estructurales.

"Si el programa (de 2012) se hubiera implementado como se presumía, no habría sido necesario un mayor alivio de deuda", señaló la institución financiera.

El reporte, además, reduce las previsiones de crecimiento económico para Grecia este año del 2,5% al 0% y empeora sus perspectivas sobre la deuda que previamente había ubicado en una tendencia a la baja desde el actual 175% del Producto Interno Bruto (PIB) hasta el 128% en 2020, y que ahora ve en el 150% para esa fecha.

"Cambios muy significativos en las políticas y la perspectiva desde el inicio del año han provocado un alza sustancial de las necesidades de financiación", agregó el documento.

De seguir con los objetivos del programa, apuntó, "sería necesario una quita de deuda correspondiente al 30% del PIB".

El informe del Fondo sale a la luz justo cuando Grecia se prepara para el referéndum del próximo domingo convocado por el Ejecutivo de Tsipras, y después de que se rompieran las negociaciones entre el grupo de acreedores internacionales (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea) y Atenas para extender el programa de rescate.

Tsipras ya ha pedido el "no" en la consulta y ha criticado la oferta de los acreedores, mientras que los socios europeos piden el "sí".

Ante la difícil situación financiera, y con los bancos cerrados desde el pasado lunes, Grecia no pudo cumplir con el pago al FMI de un vencimiento de 1.600 millones de euros este martes, que supuso el mayor impago de un país avanzado con la institución dirigida por Christine Lagarde.

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, vinculó ayer su futuro político al resultado del referéndum.

Si los griegos dicen "sí" a las exigencias de austeridad de los acreedores, Varoufakis presentará su dimisión, dijo el ministro en una entrevista con el canal de televisión Bloomberg TV.

En la consulta popular de este domingo, los griegos deben decidir si aceptan las condiciones de los acreedores o si las rechazan. No obstante, el paquete de ayuda que contemplaba esos requisitos ya expiró.

En tanto, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se refirió a una posible salida de Grecia de la eurozona en caso de que se vote en contra las medidas de austeridad que exigen los acreedores internacionales.