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Una década de un enorme triunfo

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Esta semana el país recordó, con mayor o menor entusiasmo, el histórico triunfo del tenis nacional en los Juegos Olímpicos de Atenas, en 2004. Los diez años que han transcurrido desde que Nicolás Massú y Fernando González ganaran tres medallas de oro para Chile (las dos por la victoria en la serie de dobles y otra por la de singles, en manos de Massú) han dado pie hoy para analizar la situación de este deporte que en aquellos momentos apareció como una actividad promisoria.

Hay que recordar que especialmente durante la primera mitad de la pasada década, Chile vivía la llamada 'era dorada' del tenis nacional, con su primer jugador número uno en el ránking mundial de la ATP (Marcelo Ríos) y el bicampeonato en el Mundial de Tenis en Düsseldorf (2003 y 2004) y luego las medallas en Atenas, como grandes hitos de este periodo.

En ese momento, entonces, se pensó en hacer del tenis un nuevo polo de desarrollo deportivo en Chile, no sólo en el plano competitivo, sino que también, aprovechar estos triunfos para incluir la disciplina en planos formativos y recreativos. En su momento, hubo intenciones desde la Federación hasta el Gobierno por aprovechar el 'envión' que vivía el otrora llamado 'deporte blanco' para transformarlo en una alternativa especialmente para los más jóvenes.

Hoy, tras una década del embriagante triunfo y de la llamada era dorada del tenis nacional, poco y nada se ha hecho por capitalizar aquel buen momento. El tenis sigue siendo visto como una 'aventura personal' de jóvenes que, talentosos o esforzados, deben recurrir principalmente a sus familias o a empresas privadas para poder hacer carrera.

Chile ha dado muestras permanentes de que su apuesta no es el deporte competitivo, a la altura de la elite mundial. Lo dicen sus programas, recursos y muy especialmente sus resultados. Sin embargo, aquello no quita que las buenas intenciones que se sembraron alguna vez de la mano del tenis, queden en el olvido, en especial si se trata de hacer realidad aquellos discursos sobre el deporte, como una alternativa sana para la juventud.