Copiapinos cuentan parte de su historia en el cementerio
Hoy se celebra el Día de Todos los Santos y son centenares de personas que acuden hasta los cementerios para compartir un momento con los que ya partieron.
En Copiapó, son muchas las personas que acuden un día antes para, remodelar, pintar y arreglar las tumbas en las que descansan muchos de sus seres más queridos.
Es el caso de Amanda Zavala, quien junto a su esposo Franklin pronto cumplirán 50 años de matrimonio. Amanda tiene a gran parte de sus familiares en este cementerio.
"Nosotros somos de Tierra Amarilla pero hace ya algún tiempo estamos radicados en Copiapó, tanto por el trabajo como por el estudio de mi hijo. Acá tengo a mi tía y tío, mi abuelita, abuelos, primos, la verdad bastante familia. Y también está sepultada aquí mi madrina de matrimonio, quien además es mi comadre y mi tía, porque ella fue la madrina de uno de mis hijos. Tengo un cariño especial con ella". Zavala agregó que "nosotros venimos con mi marido bien seguido al cementerio y como tenemos contacto con uno de los hijos de mi comadre que él está en Santiago, entonces siempre nos manda flores o el dinero para que nosotros le pongamos bonita la sepultura. Desde siempre que he venido al cementerio. Tenía 7 años cuando conocí este lugar. Recuerdo que nos trajo mi tía María Guggiana. Veníamos todos los miércoles, veníamos a ver a mi abuelito y desde entonces siempre estamos viniendo. Hoy es más fácil, años atrás uno no podía venir sola, era muy peligroso, pero hoy está todo más cómodo y seguro así podemos venir más seguido: para Navidad, para el cumpleaños de ellos y cuando sentimos la necesidad de venir porque cuando uno viene a verlos queda tranquila".
Otra de las tantas personas que asiste con regularidad al cementerio a visitar la tumba de su padre es Mirna Castro, de 73 años quien comentó que "soy copiapina de toda la vida. Mi padre falleció en 1987 y desde entonces vengo todos los años a visitar su tumba. Él tenía 70 años cuando falleció. Yo también perdí a un hijo acá en Copiapó. Él tenía 25 años y sufrió un accidente de tránsito".
Castro añadió que "creo que yo voy a venir a verlo hasta que me toque partir a mí. Así es la vida. Hace un año atrás ya cumplimos junto a mi esposo Patricio Morales, las bodas de oro. Ya tengo 73 años pero mientras tenga salud vendré a visitarlo, y cuando yo parta espero que mis hijos hagan los mismo que yo con mi padre".