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científicos descubren un gen que hace engordar ante situaciones de estrés

AP Photo/Amy Sancetta

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Las personas propensas a ser hostiles, depresivas o ansiosas tienen más probabilidades de engordar al enfrentar situaciones de estrés y por eso, también de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Esa es una de las conclusiones a las que llegó un grupo de científicos de la Universidad de Duke (EE.UU.), a través de un estudio en el que analizaron a seis mil personas.

Los investigadores publicaron su investigación en la revista especializada European Journal of Human Genetics, y según descubrieron, un 13% de los individuos que analizaron, todos caucásicos, poseen un gen que los hace más susceptibles a engordar frente al estrés.

"Los genes, el estrés psicosocial y los factores metabólicos actúan en combinación para aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular", explicó Elizabeth Hauser, quien es la autora principal a cargo del estudio.

Para llevar a cabo el análisis, Hause y su equipo llevaron a cabo un estudio de asociación en todo el genoma de seis mil participantes inscritos en el Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA).

El MESA analizó la información genética de las personas del estudio y también sus rasgos físicos, como la circunferencia de la cintura, el índice de masa corporal, los niveles de colesterol y glucosa, entre otras variables físicas.

Así fue que los investigadores observaron que el estrés estaba asociado al incremento de la obesidad central, que se mide a través de la cintura. Luego probaron variaciones en todo el genoma para saber qué genes en combinación con el estrés tenían más influencia en la circunferencia de la cintura.

De esa manera hallaron que el gen el gen EBF1 tenía una fuerte relación con el tamaño de la cintura." También hemos encontrado relación entre el estrés y el perímetro de la cintura con niveles de glucosa en sangre y la diabetes y con un aumento de las enfermedades cardiovasculares, especialmente la aterosclerosis", explicó Abanish Singh, investigador del estudio.

Los científicos concluyeron luego de terminar el estudio, que una combinación de una dieta saludable, ejercicio y una disminución del estrés se puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sobre todo en las personas con el genotipo descubierto.

Cintura

Los investigadores vieron una relación entre el gen EBF1 y la circunferencia de la cintura que es un parámetro para medir riesgos a la salud.

Estrés

Pero el facto que hacer que el tamaño de la cintura aumente es el estrés. Por eso recomiendan bajar la carga de estrés y mejorar el estilo de vida.

¿Pueden Los hijos parecerse a la ex pareja de la madre?

investigación. Un estudio buscó dar base científica a una teoría conocida como telegonía, que hasta ahora no había sido comprobada.

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Muchas veces la narrativa de ficción ha planteado asuntos que luego son tema de estudio para la ciencia. Es el caso de la novela "Madeleine Ferat" del autor francés Zola (1840-1902), que narra la historia de Madeleine, que se enamora de un cirujano que, sin que ella lo sepa, es el mejor amigo del que más tarde será su esposo.

Cuando la protagonista y su marido tienen a su primer hijo, Madeleine nota que tiene un gran parecido a su primer gran amor y no a su esposo. Pero ella no ha engañado a su marido y ha transcurrido suficiente tiempo como para que la protagonista esté segura de la paternidad de su hijo.

Esa temática, que habla de un parecido físico entre los hijos y el primer amor, era un tema muy de moda durante el siglo XIX, época en que vivió el autor de esa historia y fue fuente de inspiración para esa novela.

A partir de esa creencia, un estudio publicado por la revista Ecology Letters, comprobó que esta herencia no genética puede darse en el caso de las moscas, lo que podría transformarse en la primera prueba científica de que es posible que la descendencia comparta rasgos que trasciendan al origen biológico de la paternidad.

Para llevar a cabo el experimento, un grupo de científicos australianos se basó en lo propuesto por August Weismann, un biólogo alemán. Él fue el que acuñó el término telegonía, para referirse al fenómeno mencionado. El científico que vivió en el siglo XIX, observó que el fenómeno se daba en mujeres viudas que tenían descendencia con un segundo marido.

Según los registros de sus investigaciones, incluso llegó a darse que mujeres tuvieran hijos con pelo rojo, como el primer marido, a pesar de que el padre biológico fuera moreno.

Para explicar ese fenómeno Weismann sugería que los espermatozoides que habían alcanzado el ovario luego de la primera relación sexual podían penetrar óvulos prematuros "impregnándolos".

A partir de esto los científicos australianos liderados por Angela Crean, de la universidad UNSW, cruzaron moscas prematuras con machos de gran tamaño y otros más pequeños. Luego, cuando ya eran fértiles y maduras, las volvieron a cruzar y así fue que encontraron que "a pesar de que el segundo macho engendró la descendencia, el tamaño de la progenie lo determinaba el de la anterior pareja sexual de la madre".

A través de ese experimento los científicos pudieron observar que a pesar de que el padre de las moscas fueran grandes, tras ser bien alimentados, los hijos serían pequeños si en la primera cruza el macho era de ese tamaño. Según los investigadores "este hallazgo muestra que también se puede transmitir algunos rasgos adquiridos a la descendencia de parejas posteriores de una hembra".

Yongsheng Liu, del instituto Henan de Ciencia y Tecnología de Xiangsiang (China) , explicó en un artículo publicado por la revista Gene, que la "primera impregnación" tendría más influencia en las hembras que las siguientes , porque las impregnaciones posteriores comparten su influencia con las anteriores.

"El esperma, después de penetrar en el útero, es absorbido por el organismo femenino y ejerce una influencia sobre los óvulos que aún no están maduros", postulaba Weismann en el siglo XIX.

Según el artículo de Liu, esta idea no sería tan descabellada como parece. El científico sugiere que descubrimientos como el publicado en Bendich en Science en 1974, que dice que los espermatozoides pueden penetrar otras células del organismo que no son el óvulo, podrían comprobar que el fenómeno es posible.

"Podemos imaginar que durante el coito millones de espermatozoides que contienen ADN se depositan en el cuerpo de la hembra y los que no se utiliza en la fertilización son absorbidos por el mismo. Si este ADN extraño se llega a incorporar en las células somáticas y los óvulos inmaduros, la descendencia podría mostrar esta influencia en su constitución genética, y de ese modo proporcionar otra base para telegonía", argumenta Liu.

Yongsheng Liu argumentó que la telegonia podría ser posible, existiendo pruebas que demuestran que los genes de un feto pueden pasar a la sangre de la madre. Otra prueba que el científico exhibe, es que la capacidad del ARN masculino en las embarazadas para provocar reordenamientos genéticos que varían la expresión de los genes. El experto explicó que esto es poco común, porque no es probable que el ADN o ARN de los espermatozoides influyan en óvulos aún no maduros, que luego lleguen a ser fecundados.

1868

En 1868 el auto Zola publicó "Madeleine Ferat" que trataba el tema del parecido de los hijos con el primer amor.

XIX

Pero el tema que dio origen a esa ficción era un asunto de moda en el siglo XIX, que era comentado por la gente.

1800

En el mismo siglo el biólogo alemán August Weismann bautizó el fenómeno de transmisión de rasgos como telegonía.