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Minsal evaluó labores y experiencias tras alud

análisis. El objetivo es elaborar un producto que mejore la actuación del sector ante cualquier emergencia de este tipo.
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El Ministerio de Salud (Minsal), junto al servicio y cartera regional del mismo ramo, realizaron un taller en el que se abordaron las experiencias, enseñanzas y procedimientos durante y después de la emergencia climática ocurrida el pasado marzo.

Según informaron desde la repartición, la actividad tuvo por finalidad evaluar y analizar la contingencia que las intensas lluvias ocasionaron en las comunas más afectadas de la región, y así elaborar un producto que permita mejorar la actuación del sector ante cualquier emergencia de este tipo.

Gisella Acosta, jefa del Departamento de Gestión, Riesgo en Emergencia y Desastre del Ministerio de Salud, señaló que "es una actividad que no se había realizado con esta metodología, que es recoger de parte de la gente involucrada con el desastre y su experiencia y sacar lecciones y transformarlas en actuaciones aprendidas, para que en futuras emergencias podamos tener una respuesta más eficiente, oportuna y con menos desgaste".

Rody Camino, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que "hemos estado coordinando acciones destinadas a la implementación del Proyecto CERF (Fondo Central para la Acción en casos de Emergencia) que son fondos de Naciones Unidad y que canalizan los países para apoyar a las distintas instituciones", finalizó.

"Yo creo que el fracaso no es solo del Gobierno, es un fracaso como sociedad"

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El 12 de enero de 2010 un sismo de 7 grados en escala de Richter devastó gran parte de Haití, evento que dejó más de 200 mil personas fallecidas, 300 mil heridas y más de 1,5 millones sin hogar. Ello derivó en que diversas organizaciones civiles internacional llegaran hasta las zonas más afectadas con la finalidad de prestar ayuda. Entre ellas, América Solidaria, fundación con más de 10 años de trayectoria en la lucha por la erradicación de la pobreza y desigualdad en los países más pobres de Latinoamérica, es una de las entidades que hasta la fecha realiza labores de reconstrucción y contención, a cinco años de esa catástrofe natural.

En este contexto, Diario Atacama conversó con el director ejecutivo de la fundación, Sebastián Zulueta, quien comentó sobre su experiencia en tierras haitianas y las gestiones llevadas a cabo en Chile tras las intensas lluvias del pasado 25 de marzo.

-Nosotros hicimos tres líneas de acción. La primera fue levantar una campaña para reunir fondos y con la cual logramos entregar kit de emergencia en República Dominicana. Después iniciamos una etapa de rehabilitación donde enviamos profesionales que conocían la cultura y el territorio. Ahora estamos en la etapa de reconstrucción donde tenemos varios proyectos, uno de ellos es la reconstrucción de la escuela República de Chile que atiende a 600 niñas y que fue una de las tantas derrumbadas. Comenzamos hace tres años y esperamos ya a fin de año poder terminarla.

-En Chile todavía falta mucha cultura de voluntariado. Creo que para el nivel de desarrollo que tiene nuestro país debería existir un mayor volumen de interesados. Hace falta una serie de medidas que permita fortalecer este tipo de actividades. Si bien existe una ley de participación con pequeños espacios, no se ha transformado en un estatuto que permita operacionalizar una estrategia de fortalecimiento. Sin embargo, los verdaderos indicadores del éxito en materia de voluntariado no solo tienen que verse en las catástrofes sino que en la acción permanente, y ahí yo creo que las organizaciones sociales de Atacama podrían hacer mucho más.

-Yo me atrevería a decir que la región de Atacama, y en general las ciudades que tienen el componente de la económica minera, tiene una población flotante con poco tiempo de arraigo en el territorio. Ahí me parece que hay un desafío grande con generar mayor identificación con la zona, porque no basta que existan las organizaciones, sino que debe haber todo un entorno que las potencie.

-Las mayores fallas que vemos son en los mecanismos participativos que hay. La ley de participación que aprobó el Gobierno pasado y que se está implementando es insuficiente porque se planteó un gran catastro para todas las organizaciones de la sociedad civil, consejos consultivos de los servicios públicos, pero tú ves que esos consejos generalmente son informativos. No se observan las estructuras y mecanismos.

-Yo creo que el fracaso no es solo del Gobierno, es un fracaso como sociedad. El poder actuar bien ante esas situaciones exige una alianza muy fina. Vemos que el Gobierno sigue actuando lentamente en las distintas catástrofes que hay, con información parcial y malas redes de coordinación con diversos actores. Pero también las organizaciones no hemos sido capaces de tener una buena identificación en cuanto a cuáles son las que están presentes en distintos territorios.

-Exacto. Yo creo que pasa por tener prácticas coordinadas entre los distintos sectores para que cuando ocurran estas cosas lleguemos rápidamente y con promesas reales. A nivel internacional es patético. Por ejemplo, para el terremoto de Haití el Gobierno de Chile prometió en distintos momentos la reconstrucción de 20 escuelas, después se dijo que iban a ser 10, después se vio que solo había recursos para una… Hoy día, por más que se mejore una Onemi (Oficina Nacional de Emergencias), si no es en coordinación previa con el mundo social y empresarial esto va a seguir siendo error tras otro error. De esta última catástrofe me atrevería a decir que el problema ha sido una descoordinación mayor y finalmente el que mejor actúa termina siendo el vecino.

-Yo creo que el desafío mayor, y desde donde debería empezar todo lo demás, es a través de un gran consenso de desarrollo regional.

-Sí, y con el riesgo de tropezarse. En una crisis humanitaria uno va a palear los problemas, pero después uno tiene que hacer el ejercicio de avanzar en alianza con otros actores. Ahí el Gobierno tiene que entender que la sociedad civil no es un actor en el cual delegar sus responsabilidades, sino que es un actor con el cual tiene que coordinarse. En la urgencia todos operan rápidamente y lo mejor que pueden, pero lo mejor que se puede no es suficiente. Acá tenemos que hacerlo de manera excelente, con toda la experiencia que nos ha dado ser un país de catástrofes.

- "Estamos al debe porque podríamos hacerlo mucho mejor. Bien por cómo trabaja cada organización, aunque sea por separado. Quién no se saca el sombrero por la labor que Bomberos tuvo en la catástrofe de marzo, pero se requiere un trabajo en conjunto".

-En Chile tenemos un estado de lujo a nivel continental. En ese sentido podríamos hacer muchas críticas. Siempre la comparación que uno hace es con el propio país, y desde esa lógica se podrían hacer muchas cosas más.