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Rostros defienden a Yerko Puchento por arriesgada rutina contra Dávalos en TV

Espectáculos. Lejos de los chistes blancos, el actor se sumó a lista de humoristas, como "Palta" Meléndez, León Murillo y Edo Caroe, que han criticado a la clase política en el último tiempo.
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Cada vez las rutinas de humor político y contingencia nacional son más aplaudidas por el público. Prueba de ello es que los casos Caval y Penta se han convertido en las temáticas favoritas de varios humoristas para arremeter contra la clase política.

Primero se presenció en el Festival de Olmué con Edo Caroe, luego en Antofagasta con Juan Carlos "Palta" Meléndez y la semana pasada en el certamen viñamarino con León Murillo; mientras que la actuación de Arturo Ruiz-Tagle y Centella se ganaron al público gracias a un chiste político.

Pero la rutina que más sorprendió en las redes sociales fue la de Yerko Puchento en el primer capítulo de la nueva temporada de "Vértigo", de Canal 13. "Le hablo al Chile que se colude, que aprueba leyes para los amigos, que habla de fin al lucro cuando lucran todo el día", dijo en su presentación y sin piedad apuntó hacia al hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos. Ni siquiera el dueño del canal que otorgó el crédito se salvó de las palabras.

"Me voy referir al caso Caval y los 6.500 guatones que le prestaron y hablando de guatones me quiero detener. A ti te voy a hablar, Sebastián Dávalos Bachelet: sé que me estás mirando en un lugar perdido de Machalí, porque a Caburgua no te dejan entrar", precisó durante su rutina.

"Epidemia con aros, conocido como 'el betún Virginia' de los Bachelet, 'una pasadita y basta'. De una pasada te metiste al bolsillo 2.500 millones, lo mismo que gana un obrero en 9.999 años y pelando el ajo", le dijo Yerko sin ambages, entre otros desafiantes mensajes.

rating

A pesar de que Canal 13 promedió 14,7 puntos, no pudo contra las 21,9 unidades de las teleseries turcas y el reality de Mega. Sin embargo, la rutina de Daniel Alcaíno logró un peak de 21 puntos y fue trending topic en Twitter.

tiempos de silencio

A pesar de que en la televisión siempre ha habido un espacio para el humor, sobre todo de un tipo más inocente y blanco, en los últimos años los medios de comunicación, el público y los propios humoristas están más dispuestos a mostrar este tipo de rutinas. ¿A qué se debe esto?

Juan Carlos "Palta" Meléndez fue uno de los pocos humoristas que se atrevió a atacar a la dictadura, pero que también le trajo consecuencias en su vida, pues en tres oportunidades estuvo detenido por imitar a Augusto Pinochet y varias veces se quedó sin trabajo por sus dichos. Incluso cuando en esa época lo llamaban para programas de televisión como "Sábado Gigantes" (Canal 13) tenía prohibido hacer chistes sobre la dictadura. "Era el único que me atrevía. Fui censurado y estuve siete años sin estar en televisión porque hacía un humor que decía cosas", sostiene.

Pero no solo tuvo problemas en los 80, también tuvo varios conflictos al regreso de la democracia. "En 1994 conté un chiste del Papa y fue condenado por la Iglesia. Tuve que esconderme y fui castigado por el Opus Dei. Si hoy cuentas ese chiste no logras entender por qué fui tan criticado", asegura el humorista.

Y si antes el humor político era clandestino, ahora la gente no tiene miedo de atacar a la clase política a través del fenómeno del "meme" en las redes sociales. En relación a lo anterior, Meléndez considera que "es un arma de humor que utiliza la ciudadanía". Por eso, tal como la gente manifiesta su descontento, los humoristas tampoco pueden pasar por alto la contingencia social y "están obligados a hablar sobre la agenda actual de nuestro país", pues ya es algo de "sentido común" y "donde vayas se habla del hijo de la Presidenta o del caso Penta".

Es así como este nuevo escenario de libertad ha provocado que las nuevas generaciones de humoristas sean menos temerosas en decir las cosas. Por ejemplo, Edo Caroe no tuvo problemas al bromear sobre los casos de pedofilia de la Iglesia, mientras que León Murillo se refirió a Martín Larraín.

Tal como los humoristas se están atreviendo a hablar sobre los temas políticos, el público también se ha mostrado más dispuesto a escuchar este tipo de humor y los medios de comunicación lo han permitido.

León Murillo explica que la buena recepción del humor político en el público se debe a que "la gente agradece cuando hay alguien que lo identifique, que sea capaz de burlarse de la agonía que producen los políticos".

"Era el único que me atrevía. Fui censurado y estuve siete años sin estar en televisión porque hacía un humor que decía cosas"