García Márquez en su última entrevista: La fama te condena a la soledad
El escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido este jueves en México a los 87 años, señaló en la última entrevista que concedió a un medio de comunicación, a finales de 2005, que la fama estuvo a punto de "desbaratarle" la vida, porque "perturba el sentido de la realidad tanto como el poder".
El diario barcelonés "La Vanguardia" recuperó ayer en su edición digital la entrevista que Gabo concedió en su casa de México al periodista Xavi Ayén, que fue publicada en el suplemento El Magazine de este rotativo en febrero de 2006 y que según este periódico es la última que concedió el premio Nobel de Literatura.
En dicha entrevista, García Márquez recalcaba el escaso atractivo que para él tenía la fama: "Te condena a la soledad, genera un problema de incomunicación que te aisla".
También anunciaba que 2005 iba a ser para él un "año sabático": "No me he sentado ante la computadora. No he escrito una línea. Y, además, no tengo proyecto ni perspectivas de tenerlo. No había dejado nunca de escribir, éste ha sido el primer año de mi vida en que no lo he hecho".
"Yo trabajaba cada día -añadía-, desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde, decía que era para mantener el brazo caliente..., pero en realidad era que no sabía qué hacer por la mañana". Sobre a qué empleaba entonces su tiempo, respondía: "He encontrado una cosa fantástica, ¡quedarme en la cama leyendo! Leo todos aquellos libros que nunca tuve tiempo para leer... Recuerdo que antes sufría un gran desconcierto cuando, por lo que fuera, no escribía. Tenía que inventar alguna actividad para poder vivir hasta las tres de la tarde, para distraer la angustia. Pero ahora me resulta placentero".
El entrevistador comentaba entonces que de repente sonó el teléfono y el escritor pronosticó: "Seguro que es Carmen Balcells" y que efectivamente era su agente literaria. "¿Ven? No tiene sosiego. No se le escapa nada, sabía que estábamos hablando con ustedes... Nos tiene más controlados que nunca", comentaba sonriente Gabo.
En la entrevista a "La Vanguardia" se recuerda que la relación profesional de Balcells con García Márquez se remonta a 1961, cuando nadie creía todavía en aquel joven escritor, que no se convertiría en una celebridad mundial hasta la publicación de "Cien años de soledad" (1967).
También recuerda sus años en Barcelona, ciudad a la que llegó a finales de 1967, en la que escribió "El otoño del patriarca" y donde vivió hasta 1975.
"Llegamos en 1967, cargando una piel de caimán de dos metros que me regaló un amigo. Yo estaba dispuesto a venderla, porque necesitábamos el dinero, pero me lo pensé mejor y al final no lo hicimos. Todo fue muy rápido, en los años que viví en Barcelona pasé de no tener para comer -antes, en París, había llegado a pedir en el metro- a poder comprarme casas".
"Tengo la impresión de que aquella ciudad no nos sorprendió mucho -añadió-. Era como si ya la hubiéramos visto antes. La razón por la cual no fui a ningún otro lugar es Ramón Vinyes, el 'sabio catalán' que hice aparecer como personaje en 'Cien años de soledad'. En la Barranquilla de mi juventud, él me había 'vendido' hasta tal punto la Barcelona idealizada de sus recuerdos de exiliado, que no dudé en ningún momento".
Y recuerda que abandonaron Barcelona y España en 1975: "Estábamos en Bogotá cuando murió Franco y, al conocer la noticia, nos volvimos a México. Pensamos que en España la cosa se iba a agitar mucho, que vendría una gran inestabilidad, tampoco sabíamos cómo iba a reaccionar el nuevo gobierno español ante la inminente 'El otoño del patriarca', que retrataba el ocaso de un dictador. Pensé que no se iban a creer que yo me había inspirado en modelos latinoamericanos".
Gabriel García Márquez vivió los últimos años alejado de los reflectores, aunque con esporádicas salidas en la capital mexicana para reunirse con sus amigos y asistir a conciertos, siempre de buen humor.
Al autor colombiano nunca le gustaron las multitudes, pero sus apariciones públicas, debido a la demencia senil, se redujeron drásticamente en Ciudad de México, donde vivió más de medio siglo.
Hace dos años, su hermano Jaime García Márquez confirmó que la quimioterapia a la que fue sometido por un cáncer linfático en 1999 le salvó la vida, "pero también acabó con muchas neuronas, muchas defensas y células, y se le aceleró el proceso" de demencia senil.
"Todavía conserva el humor, la alegría y el entusiasmo que siempre ha tenido", dijo entonces su hermano, algo que el mundo constató en septiembre pasado cuando pintó dedo al ser fotografiado en la inauguración de un bar en un exclusivo barrio de la capital mexicana. Esa salida se produjo una semana después de la muerte de su entrañable amigo y escritor colombiano Alvaro Mutis, pero García Márquez no pudo acudir a la capilla ardiente pues estaba fuera de la ciudad, dijo entonces su círculo cercano.
Hace años el laureado autor confesó que uno de los grandes sustentos de su amistad con Mutis era que se veían muy poco y la mayoría de las veces viajando, lo que les permitía ocuparse de "otras cosas" y sólo uno del otro "cuando en realidad valía la pena".
El escritor, quien publicó en 2004 su última novela, "Memoria de mis putas tristes", solía asistir a conciertos en la capital mexicana, el último en noviembre pasado en el Auditorio Nacional, cuando no sólo disfrutó de la música de Diego "El Cigala", sino que entró a su camerino y posó a su lado.
Ayer, la familia de Gabo informó que el cuerpo del laureado escritor será incinerado "en privado" y el lunes tendrá lugar un homenaje en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana.
Así lo dio a conocer la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, en un comunicado que leyó en nombre de la familia a la puerta de la casa del Nobel de literatura.
"El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a petición de la familia de Gabriel García Márquez, informa que los restos del escritor serán incinerados en privado" y que en la funeraria no se llevarán a cabo honras fúnebres, agregó.
"El lunes, a partir de las 16 horas, se realizará un homenaje luctuoso en el Palacio de Bellas Artes, donde el público podrá homenajear su legado", finalizó García Cepeda.
La directora del INBA estuvo acompañada de Jaime Abello, director general de la Fundación Gabriel García Márquez, quien afirmó que ésta es la única información que se va a dar sobre el fallecimiento del escritor colombiano.
"No creo que haya más comunicados y más bien los invitamos a que el lunes nos acompañen. La idea ahora es reposar, descansar y recuperar un poco de tranquilidad", agregó.
Interrogado sobre las causas de la muerte del escritor, Abello dijo que "los médicos lo dirán posteriormente, supongo".
Pocas apariciones Sus apariciones públicas, debido a la demencia senil, se redujeron drásticamente en Ciudad de México, donde residía.
Vida social En septiembre pasado fue fotografiado en la inauguración de un bar en un exclusivo barrio de la capital mexicana.
Conexión con la música El autor, quien en 2004 publicó su última novela, solía asistir a conciertos en la capital mexicana, el último en noviembre.
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