Celestino Aós: "Quisiera ser una persona humilde y sencilla"
Durante la mañana de ayer el nuevo obispo de la diócesis de Copiapó Celestino Aós, se dio un momento para conversar con los medios de comunicación local con respecto a la ceremonia en la cual se ordenará como obispo copiapino.
Ayer por la noche en la misa realizada en la catedral Aós encabezó la ceremonia en la cual reafirma su compromiso con la Iglesia en la víspera de lo que será hoy, a contar de las 16:30, su ordenación como obispo de la diócesis de Copiapó.
El sacerdote de origen español, y perteneciente la orden de los Capuchinos, realizó un alto en su agenda para tocar diversos temas referentes a sus nuevo cargo en la capital de Atacama.
Lo cierto es que no tengo ni se me han dado instrucciones de planificación. Vengo con la ilusión de poder ayudar a las personas principalmente a los cristianos, a los católicos en su búsqueda de la voluntad de Dios y estar disponibles para todos aquellos que necesiten una ayuda en lo espiritual.
Principalmente, creo que la juventud es una de las etapas más hermosas de la vida. Es aquí que se forjan principios e ideales. Nacen grandes amistades que aveces perduran toda la vida. Es en esta etapa cuando se comienza a experimentar y descubrir un nuevo mundo. ¿Qué le diría yo a los jóvenes¿ Precisamente eso: que sean jóvenes, que no se conviertan en niños grandes porque sería inmadurez, ni que se conviertan en tontos graves, para eso ya estamos nosotros los de más adultos, los que tenemos más años. En todos mis años de estudios no conozco un camino mejor a la felicidad que el de tratar de ser buenas personas, con uno mismo y, claro está, con los demás y esta felicidad no se encuentran ni en el alcohol, ni las drogas ni el sexo desenfrenado.
En lo poco que llevo en la región ya he podido darme cuenta que hay buena gente, amables pero estoy abriendo los ojos y descubriendo lo que es esta tierra y su gente.
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Quisiera. Cada uno de los Papas tiene su propia personalidad , tiene su propia historia y la del Papa Francisco ya era conocida y tuve la oportunidad de saludarlo en el encuentro que tuvimos con los obispos recién nombrados y quisiera, sí, ser una persona humilde y sencilla y que la Iglesia así lo fuera, porque aveces la Iglesia ha caído en la trampa de la ostentación y el lujo. Yo quiero y hago votos por ser un hombre sencillo y alejado del lujo.