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La atracción de los ostiones vivos en la comuna de Caldera

Gastronomía. Una parada obligada para todo turista y amante de la buena mesa es el cultivo "Donde Julote". Más de tres mil ostiones puede vender en un día y que son servidos a un costado de las aguas cristalinas de la zona.
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D urante la temporada estival miles de turistas se trasladan hasta Caldera para probar una de las atracciones gastronómicas típicas de la zona como son los ostiones vivos a la mesa. Un referente en la materia es el cultivo "Donde Julote" donde en un día puede llegar a vender hasta tres mil unidades.

Su dueño, Julio Marín, comenzó con el negoció en el año 2000 y desde entonces es parte de la ruta gastronómica de la zona. El ingeniero en acuicultura ofrece degustaciones de ostiones a la orilla del mar, en un picnic, junto con una charla sobre las especies que se ofrecen y su proceso de crianza. El local está ubicado en el sector de Bahía Calderilla, punta Lagarto norte, a un costado de la pesquera Playa Blanca.

La picá

Marín indicó que "la principal característica que tiene nuestro producto es que lo vendemos vivo, ni siquiera fresco, por lo tanto, no tienen ningún proceso, no ha pasado por ninguna cadena de frío o manipulación".

En cuanto a las anécdotas, Julio inmediatamente menciona a un cliente de El Salvador que viaja especialmente para "sacarse el antojo". El comensal tiene el récord de comer 50 ostiones en una sola jornada. Cabe señalar que el valor de tres unidades de ostiones vivos es de 1.000 pesos.

Quien llegó por primera vez al cultivo fue Verónica, que viajó desde Copiapó para conocer Bahía Inglesa y aprovechó la oportunidad para probar los ostiones. En un comienzo la mujer con nervios aceptó degustar el producto, ya que el molusco aún se mueve al momento de ser consumido, pero una vez apreciado su sabor inigualable los complejos quedan de lado para dar protagonismo a la buena mesa.

Respecto a la temporada, el productor subrayó que se espera que este fin de semana comience la "temporada fuerte", dado que los turistas se demoraron en llegar por el atraso en la jornada escolar por los paros de los docentes el año pasado. Según la municipalidad de Caldera se esperan más de 60 mil visitantes para esta temporada en la zona costera.

Proceso

El profesional explicó que este marisco se cultiva en el mar cuando tiene dos meses de vida. Para dimensionar su tamaño, en una tapa de bebida caben 250 ostiones. Una vez fijado el molusco comienza su crecimiento que durante los próximos 14 meses se va intercambiando de contenedor en el fondo del mar. Según el dueño del local un ostión en estado óptimo para servir debe tener unos dos años de desarrollo en el criadero.

Esta oferta gastronómica se ha convertido en una rentable forma de promover el consumo de un producto que en los últimos años se ha visto duramente golpeado por su sobre explotación, por el cambio climático, los costos de producción y por los bajos precios de países vecinos que también los cultivan.

El proyecto del empresario está autorizado para tener un cultivo de hasta un millón de ostiones. Además, el cultivo está participando en un fondo con el Gobierno Regional llamado Aqua Atacama el que está suministrando semillas a los productores locales.

En una primera etapa del proyecto, financiado por los Fondos FIC del Gobierno Regional, se implementó una incubadora de especies o "hatchery" multipropósito para producir las semillas que fueron entregadas durante el año pasado a los pequeños acuicultores para su cultivo y producción. Además se entregan herramientas técnicas tanto a los sectores productivos participantes (pesca artesanal y pequeños acuicultores), a instituciones públicas y privadas regionales que desarrollen actividades de pesca y acuicultura, y a establecimientos educacionales técnicos para generar un modelo de negocio para dar un mejor servicio a los miles de turistas que llegan a la zona.