El reciente ascenso de Barnechea, desde el fútbol de la Primera B a la división más importante del balompié nacional, dejó a Deportes Copiapó como el único club profesional del fútbol chileno que jamás ha puesto un pie en el grupo que hoy reúne a los mejores del país. Quince años han pasado desde que la institución reemplazara al desaparecido Regional Atacama, dando vida a un proyecto que en su momento, fue capaz de llenar de ilusiones a la comunidad copiapina, a la que hoy representa, o intenta representar. Intenta, porque sin entrar en análisis sociológicos, la distancia entre Deportes Copiapó y la comunidad ha sido rota sólo cuando el club tiene resultados, cuando logra una meta, ofrece alguna alternativa, cuando aspira algo o tiene pretensiones.
Es por eso que hoy extraña la posición de la institución, que desde su directorio ha concordado en 'seguir participando' en el torneo de Primera B, resguardando la categoría y la estabilidad financiera, sin poner la vista el llegar por primera vez al fútbol de honor nacional. Qué distinto aparece este Deportes Copiapó respecto a clubes como Everton o Rangers, que recién descendidos, apuntan al regreso.
Se entiende el interés institucional de mantener al club 'saneado' en términos financieros. Sin embargo, el fútbol es mucho más que tener una empresa financieramente estable. De hecho, dicha estabilidad en el balompié nace y crece desde las aspiraciones, los logros, las metas, y especialmente los sueños. O por lo menos, así debería ser. Preocupa, porque hoy institucionalmente Deportes Copiapó está ofreciendo poco, o nada a su hinchada. Sin sede, con escasas asistencias al estadio, sin socios, sin logros deportivos y ahora sin aspiraciones, el club se transforma en un 'león que no ruge', una estación más para que jugadores pasen jueguen y luego se vayan, como ha ocurrido en los últimos años, sin escribir historia alguna.
Esta posición deja ahora la última palabra en los jugadores que puedan llegar, quienes tendrán la primera responsabilidad de 'mantener' al CDC entre los primeros seis del torneo y probablemente, puedan romper esquemas y hacer que por primera vez el 'León' ruja de verdad y le dé una gran alegría a su sufrida hinchada.