Intensos han sido las últimas semanas en Aguas Chañar, ya que continuamos trabajando arduamente para ejecutar un plan de inversiones que actualmente nos permite asegurar el suministro de agua potable en toda la región sin mayores contratiempos.
Pero esto no es casualidad. Se trata de un trabajo y una planificación diseñada y ejecutada por nuestro grupo humano que día a día deben combatir con mucho profesionalismo, una crisis hídrica que avanza sin tregua sobre la región de Atacama y que día a día agota de una manera dramática nuestros pozos, especialmente en la cuenca del río Copiapó.
Hoy nos encontramos finalizando la cuarta etapa del Plan de Abastecimiento para la provincia de Copiapó (incluido Chañaral), la cual se enmarca en un arduo trabajo iniciado por Aguas Chañar desde el año 2011, y que ha consistido en la materialización de obras por más de $20 mil millones.
Es en este contexto en el que se desarrolla el corte programado realizado durante la jornada de ayer, cuya inversión en esta oportunidad bordeó los $260 millones en nuevas conexiones, instalación de equipos y la construcción de un nuevo estanque de almacenamiento. Esto permitirá aumentar la capacidad de transporte de agua hacia la ciudad de Copiapó y Tierra Amarilla, junto con independizar los sistemas de distribución de las ciudades de Caldera y Chañaral.
Para la provincia de Huasco, ya logramos el aumento de producción en los pozos que abastecen a Vallenar, Huasco y Freirina, y estamos trabajando en los estudios hidrogeológicos de la cuenca para definir los próximos pasos a seguir en dicha área. Mientras que para Diego de Almagro, Inca de Oro y El Salado, durante este año se mejorará la eficiencia de la Planta de Osmosis en Llanta para aumentar en un 15% la producción de agua potable. Para Inca de Oro, ya hemos materializado un moderno sistema de bombas para asegurar la producción en los pozos del sector La Vega, los cuales abastecen a esta ciudad.
En definitiva, seguimos trabajando silenciosamente en una tarea tan compleja, pero fundamental, esto es, abastecer de agua potable a una región inmersa en una profunda crisis hídrica, con un compromiso de seriedad, excelencia y mucho cariño en la labor que desempeñamos a diario.