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una dieta alta en azúcar puede agravar la depresión adolescente

alimentación. Un estudio indica que los niños y jóvenes son más propensos a los efectos de la fructosa, que agudiza la ansiedad en el organismo.

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Los peligros del exceso de azúcar no sólo se remiten a la obesidad y la diabetes, sino también puede tener consecuencias a nivel psicológico, sobre todo en los adolescentes.

Un estudio realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad Emory, en Atlanta, asegura que una dieta alta en azúcar puede empeorar la ansiedad y la depresión en los jóvenes. Los investigadores presentaron sus hallazgos en una reunión anual de la Sociedad de Neurociencia, entidad con sede en Washington.

"Nuestros resultados ofrecen nuevas ideas sobre las formas en que la dieta puede alterar la salud del cerebro y puede conducir a consecuencias importantes para la nutrición y el desarrollo de los adolescentes", explicó Constance Harrell, líder del estudio, en un comunicado de prensa institucional.

Según los investigadores, la fructosa sería la responsable de este efecto nocivo en los adolescentes. Este compuesto, que junto con la glucosa forman el azúcar común, se encuentra principalmente en las bebidas gasificadas y otros alimentos dulces. Este tipo de comidas es lo que presuntamente cambia la forma en que los adolescentes manejan el estrés hoy en día.

análisis químico

Harrell y su equipo de investigación comparó cómo las hormonas del estrés cambiaron en ratones adolescentes y adultos cuando se les somete a una dieta particular.

Después de 10 semanas, los científicos comprobaron que los roedores más jóvenes reaccionaron de manera diferente al estrés, con una fuerte tendencia a la depresión. Los ratones adultos y otros que llevaron una dieta equilibrada no se vieron afectados.

La fructosa es un azúcar que se encuentra de manera natural en frutas y verduras, pero también se añade a muchos alimentos procesados y bebidas, lo que puede promover efectos cardiovasculares negativos.

También estimula las vías nerviosas que afectan la forma en que el cerebro responde al estrés, lo que puede tener efectos importantes sobre el comportamiento, incluyendo un empeoramiento de los síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad.

Según concluyeron los investigadores, estos efectos son de especial preocupación durante la adolescencia, ya que es un momento crítico para el desarrollo de la respuesta al estrés del cerebro.

depresión adolescente

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es un trastorno mental que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo. En el peor de los casos, puede conducir al suicidio, que es la causa de un millón de muertes anuales en el planeta. De acuerdo a la OMS, los casos más frecuentes de depresión se encuentran en los jóvenes de entre 10 y 19 años de edad, grupo que se encuentra tan expuesto al suicidio como al sida y los accidentes de tráfico.

Según indica la Asociación Americana de Psicología (APA), la depresión adolescente es perfectamente comparable con los adultos que padecen este mal. La mala dieta, las presiones sociales (incluyendo el "bullying"), el estrés académico y los problemas familiares inciden en el comportamiento negativo de los adolescentes, factores que de no ser tratados a tiempo pueden terminar en suicidio.

"Es alarmante que la experiencia de estrés adolescente sea tan similar a la de los adultos. Es aún más preocupante que la gente parece subestimar el impacto potencial que el estrés tiene en su salud física y mental", manifiesta Norman B. Anderson, directivo de la APA, a través de declaraciones citadas por dicha entidad.

Una investigación realizada en Estados Unidos el año pasado asegura que la fructosa puede provocar cambios en el cerebro que podrían llevar a comer en exceso, una de las consecuencias negativas de este compuesto. "Eso implica que la fructosa, al menos lo que corresponde a promover la ingesta de alimentos y el aumento de peso, es un factor negativo en comparación con la glucosa", explicó Jonathan Purnell, de la Universidad de la Salud y la Ciencia de Oregon, citado por AP.

350

millones de personas

en el mundo padecen de

depresión, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

1 millón

de personas comete suicidio en el planeta, según la OMS. Los jóvenes de entre 10 y 19 años son los más expuestos.