La larga fiesta de los alemanes tardó 24 años en volver a organizarse. Por eso, miles de personas salieron ayer a las calles de Berlín a mostrar su adoración por los jugadores de su selección que, dirigidos por Joachim Löw, se llevaron hasta ese país la Copa del Mundo. El desfile de la victoria tuvo su apoteosis en la Puerta de Brandendurgo.
Los jugadores, que vestían camisetas negras con el número 1 estampado, recibieron las muestras de cariño de casi un millón de eufóricos aficionados que llenaron la explanada frente al monumento histórico que identifica a Berlín. Cantando, arrojaron pelotas al público presente.
Los aficionados comenzaron a llegar de madrugada para dar la bienvenida al equipo dirigido por Joachim Löw y al trofeo. El cuarto título mundial de Alemania, primero desde 1990, coronó años de trabajo de Löw para modernizar al equipo y se consiguió tras cuatro fracasos en los torneos recientes. 'Todos somos campeones mundiales', dijo Löw a la multitud.
'Por supuesto que recorrimos un largo camino para llegar al título, y fue increíblemente duro al final. Pero estamos increíblemente felices de estar aquí con los aficionados', afirmó.
Mario Goetze, autor del gol con el que derrotaron a Argentina en la final, fue saludado con una ovación ensordecedora por aficionados que ondeaban banderas con los colores negro, rojo y amarillo de la bandera alemana.
Cuando los jugadores aparecieron en el escenario para recibir los aplausos, los aficionados les dieron la bienvenida coreando la frase 'Fussballgott' ('dios del fútbol') luego de que se presentara a cada uno en el escenario.
'Estamos súper orgullosos de este logro, luego de estar aquí en 2006 y 2008 después de quedar en tercer y segundo lugar, y tras finalmente conseguirlo luego de una larga jornada, con este equipo sensacional', dijo el defensor Per Mertesacker.
Aunque hubo problemas con el sonido, que causaron que la mayoría de lo dicho por los jugadores no se escuchara, a los aficionados no les importó. De hecho, cuando el defensa Jerome Boateng, de regreso en su ciudad natal, gritó 'no los escucho', los gritos fueron aún más fuertes.
El avión de Lufthansa que los transportó de regreso a Berlín salió con casi dos horas de retraso de Río de Janeiro, por un problema técnico detectado antes de despegar.
La nave aterrizó en el aeropuerto de Tegel tras hacer un sobrevuelo a baja altura sobre una enorme columna de aficionados.
Philipp Lahm, capitán de la selección, encabezó al equipo en su salida de la aeronave, que fue recibido por un coro de aficionados que cantaban 'el fútbol regresa a casa' desde la terraza de la terminal aérea.
El equipo hizo un viaje de dos horas desde el aeropuerto a Berlín en un bus decorado con números alusivos a las ocasiones en que Alemania ha ganado Copas del Mundo. Las anteriores fueron en 1954, 1974 y 1990. Esta es la primera Copa de la Alemania unificada.
Un grupo de jugadores alemanes se burló de Argentina encorvándose y cantando: 'Así es como caminan los gauchos, los gauchos caminan así', para luego saltar y gritar: '¡Así es como los alemanes caminan, los alemanes caminan así!'.
Munich también formará parte de la celebración ya que la mayoría de los jugadores de la selección militan en la escuadra campeona de la Bundesliga, el Bayern Munich. El gobierno de Munich y el equipo planeaban hacer una recepción para su jugadores en el aeropuerto.
Varios integrantes de la selección alemana sacaron a subasta en internet y con fines benéficos zapatos, camisetas y pelotas del torneo.
El portal de subastas a beneficio unitedcharity.de ofrece unos 50 objetos de la selección campeona del mundo, incluyendo el traje y el abrigo del técnico Joachim Löw, el iPhone del arquero Manuel Neuer o camisetas de Mario Goetze y otros jugadores.
Incluso la canciller Angela Merkel, que viajó a Brasil para ver el debut y la final de Alemania, se unió a la iniciativa solidaria subastando una pelota del Mundial que firmó.
Todos los fondos recaudados se usarán para cooperar en distintos proyectos de ayuda a los niños.
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