Desarrollo sostenible
Lo que está pasando hoy en Chile es similar a lo que le pasa a las personas en la transición hacia la adultez.
El desarrollo sostenible es simultáneamente dos cosas. Por un lado, es el desafío intelectual de entender las relaciones entre tres sistemas complejos: la economía, la sociedad y el ambiente físico en el cual existimos; y por el otro, una visión ética y normativa, en la cual el desarrollo económico es inclusivo, la extrema pobreza es eliminada, la confianza social es reforzada a través de políticas que fortalecen a la comunidad, el medioambiente es protegido de la degradación inducida por causa humana y donde se genera una gobernanza, un marco institucional que permite lograr estos objetivos.
Pero aun cuando se habla de desarrollo sostenible, se crean instituciones relacionadas, como el Consejo Nacional de Producción Limpia, y las organizaciones civiles con y sin fines comerciales han realizado acciones para promoverlo, aún se percibe una gran brecha. Algo parece faltar entre el concepto y las acciones puntuales y concretas.
Puede que esta brecha tenga relación con que la medida para evaluar de si avanzamos o retrocedemos como sociedad, sigue siendo la misma que usábamos para medirnos en como país hace mucho tiempo atrás (PIB). Es más, el Producto Interno Bruto no distingue si la riqueza producida la posee uno o muchos, no diferencia entre reconstrucción y construcción, entre cárceles u hospitales, entre cigarros o implementos deportivos. No mide la salud de nuestros niños o la calidad de su educación, como tampoco la fortaleza de nuestros matrimonios, la inteligencia de nuestro debate público o la integridad de nuestros líderes.
La propuesta es entonces establecer un standard de medición que nos permita saber que tanto nos desarrollamos sosteniblemente. Un estándar que incluya el PIB pero que además incorpore la distribución del mismo y otros elementos que se hagan cargo precisamente de los desafíos de un Chile sostenible y desarrollado. Dicho estándar debiese cumplir varias condiciones que cumple este índice: accesibilidad, disponibilidad, ubicuidad, comparación internacional, comparación regional, comparación inter-temporal. No es necesario reinventar la rueda, ya existen varios esfuerzos internacionales en ese sentido, pero es necesario seleccionar aquello que serviría a Chile en general y levantar los datos con la misma diligencia que se hace hoy.