Adiós a Verónica Zamorano
Fue una de nuestras columnistas más regulares y comprometidas. Escribía con pasión y ahínco. Trasuntaba en cada palabra su profundo amor por lo que hacía, por el sector en el cual se desempeñaba: la salud. Cariñosa, preocupada del ser humano en su esencia, con un idealismo que se transformaba en acciones concretas. Así era Verónica Esperanza Zamorano.
Mucho se ha dicho sobre ella, acerca de esta mujer, luchadora social, que falleció el viernes víctima de un cáncer. La enfermedad fue minando su cuerpo, pero no su espíritu. Pese a las dificultades que suponía enfrentar esta enfermedad, igualmente se daba el tiempo y el espacio para dar a conocer el quehacer de los trabajadores de la salud municipalizada. Pero su mirada estaba puesta mucho más allá.
No solo pensaba y denunciaba las carencias que tiene estructuralmente el sistema de salud chileno. También se preocupaba, por ejemplo, de las patologías que aquejan a los chilenos. La obesidad, el sedentarismo, la diabetes. Y el cáncer, esa cruel enfermedad que se la terminó llevando.
Verónica Zamorano, una mujer de izquierda, confesaba que entendía que muchas veces la política partidista no era más importante que el fin. En este caso, el objetivo era contar con mejores condiciones para los trabajadores de la salud, con más recursos para efectuar una labor realmente efectiva para contribuir a que los chilenos tuvieran un mejor pasar desde el punto de vista sanitario. Por ello ha sido reconocida por todos los sectores. Y quienes la conocieron no pudieron si no admirar su consecuencia, pero principalmente la pasión que ponía para defender lo que creía era justo.
Seguramente era una adelantada. Hoy las encuestas ponen como principal preocupación de la ciudadanía la salud, por sobre la educación, las grandes obras y las cifras macroeconómicas. Y ella, hace más de una década, ya lo tenía más que claro.
Copiapó llora la partida de una de sus hijas. De esa hija que heredó de los próceres copiapinos aquello que por décadas distinguió a los nacidos en esta tierra: la lucha por sus ideales.