Mañana se celebra el Día de la Madre, una de las fechas más importantes para muchas y muchos copiapinos. Sin duda quien más espera esta fecha es Rosa Gómez, quien a sus 88 años disfruta del cariño de una familia numerosa.

Fueron 10 los partos que esta mujer debió soportar, incluyendo el de dos mellizas. En total tuvo 15 hijos, la primera falleció, pero los otros 14 se mantienen junto a ella.

De mirada dulce y cariñosa, Rosa recuerda parte de su vida: "Mi madre se casó con mi padre que era ecuatoriano. Mis abuelitos no querían que ellos se unieran porque él era extranjero. Pero mi mamá dijo yo me caso y así lo hicieron".

Rosa Gómez nació en Santiago y luego viajó a Guayaquil. "Estuvimos unos meses allá pero por cosas de la vida las situaciones no se dieron bien en Ecuador y mi madre volvió conmigo a Chile. Me críe con mis abuelitos, viviendo un tiempo en las oficinas salitreras, luego mis abuelos fallecieron y yo estudie en Vallenar. Cuando ya estaba más grande me fui a Inca de Oro, allá fue donde conocí a don Rafael Urrutia, con quien me casé cuando yo tenía 15 y él 18 años", dice Rosa entre risas.

Con un tono alegre cuenta que uno de los procesos que sortearon como familia fue el cambio a distintas ciudades por el trabajo de su marido. "Siempre viajé con él, fue así que tuvimos 15 hijos. Lamentablemente una de mis hijas falleció, hoy tengo 14 hijos que aunque son adultos son mis amores y me han hecho muy feliz. Hoy soy abuela, bisabuela y muy pronto seré tatarabuela".

Rosa tiene 31 nietos, 24 bisnietos y la tataranieta que está por nacer. Pese a sus 88 años mantiene una mente lúcida y recuerda perfectamente la fecha en que contrajo matrimonio con don Rafael Urrutia. El 21 de junio de 1942, en Pueblo Hundido, actual Diego de Almagro, la pareja se unió ante el civil y la iglesia.

"Los matrimonios de hoy no son los mismo que antes, hoy día por una discusión o un desacuerdo se separan o se golpean. Nosotros con mi viejo estuvimos 68 años casados y tuvimos discusiones. Pero hay que respetarse, eso es lo fundamental y es lo que le enseñamos a nuestros hijos", dice.

Rosa se considera una mujer tremendamente rica. Juega "Lota", escucha a Libertad Lamarque y Carlos Gardel. Vive en su casa, pero comparte el terreno con algunos de sus hijos y las familias de estos, nunca la dejan sola. Mira la fotografía que bajó se su repisa y donde aparece su familia. "Tengo unos hijos maravillosos, muy cariñosos, que se preocupan por mí. Mis nietos y mis bisnietos son hermosos. Siempre está alguien en mi casa, hijos, nietos que me regalonean y comparten mucho con migo. Espero celebrar el día de la madre junto a ellos mañana".