Arturo Ruiz-Tagle vuelve a la Quinta por la revancha
humor. El artista se presentará con una rutina de stand up comedy, donde tratará temas como la política y la religión.
Aunque el 2002 Arturo Ruiz-Tagle pasó sin pena ni gloria por la Quinta Vergara, hoy vuelve al Festival de Viña para vivir su revancha "más experimentado" y "como el vino", como él dice. "Es súper emocionante volver a este escenario... estoy feliz", comentó ayer en la conferencia de prensa, luciendo un look muy similar a Jim Morrison, el fallecido vocalista de The Doors.
Y como dicen que de los errores se aprende, para esta noche el humorista no llegará solo con las aventuras de "Arturito", sino también tiene preparada una rutina de stand up comedy que esta vez tratará de ser más transversal con temáticas de "sexo, política, religión y rock&roll", pues asegura que "en una hora te juegas toda tu carrera". Según adelantó, contará la experiencia de "unas vacaciones en el Lago Caburgua, también hablaré de la xenofobia y por qué las mujeres siempre bailan solas".
En entrevista a Emol, además, detalló que también hablará sobre "la teoría de la conspiración y cómo nos manejan los medios de comunicación a través del miedo. Y ya hacia el final de mi espectáculo quiero hablar de religión y de algunas experiencias del más allá".
Dinamita Show, Centalla y León Murillo ya pasaron la prueba de fuego ante el Monstruo. Sobre ellas, Ruiz-Tagle dijo que le agradaron bastante las rutinas de sus compañeros, pero que eso también le provoca más presión porque el público puede ser más exigente. Incluso debió modificar a última hora algunos detalles de su presentación, ya que hay chistes similares a los ya oídos.
El chileno, que actuará luego de Cat Stevens, comentó que la única petición que realizó a la organización era presentarse esta noche. "Pedí estar en Cat Stevens porque me gustaba más, porque son parecidos los artistas que se iban a presentar esa noche y son más mi onda. Aprovecharé eso para ser políticamente incorrecto y tener el favor del público".
años
han pasado desde que Arturo Ruiz-Tagle enfrentó por primera vez al Monstruo. Hoy es su prueba de fuego.
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