El perfeccionamiento metodológico y la extensión territorial alcanzada por el Plan Cuadrante de Seguridad Preventiva en las comunas de Copiapó y Vallenar, como también los avances en materia de integración con la comunidad en el resto de las localidades de la región de Atacama, entre otros múltiples factores, nos han permitido mantener nuestros indicadores delictuales en cifras bajo cero. A la fecha, como región nuestras últimas cifras del Sistema Táctico de Análisis Delictual (STAD) arrojan como resultado un menos 2% en los casos de delitos de mayor connotación sociopolicial, lo cual es atribuible al compromiso asumido por los carabineros al momento de ingresar a las filas de esta institución y vestir el verde uniforme de Carabineros de Chile.

En lo que va corrido del año y gracias a estas acciones implementadas hemos incautado más de 780 kilos de droga, un 43% más que en igual período del año 2013. Sin duda una gestión loable de destacar en esta ocasión en que hacemos un análisis de los logros alcanzados en lo que va de este 2014.

En Carabineros de Chile trabajamos para responder a las crecientes necesidades y expectativas de las personas de tener mayor seguridad, y dentro de este compromiso invitamos a la comunidad a acoger a estos nuevos carabineros, confiando en que con ellos continuaremos en nuestros esfuerzos modernizadores, sin apartarnos de la probidad, el derecho, la verdad y la transparencia. Así somos Carabineros de Chile, una institución transparente que cada día crece, optimiza sus recursos, potencia las nuevas tecnologías y está a disposición de todos quienes ocupamos este territorio. Esto nos ha permitido ganar nuevos espacios, no sólo en barrios y comunas sensibles y con conflictos sociales, sino también en los medios de comunicación social. No olvidemos que nuestros derechos son igualmente importantes que los derechos de otra persona y es ahí, en esa delgada línea que la mayoría de las actuaciones de Carabineros se desarrollan. Por esta razón, considero pertinente hacer un llamado a la ciudadanía a querer y respetar a sus Carabineros. Pero para ello debemos contar con su cooperación y es por eso que llamamos y llamaremos siempre al autocuidado.

No hay modelo de seguridad o prevención en el mundo que no requiera de la coparticipación de quienes van a recibir las acciones preventivas.

Ayer, el Comité de Ministro determinó finalmente rechazar el proyecto energético Hidroaysén, en una decisión unánime de la comisión encabezada por el titular de Medio Ambiente, Pablo Badenier. La decisión llega en momentos en que la discusión energética en el país ha ganado espacios importantes, debido a su escasez proyectada y a los costos de la misma. Hidroaysén es el segundo megaproyecto de generación eléctrica más grande en Chile que cae, después del rechazo a la termoeléctrica Castilla, en la región de Atacama. Hidroaysén fue proyectado con una potencia instalada superior a los 2.700 MW que serían inyectados al Sistema Interconectado Central (SIC), mientras que de Castilla se esperaban 2.100 MW.

Más allá de que los titulares de la iniciativa hoy tengan la posibilidad de apelar a la decisión del Comité de Ministros, el Estado de Chile -no sólo el actual Gobierno- debe seguir avanzando por una agenda energética que sea capaz de cumplir con los requerimientos de un país que consume progresivamente más electricidad. Se estima que hacia el año 2020, el consumo eléctrico en Chile aumentará en el orden de los 100 mil GWh de demanda total. Este imperativo debe respetar el equilibrio ambiental y a la vez, tener en cuenta la relación con las comunidades. No es un desafío menor, pero es posible, en la medida que exista un trabajo con claras determinaciones y la capacidad de asumir nuevas alternativas e invertir en ellas.

Hace unos días, SunEdison inauguró en la región de Atacama el parque solar más grande de Latinoamérica, capaz de aportar con 100 MW al SIC. Es un volumen menor comparado con lo de una hidroeléctrica o una termoeléctrica pueden generar, pero su impacto al medio ambiente es significativamente menor y los avances en estas tecnologías han ido aumentando su eficiencia. A eso se agrega la inagotable energía del sol del desierto: Sólo la III Región tiene un potencial teórico bruto fotovoltaico que alcanza los 200.000 MW. Chile debe saber aprovechar su potencial energético, ser capaz de diversificar y hacer apuestas por las energías sustentables.