Secciones

El Colegio San Agustín fue el primero en aplicar nueva forma de selección

E-mail Compartir

Hasta el Colegio San Agustín de Atacama -particular subvencionado- llegaron 155 familias para depositar en una tómbola una pelota de pimpón blanca con un número correspondiente a un niño. Por primera vez en la región se definiría el futuro de parte de una generación de estudiantes a través de un sorteo.

Los niños de entre 3 y 4 años, que entrarán a prekínder, se mantienen ajenos a lo que sus padres esperan. Los futuros apoderados anhelan ser parte de la lista de la suerte y quedar seleccionados.

Joan Fowler fue la primer en saber que su hija ya es parte de la generación del prekínder 2015 del establecimiento. "Me tomó por sorpresa porque al final yo había visto que se había hecho en Santiago. Jamás me imaginé que en Copiapó se iba a hacer lo mismo y menos que este sería el primer colegio", dice en relación al sorteo.

Postuló en septiembre y por correo electrónico se enteró de la nueva modalidad que favoreció a Mayra, de 3 años. "Me siento feliz porque sé que mi hija a futuro puede llegar a una universidad buena y puede ser profesional y es lo que quiero. Siempre los papás queremos que nuestros hijos sean mejores", dice Joan después de confirmar el resultado.

Cada número en la pelota, que fue gritado y anotado en la pizarra, era un apoderado más aliviado por ser parte de los 54 cupos dispuestos.

Más tarde la lista de espera para los 101 números restantes dejó esperanzados a algunos y resignados a otros.

La hija de Víctor Mercado quedó en el noveno puesto de la lista de espera. Postuló por la cercanía a su casa y las buenas referencias del colegio. "Hay mucha expectativa de la lista espera pero yo creo que ya pasó. Tenemos dos alternativas por cercanía", dice Mercado, quien prefiere comenzar a buscar nuevos colegios.

"Es extraño para nosotros porque es primera vez que se hace. Pero si es la opción del colegio está en su facultad de hacerlo", agrega Víctor en relación a la modalidad de selección.

selección transparente

"Desde ese día establecimos que los mecanismos para este año iba a ser un sistema de selección para prekínder, que es donde tenemos 90 cupos, a través de tres criterios", explica Rojas.

El primer criterio fue sumar a los hijos, sobrinos o nietos de funcionarios. El segundo fue tener un hermano o hermana en el colegio. Mientras el tercer criterio es que todos aquellos que no cumplen con los dos primeros van a la tómbola. "Nace según lo que pudimos observar de algunos colegios del país que lo aplicaron. Determinamos que era la forma más objetiva, transparente y pública de poder entregar los cupos, con la finalidad de poder dar oportunidades a todos los alumnos", señala el director.

Los padres postulantes entregaron su identificación y la de sus hijos. Según explica Rojas "no se pidió prueba, no se pidieron datos económicos de la familia ni el estado civil de los padres. Solamente identificación y un certificado de alumno regular para saber en qué curso está".

crítica a la modalidad

"Sabíamos que esto está estipulado desde el 2007, pero el colegio hasta el año pasado había tomado otro tipo de selección como a través de los papás. Si bien sabíamos no estábamos esperando que fuese así. Consideramos que no debiese ser porque es suerte. Le estamos entregando el futuro de nuestros hijos a unas pelotitas. Sabemos que la selección no es buena pero por último debiese ser por capacidades, porque un niño más grande que se esfuerza para dar las pruebas y que en su lugar entre un niño que tal vez no le interesa venir al colegio", señaló Fernández.

En relación a la selección realizada por el colegio señaló que "entendemos que ellos son prekínder y que en cuatro años van a quedar nivelados, pero los apoderados que están acá esperan que la suerte los acompañe y consideramos que eso no debiese ser".

La directora de la Superintendencia de Educación, Marggie Muñoz explicó que la normativa regula que los establecimientos educacionales entre el 1 nivel de transición y 6º año básico no pueden pedir ciertos antecedentes cuando van a seleccionar alumnos ni aplicar pruebas, "que era lo que antes se hacía, como que midan conocimiento potencial o rendimiento pasado del estudiante", señaló.

La normativa no regula el método de selección, pero sí establece que no mida nivel socioeconómico, o el rendimiento potencial o pasado de los niños. "Pedimos que el método no sea discriminatorio y no atente contra el respeto y la dignidad de esas personas", agregó Muñoz.

Emilia y Agustín son los nombres más inscritos en Atacama

E-mail Compartir

Según un listado entregado por el Registro Civil los nombres con más inscritos en la Región de Atacama son: Emilia (43), Sofía (42), Agustín (48) y Martín (42) en el primer semestre del 2014.

Otros nombres que resaltaron en el caso de las mujeres son Antonella (40), Isidora (34), Agustina (28), Isabella (28) y Josefa (27). También otros nombres masculinos con mayores inscripciones en Atacama son Vicente (36), Maximiliano (35), Benjamín (35), Matías (30) y Joaquín (28).

Lucy Cepeda, directora regional del Registro Civil afirmó que "si bien la tradición sigue siendo poner a los hijos los nombres de sus progenitores, es una realidad que las nuevas tendencias también influyen en los nombres que los padres eligen para sus hijos, es parte de un proceso normal de la modernidad y en muchas ocasiones un reflejo de la huella que dejan personajes públicos nacionales o extranjeros en nuestra comunidad".

El nombre Emilia también se repite en otras regiones tales como la del libertador Bernardo O'Higgins (136). Biobio (357), La Araucanía (142), Los Lagos (122), Magallanes (19). Particularmente Sofía es una de las primeras opciones en el resto de las regiones. La que presenta la mayor cantidad de registros por este nombre es la región de Valparaíso con (243).

En el caso de los nombres masculinos Atacama comparte la predilección por Agustín con casi todo el territorio nacional salvo en la región de Aysén donde se registró Maximiliano (12) y la de Magallanes con Benjamín (22).

El segundo nombre más inscrito, Martín, solo fue alternativa en la región de Atacama mientras que en muchas regiones Vicente fue el segundo nombre más preferido para nombrar a un hijo.