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estudio dice que el estrés provoca mayor depresión en las jóvenes

riesgo. Una investigación advierte que las niñas están más expuestas a desafíos emocionales, los cuales pueden derivar en un grave trastorno.

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La adolescencia es una etapa compleja que acarrea una serie de eventos emocionales. En los casos más extremos, la depresión en adolescentes puede derivar en suicidio, que de acuerdo a las cifras de la Organización Mundial de la Salud, es una de las principales causas de muerte en las personas entre 15 y 44 años.

Por ello los especialistas indagan en las causas del aumento de estas cifras y quienes están más propensos a la depresión. Un estudio realizado por la Universidad de Temple enEE.UU. afirma que las niñas tienen más desafíos interpersonales que aumentan su riesgo de sufrir depresión.

La investigación, publicada en la revista Clinical Psychological Science, subraya que los eventos emocionales a los cuales están expuestas las adolescentes pueden provocar estos trastornos.

"Estos resultados nos llaman la atención sobre el importante papel del estrés como un factor causal y potencial en el desarrollo de las vulnerabilidades a la depresión, especialmente entre las niñas, y podría cambiar la forma en que nos dirigimos al riesgo de depresión en adolescentes", explica Jessica Hamilton, una de las autoras del estudio, en un comunicado publicado en el sitio de la Association for Psychological Science.

detalles del estudio

De acuerdo a los resultados, los adolescentes que reportaron niveles más altos de estrés tuvieron conflictos interpersonales, discusiones familiares, cognición negativa y la llamada "rumiación obsesiva", que es la tendencia de dar vueltas a una mis ma situación.

En otras palabras, los adolescentes que se ven expuestos a un fuerte estrés debido a las peleas y los altibajos correspondientes a la etapa que están viviendo tienen un mayor riesgo de padecer depresión.

Tras conocerse los resultados, Hamilton y su equipo determinaron que las niñas tienden a mostrar más síntomas depresivos que en las evaluaciones de seguimiento que hicieron los niños. Estos últimos vieron declinar su negatividad.

Los investigadores también descubrieron que las adolescentes fueron expuestas a un mayor número de factores de estrés a través del tiempo, además de un aumento en la rumiación.

"En pocas palabras, si los niños y las niñas habían estado expuestos a la misma cantidad de factores estresantes, ambos habrían sido propensos a desarrollar la rumia y estilos cognitivos negativos", explica Hamilton.

Es importante destacar que otros tipos de estrés, como el estrés interpersonal que no depende de que el adolescente (como una muerte en la familia) y el estrés relacionado con el logro, no se asociaron con los niveles posteriores de la rumiación.

"Los padres, educadores y médicos deben entender que una mayor exposición de las niñas a un estrés interpersonal los coloca en riesgo de vulnerabilidad a la depresión y, finalmente, la depresión en sí", advierte Hamilton.

"Por lo tanto, encontrar formas de reducir la exposición a estos factores de estrés o el desarrollo de formas más eficaces de responder a estos factores de estrés puede ser beneficioso para los adolescentes, especialmente las niñas", sentencia.

Si bien el estudio aporta en la búsqueda del origen de la depresión, Jessica Hamilton advierte que el siguiente paso será averiguar por qué las niñas están expuestas a un mayor estrés interpersonal. "¿Es algo específico de las relaciones entre mujeres adolescentes? ¿Es de las expectativas sociales para las adolescentes jóvenes o la forma en que las niñas son socializadas que los coloca en riesgo de estrés interpersonal? Estas son preguntas a las que debemos encontrar respuestas ", dijo.

Recordando: Inés de Suárez

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Hoy recordaremos a la primera mujer española o europea que llegó a Chile en 1541. Vino con los conquistadores directamente a Copiapó: Doña Inés de Suárez, conquistadora, guerrera, amante filántropa y benefactora.

Sin duda se trata de la conquistadora española que llegó a Chile con don Pedro de Valdivia. Se ignora casi todos los detalles de ella, especialmente la primera etapa de su vida; se cree que esta aguerrida mujer se habría casado en Málaga, España y que pronto enviudó. Sabemos que ella vino a América cuando contaba con treinta años de edad. En Perú se unió a la expedición conquistadora de don Pedro de Valdivia, fue la única mujer española de las hueste y entabló relaciones, primero de amistad y luego amorosas con el capitán, a quien acompañó y ayudó en sus expediciones por territorio chileno. Fue, de hecho la primera mujer europea que llego a Chile, ingresando a este territorio por nuestra querida ciudad de Copiapó. Aquí participó de la primera misa católica que se realizó en Chile, febrero 1541, ya que con don Pedro de Valdivia llegaron los dos primeros sacerdotes a Chile, para luego seguir al sur. Participó activamente en la defensa de la recién fundada ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, que fue atacada por los indígenas. Su valor y resistencia, en efecto, se revelaron cuando se produjo el asalto a Santiago dirigido por el cacique Michimalongo en el año 1541, aprovechando la ausencia de del gobernador. Varios cronistas de la época e incluso Valdivia contaban que Inés se destacó por su ímpetu y a la vez por su crueldad, haciendo que se decapitaran a los prisioneros con el fin de amedrentar a los atacantes

Su convivencia con el conquistador duró hasta que Valdivia fue sometido a juicio en Lima, donde fue acusado, entre otras cosas de mantener una relación extramatrimonial con ella. Pedro de Vadivia fue obligado a traer a su esposa a ese continente y en 1549 entregó a Inés en matrimonio a don Rodrigo de Quiroga, uno de sus mejores capitanes y en reconocimiento a sus méritos el Valdivia le concedió varias encomiendas y una estancia. Doña Inés de Suárez, como esposa de Quiroga, llevó una vida piadosa y se consagró principalmente a tareas relacionadas con la caridad. Parte de su fortuna y por expreso deseo suyo antes de fallecer, se empleó en la construcción del templo de la Merced y de la ermita de Montserrat en Santiago.

Por Copiapó ingresaron a Chile las dos primeras mujeres extranjeras: la española Inés de Suárez y la mulata Melgérida. Paradojalmente, las dos fueron amantes del capitán Pedro de Valdivia.

Debo contarles a ustedes que otros historiadores afirman que la primera misa se realizó en Chile, fue en el Valle de San Francisco de la Selva de Copiapó, donde participaran las huestes del descubridor de Chile don Diego de Almagro y que se realizó en el año 1536. Pero la historia no registra la venida de sacerdotes con el descubridor.

En Estación Paipote de nuestra ciudad una calle recuerda e inmortaliza en nombre de doña Inés de Suárez.