El agotamiento de la cuenca de Copiapó ha obligado a profundizar los pozos para dar abasto a la necesidad del consumo humano, pero esta medida ha perjudicado en la calidad del agua. Es por esto que las personas han optado por comprar bidones de agua que pueden generar un gasto extra en el presupuesto familiar de más de 12 mil pesos mensuales.
El delegado Presidencial para Recursos Hídricos en Atacama, Ricardo Jorratt indicó que "lo que se advierte como relevante es la caída en la calidad del agua consumida, lo que obliga a las familias a realizar gastos elevados en la compra, cada vez más masiva, de bidones de agua purificada de un valor de $2.000 por bidón de 20 litros. Si estimamos una familia estándar de 4 personas, con una ingesta estimada de 1 litro diario por persona, significaría aproximadamente un gasto adicional de por lo menos $12.000 al mes en este producto. Lo que se suma al gasto en la propia boleta mensual de agua, el cual debe ser del orden de $ 30.000 para una familia promedio. Por lo tanto, estamos hablando de una repercusión significativa dentro del presupuesto familiar".
Diagnóstico
En la cuenca del Copiapó, la recarga, que es abastecida por los deshielos de cordillera, se estima en 4.500 litros por segundo, o tal vez menos; y el consumo de los sectores productivos y población de dicha cuenca, se calcula en 6.650 litros por segundo, lo que arroja un saldo desfavorable de un 47% de déficit por sobre la oferta. Obviamente, esta diferencia de agua es provista por las propias reservas de los acuíferos, que empiezan a descender año a año, y encarecen y complejizan su extracción subterránea. Las empresas, incluida la sanitaria, y agricultores deben profundizar sus pozos, o cambiar sus puntos de captación, todo lo cual complejiza y encarece la producción.
Jorratt sentenció que "el déficit hídrico tiene un impacto económico notable sobre la región, pero también tiene un impacto en la calidad de vida de los ciudadanos. El agua para consumo humano extraída es cada vez de peor calidad, con mayores concentraciones de sólidos y con un manifiesto mal sabor, lo cual obliga a nuestra población a realizar gastos adicionales para comprar agua purificada, agua en galones".
presupuesto
Rosa García es peruana y vive hace nueve años en el campamento Manuel Rodríguez junto a su pareja y sus cuatro hijos. La mujer comentó que a la semana ocupa cuatro bidones de agua, ya que "el agua de la llave no se puede tomar".
Por el alto consumo, la mujer indicó que el gasto en agua afecta el presupuesto familiar, pero debe hacerlo para evitar que sus hijos enfermen.