En el entorno de las lagunas altiplánicas de Copiapó hay al menos 16 cumbres que superan los seis mil metros de altura. Para resumirlas los andinistas los conocen como los "seis miles". Parte de éstas eran lugares sagrados para las culturas altiplánicas, sobre todo para los Incas que dejaron su legado.
Por este motivo el personal perteneciente a la Parme (Patrulla de Rescate en Montaña del Ejército) del Regimiento de Infantería Nº 23 Copiapó y de Conaf Atacama, realizaron un ascenso de monitoreo a una de las cumbres más altas de Chile, el volcán Copiapó.
Max Zeller, jefe de las Áreas Silvestres Protegidas de Conaf y ex guardaparque del Parque Nacional Nevado de Tres Cruces, cuenta cómo se realizó esta ascensión a 6.082 metros y qué resultó de ella.
3.800 metros
Zeller explicó que subir al volcán Copiapó exige una preparación en altura llamada aclimatación. Por eso al comenzar montaron un primer campamento en la laguna Santa Rosa a 3.755 metros de altitud. "Para que el organismo de los participantes se vaya acostumbrando a la condición de altura y poder desarrollar una aclimatación progresiva y estar en condiciones de salud apropiadas", comentó. Todo esto se desarrolló con la finalidad de alcanzar la cumbre y el monitoreo arqueológico, el motivo principal de esta actividad.
comienzo
Lo primero fue montar el campamento, realizar una capacitación con el ejército. El segundo día comenzó el traslado hacia el sector del Negro Francisco, al refugio del parque nacional, donde se estableció el campamento base para la actividad definitiva.
Desde ahí el trekking de altura hacia el bofedal del río La Gallina para tener un tercer día de inspección a la ruta de acercamiento del volcán Copiapó, un sector de ex faenas mineras habilitadas en algunos tramos para vehículos, el lugar "donde iniciaríamos nuestra marcha y el ataque a la cumbre como se denomina la porción final de expedición" señaló Max Zeller.
4.140 metros
Mientras se realizaba el reconocimiento de la ruta aparecieron los primeros problemas por el estado del camino y el tamaño de los camiones del ejército en los que se trasladaban, los que dejaron a 5.200 metros de altura.
"Teniendo el Copiapó 6.082 metros sobre el nivel del mar, la actividad correspondía a un ascenso de casi 900 metros de desnivel", explicó el expedicionario.
Una vez organizado el terreno y con la programación de todo el equipo decidieron realizar la actividad el día cuatro. La meta, acceder en tres horas hasta el punto definido para el acceso al volcán. Una vez equipados y reunidos todos en el lugar de encuentro partieron con el ascenso a las 05:10.
"El principal motivo de llegar temprano es evitar permanecer más allá del mediodía en una cumbre sobre los seis mil metros por seguridad. En la zona corren fuertes vientos y ráfagas que pueden causar muchos problemas en término de seguridad, por lo tanto se recomienda ascender temprano asegurando el éxito de cumbre", comentó Zeller.
llegada y dificultades
La expedición total estuvo compuesta por 15 personas, 10 del ejército y 5 de Conaf. Del equipo del ejército ocho realizaron la ascensión. De las 13 personas que comenzaron la marchas por condiciones de salud y rendimiento físico una persona del Ejército y otra de Conaf tuvieron postergaron la cumbre. Un total de 11 personas lograron llegar. Antes del mediodía iniciaron el descenso.
"La primera dificultad es la altura. Para llegar a los faldeos del volcán Copiapó la marcha es prolongada aunque no tiene mucho desnivel. Una vez llegando a los faldeos, se accede directamente por la arista Sur, zigzagueando en algunos tramos", señaló el montañista.
Zeller explicó que esta cara del volcán recibe menos luz a esa hora del día y está expuesta a fuertes vientos. "Hubo bastante frío y producto de ello toda la hidratación que llevábamos se fue congelando durante la ruta por las temperaturas bajo cero. La principal dificultad que enfrentamos en terreno es que no se trata de un sendero establecido o frecuentado. Sin embargo, es más directo y nuestro personal lo conoce bien".
6.082 metros
En algunos tramos las pendientes se vuelven mayores a 45 grados. "Al llegar a estos niveles se debe tener cuidado y generalmente se encuentran en los últimos 80 metros de desnivel hacia la cumbre. Hay que dar los pasos en forma muy cuidadosa".
Para Conaf es la quinta vez que se logra la cumbre y la segunda vez que se genera una inspección y monitoreo arqueológico a un santuario incaico de altura denominado el gran Apu de Atacama.
Hasta el momento, en el análisis preliminar de las fotografías y mediciones realizadas no demuestran una alteración desde la última ascensión que fue el año 2013. El material será entregado a especialistas que puedan dar conocimiento de los resultados.