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Funcionarios de la salud atendieron hasta 72 horas seguidas

hospital regional. Los trabajadores relataron sus historias luego del aluvión. Muchos laboraron con sus "casas abajo" y más de alguno lloró al escuchar el relato de sus pacientes.
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La experiencia vivida coincide en la entrega y la vocación. Por eso a más de un mes del arrollador paso del aluvión por tierras atacameñas, los funcionarios del Hospital Regional San José del Carmen, contaron los pasajes de esos difíciles momentos que vivieron siempre pensando en continuar con la atención de sus pacientes.

La lista de funcionarios que siguieron trabajando sin saber cómo estaban sus familias y viviendas es larga. Algunos de ellos, compartieron aquella inolvidable experiencia.

Momentos iniciales

"Ese día de madrugada habíamos terminado de operar tarde, nos habíamos ido a descansar cuando un colega nos avisa que la calle Los Carrera estaba inundada completa y se nos estaba metiendo el agua hacia el hospital". Es parte del relato de Luis Mánquez, técnico paramédico del Servicio de Pabellón.

El trabajador vivió en carne propia los primeros minutos de la emergencia. "Con la doctora Yannina Ageno, quien tomó la batuta en pabellón en ese momento, evacuamos y comenzamos a subir a los pacientes por los ascensores. Una vez que evacuamos a los pacientes post operados, pensamos que estábamos ok por cualquier cosa, pero empezaron a evacuar el Servicio de Neonatología y faltaban manos. Así que ayudamos a subir a los bebés, ventiladores, incubadoras a pie porque los ascensores ya no estaban operativos. Luego de eso dijeron que habíamos terminado de evacuar, cuando vengo bajando me encuentro al doctor Álvaro Alonso que traía un ventilador, él solo, y me dijo ¿me ayudas?..obvio le respondí", manifestó con nostalgia Luis Mánquez.

Preocupación por los pacientes

María Iglesias hace nueve años que trabaja como auxiliar de servicio en la Unidad de Pacientes Críticos, un área de atención compleja, más aún en el escenario por el cual atravesaba la ciudad. "Nadie se preocupó que teníamos que irnos para la casa. No, todos acá. Todos nos quedamos trabajando por los pacientes, nadie se fue pese a lo terrible que estábamos viendo. Estábamos preocupados que no les faltará su "agüita", les hacíamos el aseo como siempre…fue terrible, pero después de todo, los familiares de los pacientes nos agradecieron y eso fue bonito…", explicó.

atención Inolvidable

Desde el Servicio de Salud se informó que la tragedia obligó a trasladar el Servicio de Urgencia hacia el hall del Centro de Diagnóstico Terapéutico, recinto que recibió a los primeros pacientes afectados por el aluvión, entre ellos, Patricio, joven padre que lamentablemente perdió a su hijo de cuatro años de edad. Dilia Olivares, enfermera supervisora de este servicio, aún recuerda su historia y entre lágrimas relata: "Fue difícil contener y atender a nuestros pacientes cuando nos contaban lo que les había pasado... mis compañeros atendieron a personas que se los llevó el aluvión como el caso de dos chicas de San Antonio. Pero el caso del joven padre que se fracturó y perdió a su hijo fue el más impactante. Mientras lo atendían, a mis compañeros se les caían las lágrimas luego de escuchar su historia", narró Olivares.

La historia también la vivió el doctor Boris Obando quien recordó que "lo más terrible fue recibir al padre del pequeño de cuatro años que lamentablemente falleció. Recibir a Patricio y a la abuela del niño shockeados, que no entendían en el fondo lo que les había pasado, más encima fracturado, lesionado, y que lo único que quería era recuperase. Yo me saqué la mugre (sic) dos veces y llegué todo embarrado, pero eso no es nada en relación a la gente que sufrió y perdió mucho más que yo. Ha sido la experiencia más extrema que he vivido en mis años de médico considerando el contexto de todo esto, la ciudad aislada, nada funcionando, la gente llegando incluso dos días después de haber tenido las lesiones y con todo sus dramas. Hubo funcionarios que estuvieron 48 horas y casi 72 horas sin moverse del hospital, muchos incluso con sus casas abajo, siguieron trabajando".

Una cadena alimenticia

La Unidad Central de Alimentos (UCA) también sufrió las consecuencias del ingreso del agua hasta sus dependencias. Los pacientes debían seguir con su minuta alimenticia y gracias al esfuerzo de sus funcionarios y el apoyo del empresariado copiapino se pudo cumplir con el objetivo.

Juan Carlos Díaz hace 20 años que trabaja en esta área de preparación y fue un fiel testigo de la tragedia. "Me dio mucha pena ver a mi servicio inundando. Vine con mi señora con ganas de aportar, pero cuando vi que la cosa estaba muy fea le dije que se fuera para estar con mi nieta y mi hijo. Después de ello, tuvimos que pensar dónde cocinar. La primera opción fue el Regimiento de Infantería o comprar servicios, pero en ese minuto nadie sabía si eso se podía porque no sabíamos qué pasaba afuera. Después empezamos a cocinar en Clínica Atacama y luego en el Club Libanés. Esos días preparamos como 550 almuerzos para pacientes, funcionarios, militares y voluntarios. En todo momento con mis compañeros pensamos en sacar adelante la tarea y así alimentar a las guaguitas, a los adultos mayores y a todos nuestros pacientes".

La clave fue el trabajo en equipo

María Godoy y Natalia Cisternas son matronas del Servicio de Neonatología y su experiencia estuvo cargada de emoción, compañerismo y el trabajo en equipo. "Todo fue rápido. Gracias al apoyo de los militares pudimos subir a los pacientes porque teníamos niños en incubadoras y el Servicio de Pediatría, que se ubica en el tercer piso no cuenta con ellas. Además son muy pesadas y tuvieron que subirlas entre seis militares. El doctor Ricardo Varas también nos ayudó a trasladar equipos", explicó Cisternas.

"Uno nunca dimensionó lo que se venía, me acuerdo que nos organizamos muy rápidamente y todos sabíamos qué hacer y en cosa de segundos estábamos instalados. La clave fue lo que hicimos como equipo de trabajo junto al Servicio de Pediatría", detalló Godoy. Finalmente ambas profesionales afirmaron que durante la mañana entregaron el turno a las compañeras que igual llegaron a trabajar y en esos momentos, recién, ahí pudieron dimensionar lo qué pasaba.

El marco del Día del Trabajador el director del Hospital de Copiapó, Patricio Hidalgo, manifestó que "el recinto asistencial quiso brindar un reconocimiento a nuestros funcionarios por el invalorable trabajo que brindaron en estos días de tragedia. Sin duda alguna son muchos más nombres e historias que permitieron que el Hospital de Copiapó atendiera a los pacientes que resultaron afectados por el crudo paso de este aluvión. En este contexto, reiteramos el saludo y respeto a todos ellos y, sin duda, el agradecimiento de cada uno de los pacientes que atendieron desde el primero minuto del fenómeno climático, será su mejor satisfacción del deber cumplido. Ahora nos queda seguir trabajando porque tenemos una tarea pendiente de retomar el normal funcionamiento de nuestro recinto asistencial en beneficio de la comunidad atacameña".

Hospital retomó el traslado de pacientes en ascensor

salud. Esperan recuperar esta semana todos los servicios del primer piso.
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Según se informó desde el Servicio de Salud los pacientes del Hospital Regional San José del Carmen ya son trasladados en el primer ascensor normalizado.

"Ha sido un trabajo difícil poder recobrar el funcionamiento del primer ascensor que ya tenemos operativo, debido a la cantidad de agua y lodo que afectó nuestros niveles subterráneos y donde precisamente se ubica todo el funcionamiento y operatividad de nuestros ascensores. Ahora ya contamos con la normalización inicial de uno de ellos", explicó Patricio Hidalgo, director del HRC.

"Contratamos empresas externas para avanzar en este proceso, pero sin lugar a dudas un gran aporte es el que ha realizado Minera Candelaria, quienes a través de sus trabajadores y maquinarias nos colaboraron en el proceso de limpieza del principal recinto asistencial de la región, sacando el barro que acumulado en los dos niveles subterráneos y en dejar operativo este ascensor" dijo la directora del Servicio de Salud Atacama, Sonia Ibaceta.

Para resguardar su funcionamiento por ahora el elevador sólo se utilizará para el traslado de pacientes y alguna situación excepcional que justifique su uso. "Con estas medidas queremos velar por el cuidado de nuestros pacientes con el objetivo de contribuir a su proceso de atención y recuperación. Hemos tomado las medidas de seguridad correspondientes y permanentemente estamos monitorizando su funcionamiento", afirmó Ibaceta.

El siguiente paso es reestablecer el resto de los ascensores considerando los recursos disponibles y factibilidad técnica. "Estamos desplegando todos los recursos y gestiones posibles para que aquellos servicios y unidades que aún se encuentran en lugares transitorios puedan volver prontamente a su ubicación de origen. Es así como en esta semana eventualmente ya podríamos recuperar prácticamente todas las unidades y servicios que funcionan en el primer piso. Tal es el caso del Servicio de Pabellón Central donde estamos realizando una restructura y recuperación importante para renovar las condiciones e instalaciones que tenían hasta antes de la tragedia", indicó Patricio Hidalgo.

Senadora comprometió ayuda a colectiveros

transporte. La parlamentaria Isabel Allende gestionará reunión con ministro.

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La senadora de la región de Atacama, Isabel Allende, se reunió con el presidente de la Confederación de Taxis Colectivos y Transporte Menor (Conttramen), Eduardo Castillo, para informar sobre el catastro realizado a los colectivos en Copiapó, Diego de Almagro y Chañaral, principalmente.

"Las comunas más afectadas son Copiapó, con 1477 vehículos Diego de Almagro con 5 y Chañaral con 88. Además se han visto afectados tanto por el mayor valor de los repuestos, como por la escasez de los mismos", destacó Castillo.

La Senadora Allende se comprometió a conversar con el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes y gestionar una entrevista para poder tratar la situación de los taxis colectivos de Atacama.