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Inician estudios que medirán presencia de metales pesados en el aire y relaves

PM-10. Determinarán presencia de contaminantes en dos puntos de Copiapó y zonas mineras.
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La preocupación nace para cualquiera que transita por las calles afectadas por el fuerte temporal que anegó casi toda la región de Atacama. Los días avanzan y lo que era barro se transforma en polvo, material particulado en suspensión expuesto a que cualquier transeúnte lo ingrese hasta su sistema respiratorio.

Aunque desde el Gobierno afirman que los índices están por debajo de la norma establecida -al menos en Copiapó- en el Decreto N°20 sobre la calidad primaria para situaciones de emergencia como en este caso.

Así lo afirmó el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien llegó hasta la capital regional para instalar personalmente dos estaciones de monitoreo portátiles para medir los índices de polución que se concentran en Copiapó.

"En este momento tenemos una estación de monitoreo de material particulado que no está mostrando niveles altos, pero quisimos sumar información para capturar el polvo y analizarlo químicamente en un campaña que durará dos semanas, para ver cuál es la composición química y así descartar que se registre la presencia de contaminantes que puedan afectar la salud de la ciudadanía", expresó el subsecretario.

En el Liceo de El Palomar instalaron uno de los dispositivos, el que durante dos semanas intentará determinar a qué niveles de PM-10 y metales pesados presentes en el aire se someten los pulmones de los copiapinos. Medida que complementará los resultados obtenidos con la estación de monitoreo de material particulado con que ya cuenta el ministerio en la capital regional.

Sin embargo, los instrumentos se ubicarán a una altura considerable, puesto que en el Liceo El Palomar superaría los 5 metros de alturas y en el instalado en la seremi es similar, lo que según la opinión pública escaparía de la realidad respiratoria del ciudadano que transita por el centro más cercano al suelo.

Respecto al análisis que realizará el Ministerio del Medio Ambiente en la capital regional, y cuyo resultado estará disponible en dos semanas, el subsecretario comentó que este "es el inicio de una campaña que con la que queremos dar cuenta que estamos preocupados siempre de los problemas, que una vez que termine la urgencia, dar las respuestas a lo que pudo ocurrir respecto a algunos contaminantes", argumentó Mena.

Agregó que por ahora no cuentan con antecedentes para suponer qué tipo de metales pesados podrían mantenerse en el aire, y que sólo cuentan con una línea de base generado por algunos estudios universitarios que desde hoy se someterán a la práctica.

Relaves

Según explicó Mena, Sernageomin realiza ciertos estudios en los sectores en que se mantienen relaves pesados utilizando unas pistolas especiales de rayos X, las que determinan a priori las concentraciones de metales.

"Están haciendo un monitoreo completo, tanto en los relaves activos y pasivos, dentro de los que están en funcionamiento no presentamos problemas, pero aquellos que no están operativos tenemos una especial preocupación en aquellos que tienen más de 40 años de inoperatividad", enfatizó Mena.

Se someterán a prueba unas pistolas que definirán las concentraciones de metales en los relaves, pero para corroborar, también en aquellos puntos que se presenten los mayores niveles de contaminantes, se efectuarán contramuestas para con un método más preciso determinar la realidad de cada caso.

"Contamos con buenos antecedentes y estamos optimistas sobre los resultados que obtendremos en ambos procesos, por ahora el aire se mantiene un tercio por debajo de la norma y los informes de Sernageomin son muy positivos", adelantó el subsecretario de Medioambiente.

Juanito: "no vine para inspirar, pero si es así, me daré por satisfecho"

Voluntarios. Pobladores dejan atrás cualquier prejuicio y entregan su granito de arena en las tareas de apoyo.
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Esta es otra de las historias que nacen en medio de la desdicha. Un relato que da a entender a todos los que dan cualquier mala excusa para no ayudar en este periodo de necesidad de toda la región de Atacama. Hablamos del conocido "Juanito" Daza, un comerciante ambulante con capacidades diferentes que trabaja como voluntario en el Liceo El Palomar.

Él, junto a Antonio Aguilar, otro poblador que olvidó que está en una silla de ruedas, buscan juntos la oportunidad de ayudar a otros ciudadanos que estuvieran en malas condiciones.

"No podía vender mis confites en el centro porque no hay gente en la calle. Como a mí me gusta participar en diversas actividades mis hermanos me dijeron que podía venir a colaborar dentro de mis posibilidades, porque sé que hay copiapinos que tienen una gran necesidad", expresó el joven de 32 años.

Siendo un personaje reconocido en el centro de Copiapó, Juanito tiene tanto o más ánimo que cualquiera de sus compañeros en el centro de acopio apostado en el Liceo El Palomar, donde colabora en la organización de las bolsas de asistencia que recibirán los miles de damnificados y albergados que se mantienen este sector del país.

"Sé que esto que hago no está al nivel de los otros voluntarios, pero tengo las ganas, el empuje. Quizás no vine a inspirar a todos los atacameños y otros chilenos a que vengan a colaborar, pero si logro algo parecido con mi presencia aquí daré por satisfecha mi pequeña participación", dijo.

Con el mismo ánimo participa Antonio Aguilar, quien tiene que mover su silla de ruedas durante una hora y 45 minutos desde Cartabío para colaborar, transportando las bolsas hasta los camiones acondicionados para llevar las ayudas. A pesar que se sintió enfermo durante el lunes, ayer, Aguilar estuvo frente al cañón y apenas se lo permitieron regresó a colaborar.

Para los voluntarios estos luchadores son un símbolo de solidaridad que difícilmente tendrá un parangón en esta catástrofe, pero que puede llegar a inspirar a decenas de voluntarios que hoy son requeridos en las centros de acopio para preparar las bolsas de asistencia que se distribuyen en la zona.