Copiapinos festejan a sus madres en el cementerio
día de la madre. Globos, flores, fotografías y hasta música fueron algunos de los regalos que los visitantes llevaron para celebrar a seres queridos.
Hasta el Cementerio General y Parque del Recuerdo llegaron cientos de copiapinos para conmemorar un nuevo Día de la Madre. En medio de globos, flores y música acudieron hasta el lugar acompañados por amigos y familiares para celebrar a las protagonistas de la jornada, quienes ya han partido.
Las calles del camposanto cobraron vida el domingo al repletarse de personas mientras caminaban y decidían cómo decorar las tumbas de sus seres queridos. Para algunos es un día especial que evoca sentimientos de tranquilidad y refugio en quienes ya no están a su lado. Para otros, sin embargo, es la primera vez que experimentan el significado de esa fecha dentro del cementerio.
Testimonios
La arquitectura colonial se levanta en diversos sectores y dan cuenta que en el recinto se escribe una historia aparte, al igual que en cada uno de sus visitantes. "Mi madre tiene nueve años de fallecida y mi padre diez, que por esas coincidencias de la vida murió un 10 de mayo, así es que los estoy celebrando a ambos", comenta Claudio Contreras, para quien este día reviste un significado especial, al igual que para Inelia Aguilar, quien entre lágrimas cuenta: "no habíamos podido venir a verla por todo lo que ha pasado en Copiapó. Y ahora, llegar en este día, uf… muchas cosas se me vienen a la mente", comenta.
Un par de calles hacia la entrada del cementerio se encuentra María Inés Rojas. Junto a sus dos hermanas, llegó temprano a limpiar el sector donde yace su madre. "Celebrar el día de la madre así es tan triste porque mi mamá lleva recién seis meses fallecida", sostiene emocionada, al igual que Ruth Martínez, quien visita por primera vez a su madre en el Parque del Recuerdo. "El martes la sepultamos. Estamos todos con mi familia", relata, mientras observa a sus hijas y nietas decorar con pétalos blancos y rojos el lugar de sepulcro.
el trabajo
Sin embargo, no todos llegaron para celebrar a su madre. Gabriel Olivares comenta el motivo de su visita. "Yo me encuentro trabajando acá. Me salió este trabajo porque la cosa está mala y no estamos para regodearnos", dice.
Y es que mientras cientos de personas se reúnen en familia para celebrar, existen otras en las que este es un día más. "Ya estamos acostumbrados. La celebración para mí la dejamos para más tarde", cuenta Marcela Torres, quien además agrega: "hemos sufrido harto por el polvillo y la tierra que hay", comenta en alusión a las condiciones de salud que enfrentan los comerciantes callejeros, mientras envuelve un regalo.
"Todos los comerciantes nos pasamos por alto las fechas importantes. Yo trabajo con todos mis hijos vendiendo en la calle, todos abarcamos sectores diferentes", sostiene Gisella Miranda, quien ubicada entre las calles Atacama con Maipú, coincide con lo señalado por Marcela respecto a las condiciones actuales de trabajo. "Nosotros pensamos que no nos iban a dar permiso, pero no tuvimos problemas. Ahora, lo que sí, estamos todos llenos de tierra. Esto lo ha hecho un día diferente", dice la vendedora entre risas.