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Chañaral: Entre la naturaleza, la gastronomía y el patrimonio

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Chañaral está en un lugar privilegiado gracias a su acceso. Desde el norte o desde el sur, los vehículos deben sí o sí pasar por esta ciudad al ir entre las regiones de Atacama y Antofagasta. Esto da la oportunidad de que más visitantes conozcan los atractivos en esta zona.

El destino más importante e indiscutido de todos al llegar a la comuna es el Parque Nacional Pan de Azúcar, el más visitado de Atacama y que tiene la mejor habilitación de áreas para desarrollar visitas. Posee zonas de trekking, campings, cabañas, ciclismo, paseos en bote, gastronomía y recientemente habilitación en distintos puntos para un turismo accesible que hacen de este un parque un destino apto para todo público y la familia.

camping y recorridos

Toda una oferta que es coronada con los tour personalizados que hace Elisabeth Zúñiga con su emprendimiento Etty Tour. "Hago los tour prácticamente personalizados, mostrando flora, fauna, interpretación ambiental, historia, descripción de cactáceas", explicó la guía turística que cuenta con el sello de Calidad Turística.

Según explicó los visitantes que atiende son más extranjeros que nacionales. Sin embargo, añadió que durante enero son más los turistas jóvenes los que llegan a Pan de Azúcar, mientras que en febrero aparece más la familia.

Elisabeth indicó que esto se da porque la gente viene "aprovechando la tranquilidad única del lugar. No tenemos robos, porque hay una tenencia de Carabineros que hace vigilancia, así que pueden dejar sus carpas sin ningún riesgo y salir a caminar o andar en bicicleta, para disfrutar del parque y sus miradores", indicó la guía.

Pero además el Parque Nacional Pan de Azúcar cuenta con una antigua caleta de pescadores donde se ofrecen frescos productos del mar que tienen una variada oferta que van desde las clásicas empanadas de mariscos, ostiones y camarones, hasta pescados de esta rica zona del litoral. En temporada alta, se pueden encontrar buena oferta gastronómica a orillas del mar.

Si bien la ciudad de Chañaral fue azotada por un histórico tsunami en el primer tercio del siglo XX, hasta el día de hoy perduran varios edificios patrimoniales que son considerados dentro de los tour que se realizan en la ciudad y visitas a la zona de Barquito, en donde se pueden conocer las particulares casas de estilo norteamericano y las antiguas instalaciones del puerto.

Para el director de Sernatur Atacama, Daniel Díaz, estas actividades "van ayudando a potenciar aún más el destino Pan de Azúcar, que es uno de los más solicitados por los turistas nacionales y extranjeros que se acercan a nuestra oficina de informaciones. De esta manera, se suma a los esfuerzos que desde Sernatur, la Subsecretaria de Turismo y Conaf estamos desarrollando para crear las condiciones que permitan atraer más turistas que puedan conocer este parque y así aportar a través del turismo a la diversificación productiva de la región".

Un hecho que se ve reflejado en cifras, ya que hay un alza importante en la cantidad de turistas. Según datos oficiales durante el 2014 se registró un alza del 26% en el total de las visitas al Parque Nacional Pan de Azúcar en comparación con el mismo periodo del 2013.

Más que Pan de Azúcar

Existe una oferta de alojamiento donde destaca el Hotel Aqualuna de Elsa Cousiño, quien señaló que "estamos ofreciendo el alojamiento completo, baño privado, estacionamiento, tv cable, desayuno, gimnasio y una cafetería". Aqualuna está ubicado en pleno centro de la ciudad, permitiendo al turista visitar rápidamente otros puntos de la comuna y la provincia.

Ya más al sur, exactamente a 33 kilómetros desde Chañaral se encuentra la caleta Flamenco y el balneario popular del mismo nombre. Aquí se pueden encontrar productos frescos del mar y disfrutar de tranquilas aguas que refrescan bajo el sol del desierto. Además, a 4 kilómetros, está la caleta Torres del Inca, un área de manejo donde mariscadores tienen productos frescos todo el año.

Pero lo que más atrae a la gente que llega a su costa desde los años 60's, es la playa Flamenco, que posee un oleaje muy bajo que permite disfrutar en tranquilidad de sus aguas. Quienes llegan tienen a la mano productos playeros y existe buena conexión en vehículo desde y hacia la carretera. Cuenta también con comercio para abastecerse de provisiones e infraestructura de camping.