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Investigan el papel del sistema inmunológico en el desarrollo del Alzheimer

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El sistema inmunológico podría tener un papel importante en el desarrollo de la enfermedad del Alzheimer, según sugiere un estudio publicado ayer en la revista científica Journal of Neuroscience.

A partir de un estudio con ratones, los investigadores de la Universidad de Duke (EE.UU.) observaron que en esta enfermedad ciertas células inmunes que normalmente protegen el cerebro comienzan a consumir de manera anormal un nutriente importante, la arginina.

La arginina (arg o R) es uno de los 20 aminoácidos que forma parte de las proteínas.

En la investigación, el bloqueo de ese proceso con un fármaco evitó en los ratones las placas en el cerebro y la pérdida de memoria características de la enfermedad.

"Si la destrucción de la arginina es tan importante en el desarrollo de la enfermedad, quizás podamos bloquearla y revertir la dolencia", afirmó Carol Colton, una de los autores.

"Consideramos que este estudio abre la puerta a pensar sobre el Alzheimer de una manera muy diferente. No sólo subraya una nueva potencial causa del alzheimer, sino que quizás pueda llevar a un nuevo tratamiento", añadió Colton.

El Alzheimer es la enfermedad de demencia más común en el mundo, al acaparar entre un 60% y un 70% de los casos, según la Organización Mundial de la Salud. En el mundo hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia y cada año se registran 7,7 millones de nuevos casos.

Los primeros síntomas de la demencia son la tendencia al olvido, pérdida de la noción del tiempo y desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.

A medida que la enfermedad avanza, los síntomas se vuelven más limitadores. Las personas afectadas empiezan a olvidar acontecimientos recientes y los nombres de las personas; se encuentran desubicadas en su propio hogar; tienen dificultades para comunicarse; empiezan a necesitar ayuda con el cuidado personal, y sufren cambios de comportamiento.

Nutriente clave

En el Alzheimer, ciertas células inmunes que normalmente protegen el cerebro comienzan a consumir de manera anormal un nutriente importante, la arginina.

Fármaco

En la investigación, el bloqueo de ese proceso con un fármaco evitó en los ratones la pérdida de memoria características de la enfermedad.

No sólo importa qué comer, sino también a qué hora hacerlo

Estudio. La capacidad de regular los niveles de azúcar en la sangre baja por las noches, por lo que sería más saludable alimentarse en horas tempranas.
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Un estudio realizado en EE.UU. mostró que para alimentarse sano no sólo importa qué comer, sino que también a qué hora hacerlo, debido a que la tolerancia a la glucosa -o la capacidad de regular los niveles de azúcar en la sangre- es más baja por las noches que a la hora del desayuno.

Estos resultados explicarían, entre otras cosas, por qué las personas que trabajan por turnos tienen un mayor riesgo de diabetes, como han encontrado estudios anteriores.

La investigación fue realizada por un equipo del Brigham and Women's Hospital -afiliado a la Universidad de Harvard- y en ella participaron 14 personas sanas.

Los autores midieron los efectos que tuvieron en la tolerancia a la glucosa ciertos factores de comportamiento (como las horas de comida y el ciclo de sueño/vigilia) y el reloj interno del cuerpo (sistema circadiano), además de la desalineación entre estos dos componentes.

"Nuestro estudio subraya que no es sólo lo que se come sino que también cuándo se come lo que influye significativamente en la regulación del azúcar en la sangre, lo que tiene importantes consecuencias en la salud", explicó Frank Scheer, coautor del estudio, quien es neurocientífico y profesor asistente de Medicina en la División de Trastornos del Sueño de la institución.

"Nuestros hallazgos sugieren que el sistema circadiano afecta fuertemente la tolerancia a la glucosa, independiente de los ciclos de alimentación/ayuna y de sueño/vigilia", agregó el investigador.

En el estudio, los participantes adoptaron dos tipos de rutinas. En la primera, los voluntarios tuvieron su primera comida del día ("desayuno") a las 8 a.m. y su última comida del día ("cena") a las 8 p.m., y durmieron en la noche.

En el segundo protocolo, sus horarios fueron invertidos en doce horas, por lo que desayunaron a las 8 p.m. y cenaron a las 8 a.m., y se les pidió dormir de día.

Las comidas en ambos casos fueron idénticas.

Luego, los académicos midieron los niveles de glucosa e insulina en intervalos de diez minutos después de cada comida, y cada una hora a lo largo del ciclo sueño/vigilia.

El equipo encontró que los niveles de glucosa después de las comidas fueron un 17% más altos (menos tolerancia a la glucosa) en la noche que en la mañana, independiente de la hora en que los participantes durmieron o comieron.

También encontró que en el segundo caso (cuando los participantes dormían durante el día, desayunaban a las 8 p.m. y cenaban a las 8 a.m.), la tolerancia a la glucosa disminuyó durante varios días.

Este fenómeno, al que los científicos se refieren como una "desalineación circadiana", puede tener implicancias importantes en las personas que trabajan por turnos.

"Estos efectos parecen estar mediados, al menos en parte, por mecanismos relacionados con la insulina", dijo Christopher Morris, autor principal del estudio.

Basándose en estos resultados, los científicos creen que señales contradictorias entre el reloj interno del cuerpo y el ciclo de comportamiento de algunos órganos, como el hígado y el páncreas, pueden contribuir a estos efectos en el control de la glucosa.

"Debido al que los trabajos de noche nunca dejarán de existir, estamos investigando si es posible fijar horarios para el consumo de alimentos con el fin de que ocurran en momentos más ventajosos", sostuvo Scheer.

Presentan nueva idea de cómo se formó la Tierra Sitio web permite recorrer los estudios de abbey road

AP Photo/Daniel Ochoa de Olza

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Un "cuerpo similar" al planeta Mercurio podría ser uno de los "ingredientes clave" para que el núcleo de la Tierra incorporase en sus orígenes la fuente de energía responsable de la creación de su campo magnético. Ese es el escenario descrito por los científicos de la U. de Oxford Anke Wohlers y Bernard Wood en un estudio publicado en Nature que presenta una "nueva receta" sobre la formación de nuestro planeta. En 2012, el CNRS informó que había descubierto que la formación de la Tierra, contrariamente a lo que se pensaba, no se produjo por la colisión de un solo tipo de meteoritos.Ahora, Wohlers y Woods sostienen que la corteza y el manto terrestre presentan una "ratio de metales raros" más alta que el de la mayoría de meteoritos, a partir de los cuales se supone que "había crecido la Tierra".

Google creó un sitio web donde se puede recorrer digitalmente los míticos estudios de música de Abbey Road, donde los Beatles, Pink Floyd y otras bandas grabaron sus mayores éxitos. "Inside Abbey Road" incluye imágenes de 360 grados y secuencias animadas que muestran a los técnicos de sonido en pleno trabajo, así como pequeños artículos que explican la historia de estas instalaciones, cerradas al público desde 1931. "Esta colaboración con Google ofrece al mundo entero la gran oportunidad de conocer cómo es el trabajo del día a día en Abbey Road y de vislumbrar la magia que existe dentro de uno de los estudios más famosos del mundo", manifestó Giles Martin, productor del estudio que trabaja con Paul McCartney, y cuyo padre -George Martin- grabó con los Beatles.