Luego de la investigación que llevó a cabo la Fiscalía de Atacama en Vallenar, se logró una sentencia condenatoria en contra del conductor de un vehículo en el cual se había ocultado una importante cantidad de droga en su carrocería.

Los antecedentes del caso los entregó el fiscal Roberto Robledo, quien indicó que el procedimiento en que se detuvo al condenado se concretó en el mes de septiembre del año pasado. "En esa oportunidad personal de Carabineros detectó la presencia de diversos paquetes de marihuana en un vehículo particular, iniciándose en ese momento la investigación por parte de la Fiscalía consiguiendo reunir los medios de prueba necesarios para presentar el caso ante el Tribunal Oral", dijo el fiscal.

Robledo agregó que la indagatoria permitió descubrir que en el interior de la carrocería estaban escondidos un total de 43 paquetes rectangulares en cuyo interior se trasladaba marihuana, delito por el cual se investigó a Jonathan Garrido Campillay (28) quien luego de la detención permaneció privado de libertad en la cárcel de Vallenar a la espera de la audiencia de juicio oral.

En esta instancia la Fiscalía presentó los testimonios de los funcionarios policiales que participaron del procedimiento, los que dieron cuenta del delito investigado y el lugar en que se encontró la droga. Frente a estas pruebas el Tribunal condenó a Garrido Campillay como autor del ilícito de tráfico de drogas sentenciándolo a cumplir la pena de cinco años y un día de cárcel no otorgándole beneficios alternativos a esta pena.

Fue una persona que realizaba trekking la que se percató que había restos humanos en una quebrada ubicada a 3 kilómetros del límite suroriente de la población Colonias Extranjeras, de la comuna de Copiapó.

Tras el hallazgo la persona llamó a personal de la PDI para hacer la denuncia, oficiales de la Brigada de Homicidios concurrió al lugar y en el sitio encontraron un cráneo, un maxilar inferior con ausencia de algunas piezas dentarias y 10 huesos largos fragmentados. Además, había prendas de vestir que podrían ser claves para identificar el cuerpo.

La data de muerte, según el examen realizado, se estima de 2 a 3 semanas aproximadamente y la causa del fallecimiento será determinada por el Servicio Médico Legal de esta ciudad.

El descubrimiento dejó varias interrogantes respecto al caso, entre ellas cuál es la identidad de la persona fallecida. Por eso la Brigada de Homicidios de Copiapó analiza la información contenida en denuncias por presuntas desgracias vigentes en Copiapó, con la finalidad de obtener información útil que guarde relación con este hallazgo.

Según fuentes policiales, la acción de pájaros carroñeros y perros fue lo que generó el daño al cuerpo, por esa razón no se sabe cuál podría ser la causa de la muerte del poblador.

El peritaje preliminar da cuenta que se trataría de una persona adulta de sexo masculino. El cuerpo fue derivado al Servicio Médico Legal para la autopsia respectiva, la que permitirá aclarar las causas del deceso y si es que hubo intervención de terceros en su muerte.

Luego del hallazgo, se ha tomado contacto con los familiares de personas desaparecidas, por las cuales se han interpuesto denuncias por presuntas desgracias, esto con el objetivo de realizar los exámenes de ADN. Estos análisis podrían determinar la identidad de la persona fallecida.

Además, los familiares de las personas desaparecidas podrán ver las prendas de vestir encontradas en el lugar del hallazgo del cuerpo, entre ellas un pantalón. Con esto se contribuirá a despejar el enigma de la identidad de los restos.

La celebración de los hinchas tras el resultado de Chile con Perú, dejaron a tres personas detenidas por desórdenes públicos en la comuna de Caldera.

Los antecedentes emanados por Carabineros explican que en la plaza Condell de Caldera, a raíz de celebraciones del partido Chile versus Perú, un grupo indeterminado de menores de edad comenzaron a ocasionar desórdenes públicos. Cerca de las 23.40 horas el personal policial debió concurrir al lugar y al realizar un control de identidad a un menor de 13 años, se acercó otro adolescente de 15, el cual comenzó a insultar y empujar a un funcionario policial.

Debido a ello, el joven fue detenido e ingresó al calabozo del furgón policial, momento en que un grupo de individuos comenzó a apedrear el carro policial y a los Carabineros, quienes debieron salir del lugar y solicitar cooperación a personal disponible que se encontraba en la unidad.

Según fuentes policiales, una patrulla completa llegó al sector en un radio patrulla y al descender del vehículo policial otro menor de 17 años, arrojó un objeto contundente en la pierna izquierda de uno de los carabineros, lo que le generó lesiones.

Debido a ello hubo una persecución en que el menor le habría propinado un puntapié. Aunque el menor se dio a la fuga, tras esto fue detenido.

Según información de Carabineros uno de los funcionarios policiales resultó con erosión superficial en la pierna izquierda, de carácter leve. En tanto, el vehículo policial resultó con abolladuras y raspaduras de pintura en puertas costado derecho y capot.

El menor de 13 años, no registra antecedentes penales y fue detenido por el delito de daños fiscales.

El adolescente de 15 años, no tiene antecedentes penales. Debido al hecho resultó con erosión superficial en el labio, de carácter leve y fue detenido por ofensa a la autoridad pública. El último detenido de 17 años, no registra antecedentes y debido al altercado resultó con una contusión en mejilla y rodilla izquierda, de carácter leve. Fue detenido por daños fiscales y maltrato de obra a Carabinero de servicio.

Tras la detención, el fiscal de turno dispuso la libertad de los menores, quienes fueron apercibirlos por el artículo 26 del Código Procesal Penal.

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Copiapó dictó veredicto condenatorio en contra de Jaime Reynaldo Olivares Cano, en calidad de autor de los delitos de abuso sexual reiterado y violación, ambos en grado de consumado, en contra de una menor de edad, hija de la entonces conviviente del condenado.

El tribunal dio por acreditado que "el 30 de junio de 1998 nació la víctima D.H. La víctima, y su madre vivieron en esta ciudad hasta mayo de 2012, junto con ellas vivía el imputado Jaime Reynaldo Olivares Cano, quien pasó a ocupar el rol paterno en tal familia, ejerciendo junto con la madre y en ausencia de ella, el rol de cuidado y protección de la menor; al sostener una relación de pareja y convivencia con la madre de ella. Es del caso que, prevaliéndose de tal rol parental y de cuidado sobre la menor víctima, el imputado, entre el 2003 a 2006 aproximadamente, comenzó a realizar en reiteradas oportunidades, tocaciones en su cuerpo".

El dictamen agrega que: "las tocaciones a la menor continuaron hasta el 2008 a 2009 aproximadamente; de modo reiterado, cuando la menor tenía 10 a 11 años. En aquel entonces, el imputado, aprovechándose del rol paterno y de cuidado de la menor y empleando además seducción" procedió a violarla "hasta el mes de marzo del año 2012, aproximadamente. La menor mantuvo un embarazo, el cual no llegó a término, producto de un aborto inducido a través de un tercero por la madre de la menor y pareja del imputado".

La audiencia de comunicación de la sentencia se realizará hoy a las 17.30 horas de mañana.