Como era de esperar, Aníbal Mosa fue elegido ayer como el nuevo presidente de Colo Colo, tras la junta de accionistas de Blanco y Negro realizada en Pedrero.

El empresario y máximo accionista de la concesionaria que administra Colo Colo asumirá el cargo dejado a principios de mes por Arturo Salah, en un directorio en el que también estarán Leonidas Vial, Paul Fontaine, Pablo Morales, Pedro Grau, Leonardo Battaglia y Alfonso Gómez.

Los representantes del Club Social y Deportivo Colo Colo serán Alejandro Zúñiga y Pablo Acchiardi.

En sus primeras palabras como mandamás, Mosa dijo sentirse "alegre de poder estar a la cabeza del club más grande de Chile", en víspera del cierre de la temporada para los albos, que no clasificaron a los octavos de final de la Copa Libertadores y están con mínimas posibilidades de obtener el título del Torneo de Clausura.

Al respecto, el empresario dijo que "le dolió", porque consideró que es "un objetivo no cumplido del directorio, del cuerpo técnico y de los jugadores".

Sostuvo, además, que "no quisiera hablar de refuerzos antes de no tener claridad respecto de la continuidad del cuerpo técnico".

Agregó que "nosotros, en primera instancia, no vamos a tener una dirección deportiva. Lo primero será hacer una Comisión Fútbol", dejando en duda la posible llegada de Iván Zamorano al puesto abandonado por Juan Gutiérrez.

La primera gran tarea de Mosa en su nuevo cargo será asegurar o dejar partir a Héctor Tapia, quien termina su contrato con la institución y ya avisó que realizaría algunas exigencias para su continuidad.

También deberá trabajar en la conformación del plantel para el segundo semestre y delinear si seguirá con la política de refuerzos "calados" con trayectoria o habrá algún cambio en esa idea que nace del actual cuerpo técnico.

Hasta hoy, el puertomontino trabajaba muy de cerca con el plantel. Era parte de la gerencia del fútbol del club y eso lo hacía verlo seguido por el Estadio Monumental.

Se sabía que más allá de quién resultara ganador, la contraparte aprovecharía su derecho de apelación y así se confirmó ayer tras conocerse el fallo del tribunal de la ANFP que exculpa a Cobreloa de violar el artículo 53 del reglamento respecto de contratación de entrenadores, específicamente en el caso del ayudante técnico de Marco Antonio Figueroa, Alejandro Hisis.

Y Ñublense se jugará es opción. Fue el gerente del club, Hernán Rosemblum quien explicó que "de seguro vamos a llegar a una segunda instancia con el argumento que hemos presentado en su momento. Creemos que Cobreloa incurrió en un error y por algo hay otros clubes que estiman que se debe castigar en ese sentido".

Precisamente, Ñublense apunta al punto 3 del artículo 53, que dice que "ningún director técnico podrá dirigir en otro equipo ni registrar contrato en otra entidad, cualquiera sea la denominación que sirva para encubrir la condición de entrenador".

fallo

De acuerdo al escrito publicado en la página de la ANFP, "para la mayoría de este tribunal no son hechos discutidos: a) Que el director técnico de Cobreloa es don Marco Antonio Figueroa, no solo por hechos públicos y notorios sino porque ha sido además así acreditado en estrados por la parte denunciada y porque fluye además de lo expuesto por las partes denunciantes; b) Que el rol registrado y aceptado en la ANFP respecto de don Alejandro Hisis, es el de "Ayudante Técnico" del club denunciado; c) Que la naturaleza de las funciones de un Directo Técnico y de un Ayudante Técnico, son diversas . d) Que no existe una norma que inequívocamente sancione la supuesta conducta descrita por los denunciantes y que, por lo mismo, para lograr acoger la denuncia en su mérito, debería necesariamente en la especie, efectuarse una interpretación por analogía para llegar a dicha conclusión".

Pese a que el dictamen es lo suficientemente claro y contundente, Cobreloa cuidará la opción de que Hisis no se siente en la banca este torneo. "No lo hacemos por temor sino que porque se entiende que hay un proceso pendiente y no queremos entorpecerlo ni perjudicar a Hisis", dijo el directivo Sebastián Vivaldi.