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rECORDANDO: EL CAMBIO DE NOMBRES DE CALLES Y POBLACIONES DE VALLENAR

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Corría el mes de marzo de 1978, hace 37 años. El gobierno militar de la época procedió al insólito e injustificado cambio de nombres de algunas poblaciones y de calles céntricas y suburbanas de esta comuna, sin ninguna fundamentación ni razón histórica que ameritara borrar del consciente colectivo varios nombres con profunda raigambre en la historia local, por otros más genéricos, sin mayor relación con el pasado de la comuna.

Fue así como mediante el decreto supremo N° 180, firmado en la capital por el recién autodesignado Presidente de la República, Augusto Pinochet Ugarte y el ministro del Interior, comandante de Aviación Enrique Montero Marx, se procedió en forma inconsulta al cambio de nombre de calles y poblaciones de esta comuna.

CENTRALISMO

Cumplidos 37 años de esta medida, nos damos cuenta una vez más, que se puso en evidencia el centralismo de este país, por cuanto se decidió en Santiago, entre cuatro paredes, por gente que nunca siquiera había visitado Vallenar, dándole un portazo en la cara a la historia de la capital del Huasco.

Lo curioso es que esta modificación fue solicitada por el entonces alcalde designado de la comuna, Leopoldo Hernán Nilo Soupper, mediante el oficio ordinario N° 52, dirigido al Ministerio del Interior.

A juicio de los historiadores locales, esta ordenanza modificó erróneamente varios nombres con rico origen histórico y verdaderamente enraizados en la historia de Vallenar, los nombres de las céntricas calles "Hospital", "Escuela", "Matriz" y "Recova". La calle "Hospital" debía su nombre a que al final de su trazado, existía el famoso "Hospital de los Pobres", el cual fue reemplazado por el que se construyó en los terrenos que donó el filántropo Nicolás Naranjo Palacios. El gobierno militar dijo que esa calle debía llamarse, en adelante, "Verdaguer", en reconocimiento a la labor realizada por el oftalmólogo Juan Verdaguer que, gracias a la gestión del Club de Leones, atendió gratuitamente a muchos estudiantes vallenarinos de escasos recursos que requerían de lentes ópticos para mejorar su visión. Por su parte, la calle "Escuela", llamada así porque en su trazado original existió la primera escuela pública de la comuna, cambió su nombre a "Calle Vallejo", en homenaje al escritor costumbrista copiapino Jotabeche. En tanto, la calle "Matriz", debía su nombre a que allí se levantó la antigua capilla La Matriz, en 1829, que era atendida por el párroco Tadeo Cuervo hasta su destrucción por el terremoto de 1833. Este templo estaba en el mismo sitio que hoy ocupa la Iglesia San Ambrosio y su puerta principal daba justamente hacia la calle que, por costumbre popular, empezó a ser llamada "Calle de la Matriz"; no obstante, el decreto 180 modificó su nombre por el de "San Ambrosio" que recuerda el patronímico del fundador de la ciudad, don Ambrosio O´Higgins, y por último, la calle de la Recova, actualmente, llamada Alonso de Ercilla, debía su nombre a que allí existió el primer mercado o recova de la ciudad. Este local funcionó en la esquina de la actual calle Alonso de Ercilla con Merced.

Donde también se produjo un grave atentado a la memoria histórica de Vallenar, fue al cambiar el nombre de las poblaciones. Así fue que, de un plumazo, se modificó el nombre de la antigua población "Los Canales", ubicado en el faldeo sur, dejándola como población Rafael Torreblanca. Si bien este último nombre es auténticamente atacameño y nos recuerda a un gran héroe de la Guerra del Pacífico, el nombre de "Los Canales", nació por costumbre popular, debido a la gran cantidad de canales que corren por los faldeos de esta población que, anteriormente, era llamada población de "indios".

POLVORERA

La otra población que este famoso Decreto 180 borró de una plumada hace 37 años fue la población "Polvorera", llamada así por la propia gente desde que se creó. Su nombre se debía a dos razones. La primera era debido al gran tierral que se levantaba permanentemente por las tardes, debido a los vientos que allí se encontraban, produciendo esta habitual "polvareda" o "polvorera"; mientras que la segunda razón dice que en ese sector existían lugares donde se mantenían guardadas reservas de pólvora. Por cualquiera que haya sido la razón de su nombre, a los vecinos les costó mucho aceptar que el nuevo nombre de su población debía ser, a partir de 1978, población "Baquedano", el apellido de un valeroso gran militar chileno, pero sin raíz en el valle del Huasco, también se modificó el nombre de la población "Carrera", equivalente a la explanada altiplánica norte, donde en la antigüedad se realizaban carreras de caballo, existiendo incluso una suerte de hipódromo, con casetas donde se recibían las apuestas. Se le cambio por "Hermanos Carrera".

Lamentablemente, esos eran tiempos en que no se podía disentir y los vallenarinos, que son personas que aman su tierra y su historia, debieron aceptar estas modificaciones sin chistar ni comentar, así lentamente, se comenzó a "matar" parte de la historia local por decreto infundado y antojadizo.