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Balance del verano: crece la llegada de argentinos

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Pasados los meses de verano, Sernatur hizo una evaluación de lo que fue esta temporada de vacaciones, siendo algunos aspectos destacados el incremento de visitantes que llegaron al Ojos del Salado y la ocupabilidad del destino Bahía Inglesa-Pan de Azúcar, además de la gran cantidad de argentinos que llegaron a la región.

El balance del servicio fue que en la Oficina de Información Turística de Sernatur en Copiapó, entre los visitantes extranjeros que solicitaron información turística, casi en un 40% se trató de turistas de nacionalidad argentina, por lo que se confirma que nuestros vecinos siguen siendo el principal mercado extranjero para Atacama.

Por parte de los visitantes nacionales que requirieron de información en las oficinas de Sernatur en Copiapó, en su mayoría se trató de viajeros provenientes de Santiago, registrándose un 10% de aumento en las consultas de oficina, respecto a la temporada estival anterior, atraídos principalmente por el borde costero y los parques nacionales.

Sobre este tema Daniel Díaz, director regional de Sernatur, señaló que "en cuanto a ocupabilidad Atacama se mantuvo en la línea de los destinos del norte, como Iquique y San Pedro de Atacama que registraron cerca de un 80% de ocupación". En este sentido la variación entre el mes de enero y febrero en Bahía inglesa fue de un 13,8%, reafirmándose que este último es el mes más fuerte del turismo en Atacama.

DESTINO

En cuanto al destino preferido por los visitantes extranjeros, este fue el Copiapó-Ojos del Salado que atrae a los aficionados al montañismo provenientes en gran número desde Europa, quienes que completaron medio millar de visitantes este verano, registrando un aumento de un 5% respecto de igual período en la temporada anterior. A estos se suman, una cantidad indeterminada de montañistas que no se registraron en la Dirección de fronteras y límites (Difrol)

Otro aspecto destacado por Sernatur fue el de los extranjeros que ingresaron a Atacama por los pasos internacionales, quienes durante enero registraron una cantidad 145% superior a la de igual mes del año pasado, esto se explica por el paso del Dakar y las mejoras viales que permiten a los visitantes trasandinos llegar hasta la región. Los parques nacionales también son un atractivo importante y en Pan de Azúcar se registró un alza del 0,5%.

Desincentivar las tomas

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La CChC Copiapó en su informe introduce un concepto innovador con respecto a lo que se ha estado discutiendo: "zonas de contención urbana". Estas se explican como la generación de nuevas soluciones que complementen la creación de urbanizaciones en el borde costero, las cuales fortalezcan ciudades como Caldera o Chañaral. Esto quiere decir que se debe expandir el radio cercano a dichas urbes, aprovechando así los sistemas de urbanización con los que cuentan. Esta sería una de las formas para desincentivar las tomas, o bien la parcelación más densa, evitando la formación de nuevas ocupaciones ilegales a modo de pequeñas parcelas, que han contribuido a la dispersión urbana del borde costero.

Las viviendas en la tomas alcanzarían las 8 mil en la región

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Termina el verano y la situación de las tomas costeras persiste como uno de los aspectos de los cuales se deberá hacer cargo el gobierno, la ciudadanía y el mundo político.

El sector privado, en tanto, no ha querido mantenerse al margen ha deseado entregar sus propuestas.

En octubre de 2014, en base a un catastro realizado por Bienes Nacionales, el área de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción Copiapó dio a conocer el documento "Problema en el borde costero", en el cual se estimaba que las ocupaciones irregulares en terrenos fiscales en el borde costero de Atacama estarían alrededor de las 6.449 viviendas. Si a esto se agregaban las que se encuentran en Puerto Viejo (en terrenos privados), aumentarían a casi 8 mil.

Estas cifras actualmente se encuentran en revisión, con un número más concluyente cuando se den a conocer los resultados del censo que se realizó durante fines del año pasado en las tomas de la costa atacameña (donde también debería reflejarse los desalojos realizados).

De todas maneras, y a la espera de los números oficiales que entregará el Instituto Nacional de Estadísticas (IN), de acuerdo a la información que proporcionará la secretaría regional del Ministerio de Bienes Nacionales, el gremio de la construcción ha estado haciendo un seguimiento de lo que ha estado ocurriendo hasta ahora, tomando en cuenta que en el estudio "Problema en el borde costero" se sugieren algunas acciones a seguir de cara al futuro para enfrentar este tema.

En este contexto, Yerko Villela, presidente de la CChC Copiapó, hace un análisis y presenta algunas de las propuestas al respecto. "Es legítima la aspiración de personas de contar con una vivienda cerca del mar, pero esto debemos hacerlo de forma ordenada y regularizada (que cumpla con la normativa en construcción), por los conductos correspondientes, sino se está afectando uno de los patrimonios más importantes que tiene la región", explica el dirigente gremial.

Desde esta base, el análisis se interna en los problemas que impiden un desarrollo de mejor calidad en el borde costero, impidiendo la consolidación de ciudades como Caldera, Huasco o Chañaral. A ello se suman, dicen desde la CChC, serios problemas asociados a la institucionalidad, lo que sigue provocando la ocupación irregular de suelo fiscal. Lo anterior deja en evidencia la urgente necesidad de replantear la Política Nacional del Borde Costero.

"Es importante tener principios rectores que recojan una visión moderna de desarrollo del borde costero, a la vez audaz y respetuoso, y que sea el sustento de una reformulación integral de nuestro marco legal y reglamentario en esta materia", propone Yerko Villela.

Principios rectores

Las propuestas que elabora la CChC Copiapó en el informe, parten de la base de directrices que establezcan un marco para las posibles acciones a tomar.

Para la entidad, el borde costero debe entenderse como una oportunidad de desarrollo para las comunidades y no como un obstáculo, relacionado a que actualmente el marco jurídico y de ordenamiento pone trabas a que se aprovechen positivamente las costas, teniendo siempre en cuenta que debe ser en un contexto de sustentabilidad y sostenibilidad.

Añade que debe existir mayor poder de lo local en la planificación urbana del borde costero, pues se estima que no hay ninguna razón de fondo que justifique tener un criterio para la planificación del borde costero urbano distinto al que se ocupa en el resto del territorio urbano de CHile, en el sentido que la responsabilidad recae en las Municipalidades y no en organismos del Gobierno Central.

Asimismo, agrega que fuera de las áreas de protección (de amplio espectro) debe implementarse una planificación por condiciones que posibilite la internalización de externalidades, para esto debe haber una definición previa de las áreas de protección, lo que conlleva un ordenamiento para desarrollos en el borde costero, que permita que sea eficiente. En este caso, es fundamental contar con participación ciudadana;

Finalmente, las zonas de protección del patrimonio costero deben ser definidas por la comunidad y deben tener asociado recursos estatales para su preservación.

"Estas son proposiciones que deben ser sociabilizadas con autoridades y con actores involucrados en esta temática, pero que nos parecen que van en la dirección correcta, pues dan un marco conceptual sobre el cual debemos actuar", plantea el presidente de la CChC Copiapó.

Rol más activo del gobierno

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Las propuestas que define el documento presentado a fines del año pasado por la Cámara Chilena de la Construcción Copiapó, están asociadas a un rol proactivo del gobierno como administrador de los terrenos fiscales, buscando la forma de, tomando en cuenta la experiencia de estos últimos años, adelantarse a que siga la proliferación de ocupaciones irregulares en el borde costero. En este caso, desde el gremio proponen un ordenamiento definido claramente, para darle funciones al territorio.

"Se debe tomar en cuenta que en Atacama aproximadamente el 60% del territorio lo administra Bienes Nacionales, lo que lo catapulta como un actor clave en el desarrollo no sólo del borde costero, sino que de nuestra región", explica Yerko Villela, quien agrega: "en el caso de las tomas en la costa, una de las posibles soluciones que estamos planteando, además de una planificación y ordenamiento que dé un marco, es la de urbanizaciones y venta en sitios que no sean de gran escala, es decir alcanzables en términos de valor para las personas".

Así, desde el gremio dicen que se debe velar porque las construcciones posean urbanizaciones y soluciones sanitarias, de este modo parcelar el suelo en sectores específicos, así las personas interesadas tendrán que cancelar un valor sobre el terreno, convirtiéndose en zonas con las condiciones adecuadas para habitar (en concordancia con las leyes vigentes).