China y Rusia unieron fuerzas y firmaron un histórico acuerdo de US$ 400 mil millones para comprar gas natural al Kremlin. El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, presenciaron ayer en Shanghái la firma de un acuerdo entre el consorcio ruso Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) para la exportación de dicho recurso al país asiático.
'No sería una exageración si dijera que la cooperación entre nuestros dos países está en el mejor momento de la historia', dijo el Mandatario ruso que celebró el acuerdo con un 'ganbei', como se llama en mandarín al popular brindis con el que los chinos acostumbrar a cerrar los acuerdos. Y es que la negociación concluye luego de una década de conversaciones entre las dos compañías insignia para sus respectivos países.
Según informó el consejero delegado de Gazprom, Alexei Miller, el consorcio ruso suministrará a China 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural anualmente a partir de 2018 y en los siguientes 30 años. Las cifras dan cuenta de un precio aproximado de 350 dólares por cada mil metros cúbicos de gas. 'Algo más de lo que China paga actualmente por el gas que importa de Asia central, pero menos de lo que Rusia pedía inicialmente', dijo Xizhou Zhou, director de la consultora IHS China Energy.
Para concretar el acuerdo, Gazprom construirá un nuevo gasoducto. Ambos países invertirán, según informó el mismo Putin, US$ 70 mil millones en infraestructuras y gasoductos.
Las negociaciones con China se vieron aceleradas producto del conflicto entre Rusia y Ucrania. Esto porque ante las amenazas de Estados Unidos y de la Unión Europea, Moscú se ha visto obligado a buscar con urgencia nuevos compradores para su gas. Además los precios internacionales del gas cayeron en los últimos años, lo que hizo que Pekín y Moscú acercaran posturas.
El próximo lunes está previsto que se lleve a cabo un encuentro sobre el gas entre la Unión Europea, Kiev y Moscú. Y el acuerdo con China podría reafirmar la postura rusa en la disputa.
Gazprom ha amenazado con dejar de suministrar gas a Ucrania a partir del 3 de junio, debido a las deudas que Kiev no ha saldado con al empresa, lo que podría provocar problemas también en territorio de la Unión Europea (UE).
En tanto, China invierte en un combustible limpio cuando intenta frenar la dependencia energética del gigante respecto del carbón, que provoca serios problemas de contaminación en el país asiático.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, llamó ayer a Rusia a mantener sus contratos gasistas con la UE y Ucrania mientras prosigan las conversaciones entre Kiev y Moscú respecto al precio. Sin embargo, el gas natural supone aún el 5% del total del consumo energético del país. La mayor parte del suministro adquirido a Rusia será consumido por las provincias del noreste de China.
Por otra parte las repúblicas centroasiáticas de Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán le llevan la delantera a Rusia en suministro de este recurso a la potencia asiática, por lo que Moscú aún tiene un camino que recorrer en la venta del hidrocarburo.
Hasta ayer, las acciones de Gazprom habían aumentado en un 2%.