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Estudio explicaría por qué las personas pueden ver fantasmas

paranormal. Un experimento en Suiza reprodujo estos "espíritus" en un laboratorio. Los autores creen que se trata de alteraciones cerebrales.

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Son piezas fundamentales de la ficción y, según ciertas disciplinas, también forman parte de la vida real. Hay personas que creen en la existencia de los fantasmas, presuntos espíritus de seres fallecidos que se manifiestan de diversas formas.

En un intento por comprobar su presencia en el "mundo de los vivos", un experimento realizado en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, logró reproducir estas "almas perdidas" en un laboratorio.

Los investigadores crearon un robot que enviaba señales a destiempo al cerebro, para así crear la sensación de que había alguien más, y además realizaron un experimento de disonancia con un grupo de voluntarios con los ojos vendados.

El robot reproducía los movimientos de sus manos, primero en tiempo real y luego con un retraso temporal entre los movimientos del participante y el tacto del robot.

El objetivo del experimento fue crear una distorsión en la percepción temporal y espacial. De esta manera, los investigadores lograron recrear la presencia de un fantasma.

A través de este estudio, el equipo comprobó que este tipo de sensaciones ilusorias es en realidad el resultado de una alteración en las señales cerebrales sensomotoras implicadas en la generación de conciencia de uno mismo mediante la integración de la información de nuestros movimientos y la posición de nuestro cuerpo en el espacio.

"Nuestro experimento logró reproducir la sensación de una presencia extraña inducida en laboratorio por primera vez. Esto demuestra que puede producirse en condiciones normales, simplemente a través de las señales sensoriales-motoras en conflicto", explicó Olaf Blanke, líder de la investigación, en declaraciones a Agencia Sinc.

Según los autores, la explicación de este fenómeno estaría en la autopercepción de nosotros mismos a nivel cerebral. En condiciones normales, nuestro cerebro es capaz de construir una autopercepción unificada de nosotros mismos a partir de estas representaciones.

No obstante, cuando el sistema funciona mal a causa de una enfermedad (o en este caso por un robot), puede crearse a veces una segunda representación del propio cuerpo que ya no se percibe como un "yo", sino como "otro".

El estudio, publicado en la revista especializada Current Biology, permitirá conocer más a fondo los mecanismos que utiliza el cerebro en ciertas situaciones.

otros estudios

Una encuesta realizada por la empresa Harris, compañía de relaciones públicas, sostiene que un 42% de los consultados en EE.UU. cree en los fantasmas. Según The Atlantic, el 52% de los encuestados en Gran Bretaña también afirma la existencia de estos espíritus.

Son escasos los estudios recientes que intentan dar una explicación lógica para este fenómeno. En 1921, el oftalmólogo William Willmer publicó una investigación en el American Journal of Ophthalmology, en la cual explica que la emisión de contaminantes como el monóxido de carbono, gas difícil de detectar en una primera instancia, es el causante de las alucinaciones.

En 1998, Vic Tandy, investigador de la Universidad Coventry de Inglaterra, realizó un estudio que apunta al infrasonido como la causa de las vibraciones que la gente confunde con "presencias del más allá". La investigación fue publicada en el Journal of the Society of Psychical Research.

En 1957 se constituyó la Parapsychological Association, una asociación internacional que estudia la parapsicología a través de métodos científicos, y se define como "una organización de científicos y estudiosos trabajando en el estudio de experiencias psíquicas. El objetivo principal es lograr el conocimiento científico de estos fenómenos". Existen otras instituciones que buscan respuestas a través de las ramas de la ciencia como la física y la biología, entre otras.

Advierten que algunas proteínas sin gluten afectarían a los celíacos

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Un estudio publicado en la Journal of Proteome Research descubrió que el gluten no sería la única causa de la enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune que evita que el intestino delgado absorba los nutrientes esenciales de semillas como el trigo, el centeno y la cebada.

Un grupo de investigadores de las universidades de Columbia, Padua y Utah, en conjunto con el Departamento de Agricultura de EE.UU., indagaron otras posibilidades de padecer este mal, esta vez en las proteínas sin gluten.

Los científicos analizaron cinco grupos de este tipo de proteínas y que fueron extraídas del trigo común, la variedad más cultivada del mundo.

A continuación, probaron las cinco muestras de suero con un grupo de 120 personas, entre ellas 50 participantes que padecían la enfermedad celíaca. Otras 20 personas estaban diagnosticadas con dermatitis herpetiforme, una enfermedad de la piel que tiene relación con la celiaquía y que se suele denominar celiaquía de la piel.

También se conformó un tercer grupo formado por 50 personas que tenían sensibilidad al gluten, que no pueden considerarse intolerantes, pero que tienen síntomas parecidos a los de la celiaquía y pueden enfermar a causa de la glucoproteína.Los resultados arrojaron que los pacientes con enfermedad celíaca mostraron un elevado nivel de reactividad de los anticuerpos ante estos preparados con proteínas sin gluten.

Los expertos explican que el antígeno sin gluten más reactivo fue una proteína denominada serpina. Su consumo desencadena la formación de anticuerpos y provoca una respuesta inmunitaria.

Ante estos resultados, los investigadores explican que las proteínas que no guardan relación con el gluten también podrían afectar a las personas celíacas.