Hoy las estadísticas respecto al sobrepeso y la obesidad infantil vuelven a ser preocupantes a nivel nacional.
Atacama se encuentra bajo la media nacional en menores de 6 años, pero el problema no deja de plantear la necesidad de elaborar planes correctivos a nivel familiar y cultural.
En Chile muere una persona a la hora, debido a enfermedades relacionadas con el exceso de peso y la obesidad. Estos trastornos se han transformado en uno de los problemas de salud más importantes y difíciles de enfrentar en los últimos años, pues encuentran sus causas en los estilos de vida y alimentación, especialmente en los niños.
De hecho, las recientes estadísticas respecto a los índices de obesidad y sobrepeso en los escolares fueron motivo de múltiples comentarios. Y es que las cifras no dejan de ser preocupantes: el 10,34% de los niños y niñas menores de seis años que están inscritos en las redes de salud pública, son obesos.
La situación en Atacama no es mejor, aunque ligeramente alentadora. Y es que en nuestra región, el 9,9% del mismo segmento de niños y niñas son considerados obesos, en un indicador que está por debajo de la media nacional. Esto, si se toma en cuenta que por ejemplo, Antofagasta es la región que menor prevalencia tienen en este trastorno, con un 8,4% de los menores, mientras que en el otro extremo está la región de Aysén, en la que más del 15% de los niños y niñas correspondientes al grupo analizado son considerados obesos. Abordar el problema del sobrepeso y la obesidad infantil no es una tarea fácil, porque se trata básicamente de un desafío cultural. No existe ley, instructivo, ni recomendación que pueda impulsar a un niño a comer sanamente, si en su familia, por ejemplo, no existen hábitos de alimentación saludable. El caso requiere una visión global, que incluya la educación y la manera en que se estructura la vida educativa de los estudiantes, considerando que hoy, por ejemplo, hay niños que por sus jornadas escolares y cargas de estudio no tienen el tiempo suficiente para realizar actividad física diaria. ¿Qué tiempo para hacer ejercicios o deportes tiene un niño que termina a las 18 horas su día escolar? ¿Son suficientes las dos horas de educación física que contempla la mayoría de los colegios?
Son planteamientos que deben considerarse dentro de una visión globar que promueva el deporte y la vida sana, especialmente en niños y niñas.