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"No lo voy a olvidar, quiero tratar de dejarlo atrás, siempre va a estar allí"

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El 14 de enero de 2014, Julio Robles recuperó su libertad luego de estar un año y 6 meses en prisión, condenado por un delito que no cometió.

Al cumplirse un año desde que recuperó su libertad nos cuenta que está luchando porque el Estado responsa por el daño que le ocasionó. Un tiempo que nunca volverá a recuperar y que el sistema le arrebató.

Ya ha pasado un año desde que recuperó su libertad. ¿Es el mismo o cambió después de la experiencia?

-Siempre voy a ser el mismo, pero uno después mira el mundo diferente, antes pensaba que la justicia funcionaba correctamente y no es así.

-Una vez que recuperó la libertad ¿qué hizo?

-Tratar de despejarme, irme a la playa a despejar la mente y empezar a buscar trabajo hasta que volví donde estaba antes.

¿Fue muy diferente volver al trabajo que antes tenía?

-Sí, igual es diferente. Todos saben lo que me pasó, llegar y que alguien te pregunte qué experiencias tuviste, son muchos. Uno va respondiéndole a todos un poco. Uno a veces se achaca, quiere contarle a todos y no se puede. También otros te dicen 'igual fome lo que te pasó', como sí lo vivieron ellos, con empatía, pero no me gusta dar pena, lástima.

¿Qué siente que aprendió?

-Nada, yo creo que hubo maldad, porque uno comete errores y pide disculpas. Yo tengo rabia con Carabineros, el fiscal y el primer abogado que tuve en el juicio. Fue un carabinero el que hizo el procedimiento.

¿Quiere olvidar lo que ocurrió? El haber estado en la cárcel...

-Es que no lo voy a olvidar, quiero tratar de dejarlo atrás no más, pero siempre va a estar allí. Va a pasar una persona caminando y va a decir 'a esa persona yo la he visto si es el compadre que estuvo preso injustamente'. Mis amigos se van a acordar toda la vida de mi caso o mis compañeros. Igual me agarran para el chuleteo en el trabajo y lo comprendo. Yo antes era muy bueno para la talla. Ahora ellos me molestan y yo me molesto a mí mismo. De primero me costaba, ahora no estoy ni ahí.

¿Qué cree que más valora tras recuperar su libertad?

-La familia, siempre estuvo ahí, creyó en mí. Algunos amigos y compañeros estuvieron fiel a mí. Otras personas quizás dijeron 'por algo está ahí'. Eso es lo típico, uno pelea su inocencia y nadie le cree porque todos dicen lo mismo.

¿Interpondrá una acción judicial para una indemnización por su caso?

-Eso estoy haciendo con un abogado particular. Estamos enviando los documentos para que pueda representarme en la demanda civil en contra del Estado.

¿Le gustaría que Carabineros como institución se acercara para pedirle disculpas?

- Jamás lo harán, las personas que cometen errores lo hacen. Yo creo que no fue un error judicial, sino algo que se hizo con maldad. Yo llevaba nueve años en la empresa, operador de maquinaria pesada. Jamás tuve problemas con la justicia. La víctima dijo que era una persona mediana, pelo negro y moreno entre 20 y 25 años. Yo, alto y tenía 32 años, nada encajaba. Son personas que estudian. Un fiscal va a la universidad, el carabinero también va a una escuela. Además en un papel dice que fui detenido, reconocido. A mí nunca me hicieron eso, eso fue una maldad. Faltaron a la verdad, sabiendo.

¿Logró forjar lazos en la cárcel?

-Igual hecho de menos a algunos compañeros que son buenas personas, con quienes compartí, independiente que cometieron sus errores. Forjé lazos, amistad también, no les he llevado nada (se ríe). Me da lata volver.

¿Nunca más volvió?

-No, pero sí tuviera que ir a ver a alguien iría.

¿Le gustaría que el carabinero que hizo el procedimiento golpeara la puerta y le ofreciera disculpas?

-Sí, pero que realmente esté arrepentido y no lo vuelva a hacer, pero la institución no lo hará. El único fue el presidente de la Corte de Apelaciones que me pidió disculpas.

¿Cómo le afectó a su familia?

-Mal, vivimos una experiencia que jamás teníamos que haber vivido. ¿Y cómo lo superamos? Nadie sabe, en el momento se van dando las cosas para superarlo. Yo muchas veces en la cárcel pensé en quitarme la vida, ya estaba en mi mente. Con la impotencia, el sufrimiento, la humillación, porque al fin y al cabo uno está humillado. Mi familia fue mi soporte, estuvieron siempre conmigo.