estudio explica el origen de los trastornos obesivo-compulsivos
neurología. Una investigación advierte que la falta de tratamiento puede ser perjudicial para quienes padecen esta alteración en el cerebro.
Morder las uñas, descubrir fallas mínimas en la ubicación de las cosas, lavarse constantemente las manos, verificar a cada rato si está cerrada la puerta e incluso acumular recuerdos, son algunos de los trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) más comunes.
Si bien algunos de estos TOC surgen de intenciones nobles -como la higiene- y de buscar la perfección, algunos de estos hábitos pueden convertirse en un daño importante para la salud. Por ejemplo, retirar los padrastros de las uñas puede provocar heridas e infecciones.
La gran pregunta de los científicos tiene que ver con el origen de los TOC y cómo afectan a los demás. La respuesta estaría en un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y publicado en la American Journal of Psychiatry.
De acuerdo a los expertos, el TOC se origina a través de una falla en el sistema de control del cerebro. Esta hipótesis se aparta de otras teorías respecto de estos trastornos, que aseguran que la causa es una preocupación o una obsesión por realizar alguna actividad en particular.
pérdida de control
A través de un escáner, los investigadores analizaron los cerebros de 37 pacientes con TOC y 33 personas sin este trastorno. Luego, los participantes fueron sometidos a una prueba repetitiva de respuesta conductual.
Los especialistas descubrieron que los pacientes con TOC eran menos capaces de detener sus hábitos mientras se observó una actividad cerebral excesiva en el núcleo caudado, que junto al cerebelo participa en la modulación del movimiento. Su correcto "encendido" es lo que ayuda a controlar los hábitos.
"No es solo el TOC, hay una serie de comportamientos humanos que ahora se consideran ejemplos de compulsividad, incluido el abuso de drogas, el alcohol y los atracones. Lo que todos estos comportamientos tienen en común es la pérdida de control de arriba hacia abajo, tal vez debido a la falta de comunicación entre las regiones que controlan nuestro hábito y aquellos que, como la corteza prefrontal, que normalmente ayudan a controlar la conducta volitiva", explicó Claire Gillan, coautora del estudio.
Los investigadores insisten en los perjuicios que pueden causar los TOC si no se recibe tratamiento. "Mientras que algunos hábitos pueden hacer nuestra vidamás fácil, como la automatización del acto de la preparación del café por la mañana, otros van demasiado lejos y pueden tomar el control de nuestras vidas de una manera mucho más insidiosa con la formación de nuestras preferencias, creencias, y en el caso del TOC , incluso nuestros temores. Tales condiciones están entre las más difíciles de tratar, ya sea por la terapia de comportamiento cognitivo o por las drogas", aclaró Trevor Robbins, coautor del trabajo.
"El estudio pone de relieve la importancia de tratar el TOC de manera temprana y efectiva antes que el comportamiento disfuncional sea difícil de tratar. Nos vamos a centrar en las implicaciones de nuestro trabajo para futuras estrategias terapéuticas para estos trastornos compulsivos", añadió Barbara Sahakian, otra autora del estudio.
Existen diversas investigaciones que intentan explicar el origen de los trastornos obsesivo-compulsivos. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista PLoS Genetics afirma que los TOC son heredables. "Encontramos que la heredabilidad del TOC parece concentrarse en determinados cromosomas, sobre todo el cromosoma 15, mientras que la heredabilidad del ST se propaga a través de muchos cromosomas diferentes", indica Jeremiah Scharf, autor de la investigación.
70
pacientes fueron parte del estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido.
3%
de población mundial padece trastornos obsesivo-compulsivos, según cifras de The Child Study Center.