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El desafío de la inclusión

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Si uno de los objetivos que el Estado se propone es, el desarrollo de Chile, el mayor desafío es la inclusión de las personas con discapacidad, en todos los ámbitos del quehacer social.

El 12,9 % de la población chilena, presenta algún tipo de discapacidad en diversos grados. Es evidente que las personas con discapacidad son el grupo vulnerable más numeroso de nuestro país, las cifras lo señalan claramente, por ende, es necesario promover políticas inclusivas de manera transversal, que permitan la incorporación al desarrollo productivo del país.

Esta última afirmación, ciertamente no se condice, con la cifra lapidaria entregada en el segundo párrafo, sin embargo, es justamente ese, el punto de inflexión que permitirá modificar, no las estadísticas pero sí, el camino para enmendar rumbos ya trazados. ¿Cómo iniciamos estos cambios? , en el discurso políticamente correcto, es probable que la respuesta sea: 'Velando por la igualdad de oportunidades, la inclusión social, el respeto de los derechos, la participación en el diálogo social y la accesibilidad de las personas con discapacidad y su entorno, a través de la asesoría, coordinación intersectorial y ejecución de políticas públicas tendientes a acortara esta brecha de inequidad' pero en lo tangible como un accionar de 'hacer concreto', el camino que han iniciado la Organización Mundial del Trabajo (OIT ); la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA); con el apoyo de la Mutual de Seguridad, son dignos de reconocimiento, puesto que han desarrollado una serie de herramientas de apoyo para la inclusión laboral, a través de folletos de excelente calidad y diseño, junto con información en sus respectivas páginas web. Estas entidades han generado una metodología práctica para aquellas organizaciones que deseen contratar a personas con discapacidad, considerando en esta propuesta, cinco pasos claramente definidos: Contacto y compromiso inicial, evaluación laboral, capacitación, colocación y seguimiento y evaluación del proceso.

Iniciativas como ésta, nos otorgan la certeza de los cambios que se avecinan, en pos de oportunidades, que deben ser otorgadas, desde las capacidades que todos los seres humanos poseemos y no desde las dificultades y barreras que auto generamos como sociedad. Para mayor información acceder a la pagina Web, www.empresainclusiva.cl

¿El huevo o la gallina?

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Aunque el último frente frío no trajo lluvias para Copiapó, sí dejó importantes 20 milímetros en promedio para la provincia del Huasco. Como se sabe, hace más de diez años que la región arrastra un grave déficit hídrico motivado por una falta de regulación en la entrega de derechos de aprovechamiento de agua fundamentalmente en la década del 90 y la condición nacional desértica de la región, que han hecho que se explote al máximo el acuífero subterráneo.

Como se anunció a través de las páginas de este diario, se esperaba que el invierno fuera lluvioso. No se sabe cuánto, pero ya se habla de que se necesitarían varios años con fuertes precipitaciones invernales para revertir la situación. Esto difícilmente ocurrirá, porque puede que este año llueva, pero es incierto lo que ocurrirá en las próximas temporadas.

Así las cosas, al parecer el sector productivo de la región e incluso la población tendrá que convivir con la escasez del elemento. Por este motivo, resulta fundamental que tanto el Estado como el sector privado trabajen intensamente en la generación de instancias que permitan obtener a precios competitivos el agua que la región necesita.

Las plantas desalinizadoras serán seguramente el camino para contar con agua. Pero como la misma Presidenta Bachelet lo reconoció, para tener agua en estas condiciones, desalinizada y a un precio razonable, se necesita energía. Y esa energía debe ser producida bajo estándares medioambientales que sean los más estrictos.

La duda, razonable, que se instala en los inversionistas, es si se podrá contar con la suficiente seguridad de que se podrán desarrollar convenientemente los proyectos energéticos, si es que éstos se apegan absolutamente a la ley o por presión ciudadana éstos podrían no seguir adelante, como ya sucedió con la central Barrancones y últimamente Hidroaysén.

De esta manera, en Atacama nos encontramos con un dilema: Es esencial tener agua, pero desalinizarla requiere energía. ¿Se podrá contar con energía?

Así, ¿qué es primero? ¿el huevo o la gallina?