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Atentado contra una escuela en Nigeria deja al menos 48 muertos

Terrorismo. Aunque nadie ha reivindicado el ataque, analistas apuntan a Boko Haram, que ha llevado a cabo acciones similares en el pasado.

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Un nuevo ataque suicida contra una institución educativa causó ayer al menos 48 muertos en la ciudad nigeriana de Potiskum, en el noreste del país, en uno de los peores atentados en meses en una zona sometida a la violencia terrorista del grupo fundamentalista islámico Boko Haram.

La cifra de muertos fue confirmada por fuentes del Hospital General de Potiskum, donde se atendió a los cerca de ochenta heridos en el atentado.

El terrorista accedió al instituto de secundaria disfrazado de estudiante e hizo estallar el artefacto explosivo que llevaba encima durante la asamblea de alumnos que precedía a las clases.

La matanza se produce una semana después de que un ataque suicida similar terminara con la vida de veinte personas en la escuela islámica Faydia de Potiskum, que pertenece a un grupo de la rama chiíta del islam.

Nadie ha reivindicado hasta el momento la autoría de la acción de ayer, pero los analistas apuntan a Boko Haram, que ha llevado a cabo ataques parecidos en el pasado.

Testigos relataron a la prensa local escenas dantescas tras la explosión, que dejó a varias víctimas decapitadas.

Poco después de que el terrorista suicida hiciera estallar la bomba a las 07.45 hora local (06.45 GMT), un profesor del centro, que pidió el anonimato, dijo al diario "Daily Trust" haber contado treinta cadáveres.

"Unos quince estudiantes, cuyos cuerpos estaban desfigurados y aún sangraban en el lugar de la explosión, murieron camino al Hospital General de Potiskum", dijo Ahmed Yunus, vecino de la ciudad que acudió al instituto tras oír la detonación.

Tras recibir a las decenas de heridos, el Hospital General de la ciudad pidió a los ciudadanos que donen sangre, para poder cubrir las necesidades de los estudiantes ingresados.

"Esperamos que gente de buena fe venga a ayudarnos donando sangre. Algunas víctimas han perdido mucha sangre y morirán si no se actúa urgentemente", dijo un médico del hospital.

Indignados por la frecuencia de este tipo de ataques en Potiskum y sus alrededores, jóvenes de la localidad -situada en el estado de Yobe- trataron de impedir el acceso de los soldados y la policía a la escuela.

"Los rechazamos porque ha pasado lo peor y creemos que no harán nada. Los estudiantes han muerto, no los queremos aquí", dijo a la prensa uno de los jóvenes, que recriminó a las fuerzas de seguridad no haber evitado la masacre.

El atentado tiene lugar el día antes de que el Presidente del país, Goodluck Jonathan, anuncie oficialmente que se presenta a las elecciones para conseguir un segundo mandato.

La declaración de Jonathan, prevista para hoy en la capital, Abuya, podría aplazarse en señal de duelo por la matanza.

En un comunicado, la Presidencia condenó el ataque y prometió a los habitantes del estado de Yobe que el Gobierno Federal hará pagar a los responsables de este acto terrorista.

"El Presidente garantiza a todos los nigerianos que, pese a lo que puedan parecer pasos atrás, su administración sigue completamente comprometida en lograr la victoria en la guerra contra la insurgencia y el terrorismo", reza el texto.

Boko Haram, cuyo nombre significa "La educación no islámica es pecado", mantiene una sanguinaria campaña en el país que ha costado la vida a más de tres mil personas en lo que va de año, según datos del Gobierno nigeriano.

Según observadores, la continuación de los ataques terroristas desmiente el acuerdo de alto el fuego con Boko Haram anunciado el mes pasado por el Presidente Jonathan. El propio líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, ya desautorizó este mes al Mandatario, al negar que la milicia hubiera firmado ningún compromiso con las autoridades. Según Human Rights Watch, desde 2009 más de siete mil civiles han muerto en cientos de ataques de Boko Haram en el norte y en Abuya, la capital administrativa de Nigeria.

Protesta por los 43 estudiantes bloquea un aeropuerto

México. Manifestantes llegaron a Acapulco con la cara cubierta y armados.
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Manifestantes y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos cerraron ayer el aeropuerto del enclave turístico de Acapulco, con la cara cubierta y armados con machetes, bombas incendiarias, picos y palas para protestar porque sigue sin conocerse el paradero de los jóvenes.

Las autoridades han ofrecido indicios de que fueron asesinados y calcinados, pero los familiares no han querido aceptar esa tesis.

"Va a estar cerrado el aeropuerto por tres horas. Pretendemos hacerlo pacíficamente y en orden. Será simbólico", anunció Felipe de la Cruz, padre de uno de los desaparecidos y portavoz de la protesta.

"Van a llegar vuelos, no van a salir vuelos por tres horas. Con 43 desaparecidos no pasa nada por tener que esperar una hora en el aeropuerto", agregó.

Los accesos por carretera al aeropuerto estaban cerrados ayer por los autobuses en los que se desplazaron los manifestantes, y las puertas del aeropuerto se encontraban cerradas.

La manifestación se desarrollaba pacíficamente y sin impedimentos por parte de la autoridad, pese a que los familiares no cumplieron la petición de la policía de abandonar los objetos que portan. Rogelio Ortega, gobernador del estado de Guerrero, dijo en rueda de prensa que no reprimiría la marcha. "Antes prefiero renunciar", dijo.

Mientras, el Presidente Enrique Peña Nieto justificó su viaje a China por la cumbre de la APEC tras las críticas por dejar el país en medio de la crisis por la desaparición de los estudiantes. "No atender un evento como éste sería actuar con irresponsabilidad", argumentó el Mandatario mexicano.