Secciones

Irak lanza ofensiva para recuperar Ramadi tras las críticas de EE.UU.

E-mail Compartir

Las fuerzas militares y de seguridad iraquíes iniciaron ayer la ofensiva para arrebatar la provincia de Al Anbar y su capital Ramadi del control del grupo yihadista Estado Islámico (EI), cuya liberación, según el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, "será inminente".

Las fuerzas militares y policiales cuentan con el apoyo de grupos tribales suníes y de las milicias chiíes "Multitud Popular", que enviaron 50 mil efectivos.

El principal objetivo de la ofensiva es la capital provincial, Ramadi, arrebatada al Ejército por los yihadistas el 17 de mayo en una operación relámpago que forzó la huida precipitada de los soldados iraquíes.

En la lucha por Ramadi, las tropas y los milicianos cuentan con el apoyo de las aviaciones de la coalición internacional, liderada por EE.UU., y del Ejército iraquí, que han bombardeado posiciones yihadistas. En la ofensiva, al menos 31 combatientes del EI perdieron la vida.

Poco después del comienzo del ataque, el Gobierno anunció progresos de varios kilómetros en los frentes sur y norte. El Ministerio iraquí de Defensa calificó estos avances de "grandes operaciones".

Antes de esta acción, el Ejército iraquí había sido criticado por el Gobierno de EE.UU., que lo acusó de "falta de voluntad" para desplazar al grupo yihadista.

La caída de Ramadi supuso un duro revés para el Gobierno de Bagdad, al que pilló por sorpresa mientras se concentraba en los preparativos para liberar Al Anbar como paso previo a la reconquista de la ciudad de Mosul, principal feudo yihadista en Irak.

A pesar de los continuos bombardeos lanzados contra posiciones del EI, el grupo armado, que controla amplias zonas de Siria e Irak, ha logrado recientemente importantes avances en ambos países.

En Siria, el EI tomó el control de ciudades como Palmira, cuyas ruinas están incluidas en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Ayer los extremistas publicaron un video que mostraba el estado de estas ruinas, sin daño aparente, según dijeron las autoridades locales.

Evo saca a ministro tras fuga de empresario limeño

Medidas. La huida del ex asesor de Humala, Martín Belaunde, también causó la salida del jefe de la policía boliviana.

E-mail Compartir

El Presidente Evo Morales destituyó ayer a su ministro de Gobierno (Interior) y al jefe de la policía dos días después de la fuga del empresario peruano Martín Belaunde, quien debía ser extraditado a Lima para que responda ante la justicia de su país.

"No es posible que no se pueda dar con los responsables de la fuga... el comandante (de la policía) cómo no va a saber quién es el responsable. Esta no es la primera fuga", dijo el Mandatario.

"Lamento que malos policías hayan cooperativamente provocado un hecho que pretende ser usado para dañar la imagen del Gobierno", dijo el destituido ministro Hugo Moldiz, quien estuvo apenas cuatro meses en el cargo.

El senador Carlos Romero, que fue ministro de Gobierno hasta hace menos de un año, fue designado por Morales en reemplazo de Moldiz.

Romero dijo a radio Panamericana que se reforzará la búsqueda del empresario peruano. "Estos casos necesitan una atención más acelerada y diligente", añadió.

El canciller David Choquehuanca expresó más tarde que Bolivia solo esperaba la fecha y hora de la extradición, que Perú aún no envió.

El segundo cambio fue el del general Edgar Ramiro Téllez, quien sustituyó a Luis Cerruto como comandante general de la Policía Boliviana.

Belaunde, ex asesor del Presidente Ollanta Humala y quien es investigado por lavado de activos y asociación ilícita, estaba bajo arresto domiciliario con vigilancia policial en una casa de un familiar en un barrio al suroeste de La Paz.

Huyó la madrugada del domingo horas antes de ser deportado a Perú después de que el Consejo Nacional del Refugiado rechazara su pedido de refugio político y el Tribunal Supremo de Justicia aprobara su extradición.

Más de 10 personas, entre ellas los cuatro policías encargados de la custodia y familiares de Belaunde que lo acogieron, fueron detenidos y son investigados. Morales recordó que no es la primera fuga y llamó a los jefes policiales a "asumir responsabilidad" en el caso "caiga quien caiga".

La policía es una de las instituciones más cuestionadas y con menos credibilidad en el país y hasta ahora ningún Gobierno ha logrado reformarla con éxito.

Morales dudó ayer que la fuga de Belaunde pueda perjudicar la relación con el Gobierno del Presidente Ollanta Humala, con quien tiene previsto celebrar un encuentro bilateral el próximo 23 de junio. "Dudo de que esta situación pueda afectar nuestras relaciones diplomáticas", aseguró el Mandatario al ser consultado por los medios sobre las consecuencias de la fuga del empresario, e indicó que ambos países no están "sometidos a la actitud de los delincuentes".