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Voluntarios se la juegan por levantar Atacama

Solidaridad. Jóvenes han llegado a la zona para ayudar.
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Estudiantes de colegios, institutos y universidades, todos unidos por una misma causa: ayudar a los damnificados de la región que en muchos casos lo han perdido todo por el aluvión que arrasó el miércoles pasado.

Toda la energía juvenil se ha volcado en poner sus manos y corazón para colaborar en la reconstrucción de la ciudad que aún está cubierta por el barro. Para eso se habilitó el Liceo El Palomar como Centro de Acopio y Distribución en la provincia de Copiapó, dado los buenos accesos que tiene este establecimiento educacional y por ser este uno de los pocos lugares donde el aluvión de agua y lodo no afectó a la población.

A cargo de la coordinación del centro está el seremi de Deportes Osvaldo Carvajal, quien agradeció la ayuda de todos los voluntarios y añadió que "hemos tenido la colaboración desinteresada de más de 300 jóvenes que han concurrido en doble turno he incluso se han quedado trabajando cuando hay toque de queda, por eso agradecemos su ayuda he invitamos a que más personas puedan venir a sumarse a esta tarea. Ya hemos distribuido más de 100 toneladas de alimentos y provisiones, gracias al esfuerzo y trabajo de todos".

Una de las voluntarias es Charlotte Jiménez, de 16 años y alumna del Liceo de Música, que vino a cooperar. Agregó que "en mi casa no pasó nada así que si uno puede tiene que ayudar. Supe por amigos y por la televisión que se está haciendo este trabajo y ya llevo 4 días acá. Estoy cansada porque tuve que cargar cajas, pero no me importa porque estoy ayudando".

Igualmente la pequeña de 13 años Catalina Ignacia Cruz se ha sumado a la labor de reconstrucción. Ella dijo "soy copiapina y no tuve problemas y quiero ayudar a la gente que sí le pasó. Vine con dos tías y unas primas".

Tacos colapsan las vías de Copiapó

transporte. Los traslados que duraban minutos se convirtieron en horas.
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Tacos de kilómetros han dificultado el traslado de las personas en Copiapó. El cierre de algunas calles, los trabajos de maquinaria en otras y la gran cantidad de vehículos que circulan hicieron colapsar el sistema vial.

El casco histórico se vio sobrepasado, en especial los más cercanos a los supermercados que comenzaron a vender suministros nuevamente. Cabe señalar que viajes que no tomaban más de 15 minutos en un día normal se extendieron a más de una hora en algunos de los casos.

Las situaciones más críticas se dieron en los puentes que cruzan el Río Copiapó, ya que solamente hay dos habilitados. Además el traslado de camiones por la ciudad y la llegada de ayuda han aumentado la cantidad de vehículos.

Dado lo complicado de la situación, los ánimos de los conductores se alteraron y en varias vías de la capital regional se observaron insultos entre las personas y en algunos casos imprudencias que podrían causar un accidente.

Consultorios colapsan ante la demanda de vacunas

Prevención. Cientos de personas arribaron a los dos consultorios habilitados en Copiapó, los que se vieron sobrepasados.
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Cientos de personas llegaron hasta los Cesfam El Palomar y Mellibosky para vacunarse contra el tétanos, hepatitis A e influenza en Copiapó. Los centros de salud se vieron sobrepasados por la cantidad de personas que llegaron versus la cantidad de vacunas que tenían.

El proceso comenzó a las ocho de la mañana en los establecimientos. En El Palomar se adaptaron tres vacunatorios, pero a pesar de esto no dieron abasto. En uno de los sectores había cerca de 300 vacunas, pero en su exterior las personas superaban las 500.

La enfermera encargada del vacunatorio del Cesfam El Palomar Johana Pasten indicó que "hemos tenido mucha afluencia de público pidiendo las vacunas. Nosotros nos quedamos sin vacunas hasta el momento y esperando que nos despachen más".

Cabe señalar que el Cesfam está diseñado para una población objetiva de 1.500 personas, pero ahora ha debido dar algunos servicios para la mitad de Copiapó como es la vacunación de las personas.

Según la profesional la vacuna más requerida y la primera en acabarse fue la de hepatitis A. Sobre el proceso, la profesional subrayó que "fue un colapso total. Llegaron personas embarradas completas, gente enferma y niños chicos esperando", llamó a la población a tener paciencia.

Uno de los momentos más complejos se vivió cerca de las diez y media de la mañana cuando los ánimos se alteraron por la larga espera y la falta de vacunas. Algunas personas comenzaron a insultar al personal del centro de salud lo que obligó a llamar a Carabineros para resguardar el orden. Finalmente durante todo el proceso estuvo supervisado por dos efectivos punto fijo para evitar este tipo de roces.

Vacunación

Las vacunas contra la hepatitis A se suministrarán a las personas entre 1 y 20 años expuestos a aguas servidas (con priorización en grupo de 1 y 15 años).

En tanto las vacunas contra la influenza son para las personas a partir de los 6 meses. Las vacunas contra el tétano son para los pobladores mayores de 18 años hasta 40, que presenten heridas y/o que remuevan escombros.

POblación

Al consultar a las personas en las calles de Copiapó había bastante desinformación. La mayoría señala que no sabe dónde o quiénes puedes vacunarse. Otra complicación que se suma al plan preventivo es la dificultad que tienen los pobladores de zonas periféricas para llegar por las calles cortadas.

Juan Beltrán quien vive en el sector de Llanos de Ollantay señaló que "la idea es vacunarse pero dado la distancia y que el pasaje se encuentra anegado es imposible movilizarse".

La autoridad sanitaria informó que la cantidad de vacunas en la zona aumentará en los próximos días.