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Chile arriesga cambios radicales

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Aún existe la posibilidad de frenar el calentamiento de la atmósfera, pese al aumento vertiginoso de las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo a un informe del Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC) dado a conocer en Berlín (Alemania). Y ese proceso costará incluso menos de lo que se temía.

Según el documento, sólo será posible si se abandona de forma "rápida y radical" el fomento de las energías fósiles y se invierte en fuentes renovables y en otras de bajas emisiones, como la energía nuclear.

"Necesitamos reducir las emisiones de forma considerable hasta mediados de siglo. Tenemos que triplicar o cuadruplicar la producción de energía de bajas emisiones", enfatizó Rajendra Pachauri, presidente del IPCC, durante la presentación.

Según datos del IPCC, entre 2000 y 2010 se registró el mayor aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero de los últimos 30 años, pese a las medidas tomadas por muchos países.

El IPCC advirtió que el mundo aún está muy lejos del objetivo de limitar el aumento de la temperatura de la atmósfera a dos grados centígrados respecto de los niveles de la era preindustrial.

De continuar a este ritmo, la temperatura de la atmósfera subiría de 3,7 a 4,8 grados hasta 2100, cifró el IPCC. Para evitarlo, el mundo deberá reducir sus emisiones hasta mediados de siglo entre 40% y 705 y recortarlas por completo hasta 2100.

"Las emisiones siguen aumentando y a una velocidad creciente", apuntó el alemán Ottmar Edenhofer, quien presidió junto con el cubano Ramón Pichs-Madruga y el maliense Youba Sokona el grupo de científicos encargados de elaborar el informe del IPCC sobre Cambio Climático.

"Los principales factores para este aumento son el crecimiento económico y demográfico, que pesan más que los esfuerzos por proteger el clima", agregó Edenhofer. El experto germano recordó a renglón seguido que "sólo 10 países son responsables de tres cuartos de las emisiones".

Los científicos del IPCC consideran necesarios cambios a gran escala en el sector energético y la reducción de emisiones en la producción y el uso de la energía. "Si reducimos la energía, tendremos más flexibilidad en la elección de las tecnologías de baja emisión de carbono. Ahora y en el futuro.

También puede aumentar la relación costo-eficacia de las medidas destinadas a mitigar el cambio climático", explicó Ramón Pichs-Madruga.

La tierra es un factor clave en la consecución del objetivo de dos grados, precisa el documento y remarca que medidas como reducir el ritmo de la deforestación y plantar bosques han frenado o incluso revertido el aumento de emisiones. A través de la forestación, la tierra podría ser usada para retirar dióxido de carbono de la atmósfera.

"La principal tarea en el esfuerzo por contrarrestar el cambio climático es la de desacoplar las emisiones de gases de efecto invernadero del crecimiento de las economías y las poblaciones", explicó Youba Sokona. Uno de los mensajes más importantes del documento es que la transición energética sería menos costosa de lo estimado. El IPCC calcula que demandaría una reducción de unos 0,06 puntos porcentuales de un crecimiento económico de entre 1,6 y 3,0 por ciento. "No es tan costoso salvar el planeta", sostuvo Edenhofer.

"Necesitamos otros patrones de inversión, por ejemplo en energías regenerativas, pero en algunas partes del mundo también en energía atómica", agregó el experto alemán.