Esta semana el vallenarino Wladimir Salinas salió desde la comuna de Huasco con destino a Chañaral con mil 700 pesos en los bolsillos y con una información que lo remeció. Un hombre llamado Guber buscaba a su hijo en la mezcla de agua, fango y sedimento producido por relaves que se lo arrebató de las manos y donde sólo pudo salvar a su hija y su esposa. Con este testimonio, decidió salir de Huasco y relató su experiencia sobre estos días de ayuda a través de su cuenta de Facebook "Wladimir Salinas López" y se viralizó en red social, siendo compartida su historia, hasta el cierre de esta edición, más de 780 veces.
"Me dispuse a salir con dirección a Chañaral y tratar de ayudar como operador de maquinaria. En mi camino estaba la casa de mi madre quien me apoyó con el almuerzo y unos pocos pesos que tenía. Me trató de ayudar con locomoción para que pudiera llegar a mi destino y me contó que unos voluntarios venían de Punitaqui y de La Serena pero que sólo tenían combustible para llegar con suerte hasta Vallenar, como mi ganas y mi meta eran las de llegar luego le pedí a mi madre que me dejara en el cruce de carretera para poder hacer dedo".
Salinas sigue su relato contando que un camión lo llevó hasta la entrada de Copiapó y ahí se dio cuenta de la magnitud de la tragedia.
"Me despedí del camionero y dispuse mi viaje a pie. A media hora y un par de kilómetros avanzados se detuvo un auto color anaranjado bañado en barro al llegar a la ventana del conductor me preguntó mi destino: 'Voy a Chañaral', le dije. Me contestó que llevaría a una señora que también iba a Chañaral. Ya no iba solo. Cuando llegamos a Caldera ya era tarde, casi oscuro. Al final el conductor trató de llevarnos a Tur Bus para que nos fuéramos ahí, pero no estaban saliendo. Al final del viaje quedamos de amigos ya que nos ofreció su casa. Con la señora nos quedamos en la carretera de Caldera haciendo dedo y las camionetas camiones autos pasaban y pasaban vacíos y yo con la señora caminábamos un poco y nos reíamos de la desgracia de estar en un país donde nadie ayuda a nadie. Nos reíamos y cantábamos la canción del Dj Méndez 'Este es mi chile querido'", contó.
"Llegamos a Chañaral y era inimaginable la oscuridad. Se veía todo negro. Los postes de tendido eléctrico en el suelo. Nos dejaron fuera del albergue del liceo a una cuadra, eran casi las doce y una patrulla militar de forma automática se me acercó, 'deténgase ahí' me dijeron casi gritando. Yo me encontraba en plena oscuridad y dejé mi mochila en el suelo y levanté las manos por mientras que la patrulla se me acercó ya con un tono más tranquilo me preguntaron para dónde iba y les dije que venía de Huasco, que era operador y venía de voluntario, me acompañaron hasta el albergue", sigue.
"El desastre que me vendió la tele era una décima parte de lo que realmente estaba sucediendo las calles estaban totalmente llenas, rebalsadas, destruidas, arrasadas, desaparecidas e inundadas la catástrofe... era como ver al país con un corte en la guata desde su ombligo hasta la espalda, así de grave. La pena del escenario me tomó del pellejo del lomo y me dejó sentir el frío de la pena cuando me vi llorando. Lloré y lloré con ganas para no llorar más y ser fuerte", escribe en su cuenta de Facebook.
"Me acerqué a la municipalidad entregando mi currículo para ver si podía conseguir una máquina y ayudar, la sorpresa fue mayúscula cuando me dijeron que no contaban con apoyo de equipos. Salí al centro devastado con la ropa que tenía puesta de inmediato me dediqué a la búsqueda de personas bajo el barro en ese día como equipo de búsqueda voluntario que estaba constituido por tres españoles, cuatro franceses y seis chilenos todos voluntarios".
La historia del huasquino Wladimir Salinas López continúa con todo lo que ha visto y ayudado en una de las comunas más golpeadas por la tragedia.
"El problema y el desarrollo de esta perfecta desorganización no se debe a la gente de Chañaral sino al Gobierno que no es capaz de colocar a las personas preparadas e idóneas en los cargos no es lógico dejar a la gente del mismo lugar para que se repartan la comida. Mi nombre es Wladimir Salinas López y le agradezco a Dios por permitirme ver, sentir y ser parte de sus planes. Para la gente de Chañaral", señaló el huasquino en su cuenta de Facebook.