La historia de las carabineras que se han ganado el respeto de todos
mujeres. Siempre a la par de sus compañeros, soportando ataques, gases lacrimógenos y largas jornadas de trabajo. Una conduce carros policiales y la otra, una moto todo terreno.
Con el correr de los años no cabe duda que las mujeres han ido avanzando en terreno en la sociedad, no solo por las múltiples funciones que desarrollan, si no porque en todas ellas realizan el trabajo con responsabilidad, compromiso, capacidades, exigencias y conocimientos técnicos que se exigen en el mundo laboral del siglo XXI.
En la región existen dos casos importantes que merecen ser conocidos por la ciudadanía. Con más de 20 años de servicio, Paola Apablaza, sargento 2° de la cuarta comisaría de Carabineros de El Salvador, y la Sargento 2° Jéssica Rojas, de la segunda comisaría de Copiapó llegaron a posponer su maternidad por entregarles su vida y tiempo a la institución.
Con los años se han igualado los roles de hombres y mujeres, y esta igualdad de género al interior de Carabineros permite que hoy ellas se encuentren en este lugar. Todo este avance permite ver a la mujer carabinera patrullando y cumpliendo labores de vigilancia preventiva en radiopatrullas, caballos, bicicletas, motos o infantería.
La sargento 2° Paola Apablaza realiza su trabajo sobre una moto. Patrulla y cumple labores de vigilancia preventiva al igual que sus compañeros, dando respuesta a hechos delictuales que muchas veces ponen en riesgo su propia integridad en beneficio de la ciudadanía.
Por su parte, la sargento Jéssica Rojas, debido a sus demostraciones de profesionalismo, es reconocida no solamente por sus compañeros de trabajo, sino también por la comunidad. En 2014 fue premiada con el por el Banco de Chile por el aniversario de Carabineros.
Por ésta y muchas razones más, es meritorio reconocer la labor que desempeña la "Mujer Carabinero", quienes sin temor a los desafíos, son un aporte a la misión de resguardar el orden y la seguridad pública en sus distintos ámbitos.
Ella, sin importar nada, también va sin miedo tras el bandido para que la ciudadanía pueda dormir tranquila, sin preocuparse del bandolero que por su sueño dulce y sonriente vela su amante carabinero, tal como señalan parte de los versos del Himno de Carabineros de Chile.