Copiapó se encuentra en un momento clave en que necesita ser pensado para mejorar y proyectar de manera positiva la calidad de vida de sus habitantes.
Más allá de los avances en conectividad, la ciudad necesita proyectarse con una visión más ambiciosa, capaz de responder a los requerimientos de la comunidad.
No es un misterio el explosivo crecimiento que manifiesta Copiapó y de ahí la importancia que tiene la adecuada planificación de la ciudad. En estos momentos, el municipio local se encuentra trabajando en el Plan Ciudad, que pretende enfrentar los desafíos más importantes que en términos sociales y urbanos presenta la capital de Atacama. Y es que como antecedentes se pueden tomar en cuenta el crecimiento demográfico e inmobiliario, que ha traído consigo el aumento del parque automotriz y el colapso de las escasas vías estructurantes de la ciudad. Consecuentemente también aparecen problemas de vivienda, de espacios públicos, de conectividad y transporte colectivo, todos asociados al aumento de población, ya sea por las tasas de natalidad en la zona, por la residencia definitiva de población flotante o por la llegada de inmigrantes.
Hoy se hace urgente "pensar" Copiapó, algo que debería haberse hecho hace más de una década. La capital de Atacama tiene como deuda, desde sus autoridades a la sociedad en general, el poder proyectarse a la altura de los tiempos y las exigencias que hoy todos vemos. Porque claramente hoy hay una serie de problemas sin respuestas
Todo tiene relación con un crecimiento poblacional respecto al cual no hubo proyecciones, y si las hubo, los hechos muestran que no se tradujeron en obras. Un ejemplo de ellos es el crecimiento de la ciudad hacia el oriente y el sector de Paipote, con una conectividad que hace menos de una década se busca solucionar, pero con paradojas como la ausencia de algunos servicios estratégicos. La zona no tiene escuelas públicas, lo que obliga a que miles de estudiantes se tengan que movilizar, aumentando el uso de calles y avenidas. La escasa locomoción mayor es una deficiencia clave para desincentivar el uso de vehículos particulares.
Así, se pueden analizar diversas variables que hoy deben ser atendidas y en algunos casos, solucionadas para poder hacer que la capital de Atacama esté a la altura de los actuales desafíos y requerimientos que establece su población.